Molise en Italia, una región injustamente olvidada
Ubicada a orillas del mar Adriático, Molise es la segunda región más pequeña de Italia y singularmente hermosa, aunque no sea demasiado conocida o visitada. Con un territorio mitad montaña y mitad colina y dos ríos que la atraviesan, sin duda es una zona más que bonita para visitar una vez que ya hayamos recorrido este bello país… o si buscas algo fuera de los típicos recorridos turísticos.
Molise, entre el Adriático y los Apeninos
En el centro-sur de Italia tenemos una región injustamente olvidada y que vale la pena “redescubrir”. Naturaleza, arte, historia, gastronomía y tradiciones son solo algunas de las palabras que definen a Molise.
Su territorio, montañoso y accidentado, está surcado por las rutas de la trashumancia, que conectan Abruzzo con Apulia. Con 40 kilómetros de costa (desde el puerto de Termoli se puede ir en barco a Croacia o las islas Tremiti), dunas litorales y marismas, Molise es un perfecto lugar para encontrar la tranquilidad que tanto nos falta en el día a día. Si vas en invierno puedes ir a la estación con más nieve del país: Campitello Matese.
¿Qué ver y qué hacer en Molise?
Campobasso es sin dudas el lugar más importante de la región, un centro cultural e histórico que vale la pena visitar. La joya es el castillo de Monforte, monumento nacional y símbolo local, que debe su nombre al conde Nicola II de Monforte, quien fuera uno de sus propietarios y encargado de restaurarlo después de que un terremoto lo dañara seriamente en 1456 (el castillo fue levantado en 1375).
También podemos visitar el Museo Provincial Sannitico, que alberga una valiosa colección sobre las civilizaciones que habitaron la región.
Otra de las localidades interesantes para recorrer es Isernia, con su fuente del siglo XIII en el casco histórico y la zona prehistórica a las afueras de la ciudad. Si buscas poblados que mantienen su esencia antigua no dejes de visitar Agnone (dedicado a la fabricación de campanas para las iglesias más importantes del mundo) y Scapoli (donde los artesanos crean gaitas e incluso tienen un museo sobre este instrumento).
En cuanto a su historia, los primeros vestigios de asentamientos en Molise datan del siglo III a.C, cuando los romanos invaden a las tribus samnitas que vivían allí desde el 600 a.C. Por Molise pasaron también los godos y en la Edad Media es cuando recibe el nombre por el señor normando Guimond de Moulins. En el 847 surgen los seudoríos feudales y en 1806 Napoleón la convierte en una provincia autónoma. Es posteriormente anexada al Reino de Italia y en 1963 se proclama región.
¿Eres de los que de pequeños soñaban con ser arqueólogo?
Entonces en Molise podrás cumplirlo… o al menos podrás disfrutar de los yacimientos y ruinas de Pietrabbondante con el teatro samnita; de Larino con sus restos romanos y también joyas medievales y de Sepino, con más ruinas de una ciudad romana.
Por supuesto que aún hay más en esta zona olvidada (no sabemos todavía por qué… ¡es tan bonita!): el centro turístico de Termoli con su puerto, catedral y castillo y Venafro también con catedral y castillo incluidos.
Una distinción aparte merece el Parque Nacional Abruzzo, compartido con Lacio, que fue inaugurado en 1922 y tiene una superficie de 500 km². Alberga un bosque de haya (el 60% del territorio pertenece a esta especie) antiguo y dos más pequeños de pino y abedul.
Las flores también son llamativas porque podemos encontrar algunas “raras” y coloridas. En cuanto a la fauna del parque, los animales que allí viven son los típicos de los Apeninos: oso pardo, lobo, ciervo, lince, gato montés, ardilla, zorro, entre otros.
“Una vez que viajas, el viaje nunca termina. La mente nunca puede desprenderse del viaje.”
-Pat Conroy-
Por último y volviendo a los atractivos hechos por el hombre se destacan las abadías y santuarios de Molise, sobre todo la abadía Benedictina de San Vicente Al Volturno y los santuarios de Canneto (Roccavivara) y de la Addolorata (Castelpetroso), ejemplos de la arquitectura romana. Las iglesias también se cuentan por decenas en la región, San Jorge en Petrella Tifernina y Santa María della Strada en Matrice son solo dos casos excepcionales.
¿Aún no te hemos convencido de viajar lo antes posible a Molise? ¡Es un lugar único!