Marienplatz: paseamos por el corazón de Múnich
La Marienplatz de la ciudad alemana de Múnich es el lugar de paso obligado durante una visita a la capital del estado de Baviera. Es una gran plaza con varios monumentos que representan la historia de la urbe y con un ambiente que plasma su actual vitalidad y dinamismo. En definitiva, que nadie puede perderse la visita a esta plaza que ahora te describimos con más detalle.
La Marienplatz, punto de encuentro
El estado de Baviera, al sur de Alemania, es el más próspero del país y su capital, Múnich, es la ciudad germana más rica y dinámica. El mejor lugar para comprobarlo es la Marienplatz, verdadero epicentro de su casco histórico. Por cierto, prácticamente es peatonal en toda su extensión. Por ello, es ideal para pasear, ir de compras o sentarse a tomar algo.
A veces pensamos que un viaje a Múnich solo tiene sentido a comienzos del otoño, cuando se celebra la multitudinaria Oktoberfest como máxima expresión del culto a la cerveza que hay en Alemania. No obstante, la capital bávara tiene atractivos durante todo el año. Se visite en la época que se visite, siempre hay que darse un vuelta por la Marienplatz.
De hecho, cuando se pasea por ella se comprueba que no solo los turistas están dando una vuelta por allí. También los propios muniqueses eligen la Marienplatz para citarse. Lo hacen en especial, junto a la fuente del Pez o Fischbrunnen, uno más de los monumentos y joyas artísticas que hay en la plaza.
Fischbrunnen o fuente del Pez
Vamos a comenzar por la emblemática fuente de Marienplatz. Su apelativo, evidentemente, hace mención al curioso pez que hay en la parte más alta de la fuente. La Fischbrunnen se construyó hacia el año 1864, sin embargo, aquella fuente originaria quedó prácticamente destruida por los intensos bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, así que lo que hoy vemos es una reconstrucción posterior.
Los dos ayuntamientos de la Marienplatz
La Marienplatz siempre fue el espacio público más importante para los ciudadanos de Múnich, y por eso aquí se levantó el Ayuntamiento. Si bien, hoy en día la ciudad cuenta con dos edificios de diferentes épocas para albergar las dependencias municipales.
El Ayuntamiento Viejo
El Alte Rathaus o Antiguo Ayuntamiento es un bonito edificio levantado en la Marienplatz a finales del siglo XV. Si bien, su torre todavía es unos 300 años más antigua.
Hoy en día, este fabuloso edificio repleto de arte gótico solo tiene un uso turístico y también protocolario, especialmente por su bellísimo salón ceremonial. Merece la pena visitarlo y, desde luego, conocer su entretenido Museo del Juguete, especializado en muñecas y pequeños soldaditos de plomo.
El Nuevo Ayuntamiento
Sin salir de la Marienplatz podemos ver el Neue Rathaus o Nuevo Ayuntamiento. Es un inmueble construido a caballo de los siglos XIX y XX y que sigue cumpliendo con las funciones relativas a la administración de la ciudad. También se puede visitar, sobre todo para subir a lo alto de su torre, la Glockenspiel, que con sus 81 metros de proporciona una estupenda panorámica de la ciudad.
Quien tenga vértigo puede ahorrárselo y dedicarse a ver el fabuloso reloj carrillón de su fachada, uno de esos relojes históricos que dan algo más que la hora. A las 11, a las 12 y a las 17 horas se anima con una serie de figuras y campanas que hacen sonar la Danza de Cooper. Es un ritual con el que se recuerda que en 1517 se logró evitar la peste, una de las enfermedades más peligrosas de la historia.
La Columna de María en el centro de Marienplatz
Y acabamos el recorrido por la Marienplatz explicando su nombre. Antes este lugar se llamaba Schrannen. Pero aquella denominación se cambió por el de plaza de la Virgen María, cuya figura se venera en la parte más alta de esta columna barroca de mármol rojo.
La escultura está rodeada de ángeles y tradicionalmente a ella se le han agradecido las victorias militares o se le ha rogado en momentos de epidemias, hambrunas o herejías. Por eso, este es el gran símbolo de esta bella plaza y de toda la capital bávara.