El Palacio Real de Olite, maravilla medieval de España
El Palacio Real de Olite, imponente y único por su caos arquitectónico, es una de las “7 maravillas medievales de España”. Sus torres, murallas, ventanales, almenas y arcos de diferentes estilos y construidos en diferentes épocas hacen de este uno de los lugares más visitados de Navarra.
El Palacio Real de Olite está ubicado en la localidad navarra de la que recibe el nombre y que está a unos 42 kilómetros de Pamplona. Fue construido por Carlos III “el Noble” (1387-1425) con un derroche de lujo y elegancia, pues el rey pretendía que todos sus huéspedes admiraran su obra, lo que la convierte actualmente en una de las mayores joyas arquitectónicas de la comunidad navarra.
Este palacio fue en su época uno de los palacios más lujosos de Europa. Fue corte de los reyes navarros hasta la conquista de Navarra y su incorporación a la corona de Castilla en 1512.
Como testigo de su esplendor y belleza, existe el testimonio de un viajero alemán en el British Museum de Londres que data del siglo XV y que expresaba de una manera muy gráfica la admiración que le provocó el edificio.
Seguro estoy que no hay rey que tenga palacio ni castillo más hermoso y de tantas habitaciones doradas.
Visitar el Palacio Real de Olite es adentrarse en la España medieval
Visitar el Palacio Real de Olite es embelesarse en un pasado medieval fascinante. Viendo el majestuoso perfil del palacio, sus pasadizos y sus caprichosas torres, es fácil imaginarse cómo era la vida en el medievo, con cortesanos caminando por un palacio de rico decorado, exóticos jardines y hasta un zoológico.
El Palacio Real de Olite era escenario de justas y torneos, juegos de pelota y hasta corridas de toros. Actualmente Olite rememora ese ayer de fiestas medievales y de importancia estratégica, cuando llegó a ser sede de la corte en tiempos de Carlos III.
Disposición del Palacio Real de Olite
El Palacio Viejo
Es la construcción inicial con origen romano, se estima que data del siglo I, aunque fue reformada en el siglo XIII. Con el paso del tiempo sufrió abandono y daños y en el siglo XIX fue incendiado en plena guerra de la independencia española, para evitar su ocupación por el ejército francés.
Actualmente, el Palacio Viejo está ocupado por el Parador Nacional de Turismo, llamado Príncipe de Viana y abre su portada principal hacia la plaza de los Teobaldos.
Las ruinas de la capilla de San Jorge
La capilla de San Jorge era la capilla privada de los reyes. Su construcción fue iniciada por la reina Leonor de Trastámara a finales del siglo XIV y fue encargada a operarios y artistas musulmanes, quienes aportaron su influencia en las cornisas moriscas de ladrillo, yeserías y azulejos.
Actualmente, solo quedan los muros exteriores. Bajo la capilla existe un espacio abovedado, que es una antigua bodega. La bodega se cerraba por una bóveda de cañón y disponía de nichos en las paredes.
El Palacio Nuevo
El Palacio Nuevo tiene un estilo gótico que responde a la última ampliación que se le realizó al conjunto. Fue construido con grandes muros de piedra, adoptando una forma poligonal con entrantes y salientes que le dan una vista un un tanto desordenada.
Tiene cinco bellas e imponentes torres, entre las que destacan la torre de las Tres Coronas, de forma octagonal y con tres cuerpos; la torre de los Cuatro Vientos, que está formada por tres grandes ventanas góticas, y la torre de la Atalaya, desde la cual se vigilaba toda la ciudad.
El Palacio Real de Olite tiene otras zonas importantes como la Galería del Rey, especialmente llamativa por su trazado de hermosos arcos, y la Sala Múdejar o Cámara de los Yesos, que aún conserva la decoración de yeserías original: diez paneles realizados en yeso por maestros moriscos, representando escudos heráldicos, estrellas, lazos, atauriques y decoración vegetal.
También encontraremos otros muchos rincones maravillosos, como la Sala del Rey, la Sala de la Reina, la Sala de las Excavaciones, la Galería de la Reina, el pozo de Hielo, sus bellos patios, y algunas otras maravillas que componen este impresionante palacio.
Cuando recorres el Palacio Real de Olite, sientes que estás en una gran fortaleza medieval, esto te permite viajar en el tiempo e imaginarte a los reyes, cortesanos y soldados haciendo vida en las diversas estancias y murallas de este espectacular palacio.