Mildford Sound en Nueva Zelanda, el fiordo más hermoso

Mildford Sound en Nueva Zelanda, el fiordo más hermoso

Escrito por Adrián Pérez

Última actualización: 01 enero, 2017

Cuando pensamos en Nueva Zelanda nos imaginamos esos bonitos y lejanos paisajes entre mares y leyendas maoríes. Mildford Sound es un fiordo que no nos defraudará, porque se asemeja bastante a cualquier idea, por increíble que sea, que tengamos de estas tierras. ¡Ven a descubrirlo!

Mildford Sound, la octava maravilla del mundo

En idioma maorí se lo conoce como Piopiotahi, y según el escritor Rudyard Kipling es “la octava maravilla del mundo”. Este fiordo, localizado dentro del Parque Nacional de Fiordland, fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

Mildford Sound tiene una extensión de 15 kilómetros tierra adentro desde el mar de Tasmania y está rodeado de rocas que sobrepasan los 1200 metros de altura. Entre estos picos se hallan dos formas rocosas interesantes: el Elefante, de 1517 metros (como la cabeza de este animal), y el León, de 1302 metros como si fuese este felino agazapado. No es extraño ver delfines, focas y pingüinos nadando por estas aguas.

Mildford Sound
Mildford Sound – j.wootthisak

Este fiordo es uno de los lugares más húmedos del mundo, ya que llueve más de la mitad del año. En algunos casos cae la lluvia con tanta fuerza que el agua crea cascadas temporales en las caras escarpadas de las rocas. El agua acumulada incluso ocasiona avalanchas de árboles que van a parar al fondo del cañón.

De paseo por Mildford Sound

Cada año más de medio millón de turistas llegan a Mildford Sound. Esta cantidad aumentó tras la filmación de El Señor de los Anillos en todo el país. Cerca del fiordo se rodaron algunas escenas de Argonath de la película La Comunidad del Anillo.

Carretera a Mildford-Sound
Carretera a Mildford-Sound – Alexey Ermakov

A pesar de su localización, alejada de varios pueblos, los visitantes llegan a Mildford Sound por carretera (el aeropuerto más cercano es Queenstown), ya que hay un servicio de autobuses diarios que incluyen un paseo en barco por el fiordo. Muchos turistas también eligen llegar en autocaravana recorriendo 120 kilómetros desde el lago Te Anau (el más grande del país), una carretera montañosa con hermosos paisajes que ofrece como plato fuerte el estrecho túnel de Hommer.

Aventura en el fiordo

Si eres fanático del trekking te recomendamos que realices el llamado “Fabuloso sendero del mundo”, una ruta muy exigente de 54 kilómetros, muchas veces cubiertos de nieve, que se completa en 5 días.

Cataratas Sutherland en Mildfod Sound
Cataratas Sutherland – Harald Selke / Flickr.com

Entre los lugares que se ven en la travesía hay infinidad de arroyos de aguas cristalinas, bosques de hayas y el desfiladero de Mackinnon (desde el cual se pueden ver los valles de Clinton y Arthur durante los días soleados). Uno de los imperdibles son las cataratas de Sutherland con su espectacular estruendo.

Mildford Sound navegando

En el tramo final te esperará un increíble crucerotambién disponible para los que no realizan la aventura de trekking. Navega entre paredes de granito de 1200 metros y un mar rodeado de vegetación exuberante. Si vas muy temprano al puerto verás la densa bruma producto de la gran humedad ambiente.

Mildford Sound
Mildford Sound – Joaquin Corbalan / Flickr.com

La travesía en barco tiene una duración de unas 4 horas y recorre lugares hermosos como por ejemplo el “Vertiginoso Mitre”, una formación de casi 1700 metros que se asemeja a la mitra de un obispo. También contemplarás desde cerca el monte León y el pico Elefante.

Las cataratas Lady Bowen o las de Stirling también forman parte del recorrido. El barco se aproxima tanto a ellas que podemos tocar el agua con las manos. Sobre las rocas observarás las focas y los pingüinos retozando al sol. Y en la bahía de Anita es normal cruzarse con delfines juguetones que saltan las olas.

“La naturaleza es el arte de Dios.”

– Dante Alghieri –

Pero eso no es todo, también podrás ver corales negros desde la superficie, alcanzarás la desembocadura del fiordo y llegarás al embravecido mar de Tasmania (el barco solo toca esas aguas con la proa, no te asustes).

Sin duda, es una experiencia inolvidable en uno de los países con paisajes naturales más impresionantes. Si te quedas más tiempo en la zona puedes ir al otro fiordo, Doubtful Sound al que solo se accede con cruceros organizados que cruzan el lago Manapouri.