Mérida y sus fantásticas ruinas
Si hay una ciudad bella y que mantiene y protege sus fantásticas ruinas como oro en paño, esa es Mérida. Un lugar que todavía conserva gran parte de su enorme legado romano, junto con recuerdos de otras épocas que muestran el paso de los diferentes pueblos que han ocupado sus calles y rincones.
Mérida, capital de la región de Extremadura, en la frontera con Portugal, se ha convertido en un auténtico símbolo del paso de los romanos por la Península Ibérica. Por ello, vamos a seguir la estela de los pueblos que allí habitaron en algún momento de su historia.
El teatro romano de Mérida
Uno de los grandes tesoros que guarda Mérida es el teatro romano. Fue una construcción que mandó levantar el cónsul llamado Marco Vipsanio Agripa y que se mantiene en buen estado tras miles de años, puesto que data de los años 15 y 16 a.C.
El teatro romano de Mérida, no obstante, ha sido remodelado en diferentes ocasiones a lo largo de su historia, como en los comienzos del siglo II, cuando Trajano levantó la fachada que hoy podemos observar, o durante los años 330 y 340, momento en que Constantino introdujo nueva decoración.
Anfiteatro romano de Mérida
Toca el turno ahora de otro espectacular monumento de Mérida, el anfiteatro romano. Fue levantado en un momento de gran esplendor en la ciudad, durante el año 8 a.C., y su destino eran los célebres juegos con luchas de gladiadores y fieras.
Aunque no se conserva tal y como fue levantado en su día, se sabe que pudo llegar a albergar hasta a 15.000 personas en su poderoso graderío, por lo que fue un edificio realmente importante en tiempos del Imperio Romano.
El circo romano de Mérida
Vamos ahora con otra de las ruinas bien conservadas y maravillosas con las que cuenta la magnífica ciudad de Mérida. En este caso, nos acercamos al circo romano.
Es evidente que Mérida fue todo una gran metrópoli en tiempos del Imperio Romano, por lo que cuenta con todo tipo de edificios para el espectáculo. En este caso, el circo, con más de 400 metros de largo, era el lugar para disfrutar de carreras y competiciones, con un aforo de más de 30.000 personas.
Puente romano sobre el río Guadiana
Otro de los vestigios del esplendor de la Mérida de hace 2000 años es el puente romano que todavía hoy se conserva sobre las aguas del río Guadiana, y que fue una arteria principal de la ciudad.
Con una isla en el centro, que divide en cauce en dos, se compone por sendos tramos de arcos que unen ambas orillas con el islote y cuya ubicación marcó el desarrollo geográfico de la ciudad.
Acueducto de los Milagros
También permanece en pie una de las estructuras más impresionantes de cuantas construían los romanos, el acueducto de los Milagros. Capaz de llevar el agua hasta cada esquina de la ciudad, recibió el nombre por su increíble aguante y longevidad.
Ideado para llevar agua hasta Mérida desde el embalse de Proserpina, a unos 5 kilómetros de la población, se levantó durante el siglo I d.C. y todavía se conserva en buen estado para ser visitado.
Acueducto de San Lázaro
Otro acueducto que todavía sigue en pie y es un gran vestigio del paso romano por Mérida es el de San Lázaro, también conocido como Rabo de Buey. Originariamente se construyó para llevar agua desde los manantiales subterráneos del norte de la población, aunque solo se conservan tres pilares.
Templo de Diana
Dentro del foro de la ciudad en tiempos romanos, se encontraba el templo de Diana, un edificio religioso que todavía se conserva en buen estado. Data del siglo I d.C. y tiene una planta rectangular rodeado de columnas corintias.
Arco de Trajano
Vamos ahora hasta el arco de Trajano, de entrada al foro de la ciudad en tiempos pretéritos. Estaba recubierto de mármol y tiene carácter triunfal, puesto que todavía se mantiene orgulloso en su zona.
“Mérida es una universidad con una ciudad por dentro.”
-Mariano Picón-Salas-
Casa del Mitreo
Desvelamos por último la Casa del Mitreo, hallada hace unos 50 años, pero casi con 2000 de historia. Una mansión de mampostería que ha sido techada para que pueda ser visitada sin problema alguno.
No nos olvidamos de otros vestigios maravillosos de Mérida, capital extremeña, como la alcazaba, los Columbarios, la Casa del Anfiteatro, las Morerías, el puente sobre el Albarregas, el Pórtico del Foro, las termas de San Lázaro, la cripta de Santa Eulalia, el Obelisto, el Xenodoquio o el Castellum aquae. Y es que esta ciudad es una verdadera excelencia histórica.