Lugares de Holanda que no debes perderte en tu viaje
Nos vamos a un país lleno de encantos, empezando por su famosa capital, Ámsterdam. Por ello, queremos mostrarte este y otros lugares de Holanda imprescindibles. Si decides viajar a los Países Bajos, debes hacer parada en ellos. ¿Nos acompañas en este recorrido?
Lugares de Holanda imprescindibles: Ámsterdam y sus canales
No podía ser de otra forma, cualquier visita a Holanda debe incluir su capital: Ámsterdam. De ella destacan sus famosos canales. Los son principales el Herengracht, el Prinsengratch y el Keizersgratch. Todos son navegables, por lo que no se puede dejar de hacer un crucero, al tiempo que se disfruta de la ciudad.
También se debe visitar la Casa de Ana Frank, donde la joven judía se ocultó con su familia y otras personas de la persecución nazi. Allí se pueden recorrer las estancias y conocer cómo fue la vida de Ana durante ese encierro.
Y en Ámsterdam hay que visitar el Museo Van Gogh, dedicado al famoso pintor holandés. También el Rijksmuseum; el Museo Marítimo, con una réplica del gran buque de la Compañía de las Indias Orientales Holandesas; o el Museo de la Ciencia NEMO.
Las casas cubo en Rotterdam
De Ámsterdam pasamos a Rotterdam. Allí no hay que perderse las casas cubo, asentadas sobre una base hexagonal y diseñadas por el arquitecto Piet Blom, que, para ello, se inspiró en un bosque. La mayoría están habitadas, pero algunas se alquilan y hay incluso una casa museo que permite conocer cómo son por dentro.
Los molinos de Kinderdijk
Uno de los símbolos de Holanda son sus molinos. Los más famosos son los de Kinderdijk, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Para conocer las diecinueve construcciones se puede hacer el trayecto a pie, en bicicleta o en barco. Además, está permitido el acceso a dos de ellos para saber cómo funcionan.
El jardín Keukenhof
Otro de los símbolos de Holanda son los tulipanes, por lo que si quieres verlos lo ideal es trasladarse a la localidad de Lisse o a la de Hillegom. Allí podrás visitar el que es el jardín floral más grande del mundo: el jardín Keukenhof.
Cuenta con treinta y dos hectáreas en las que también se concentran molinos antiguos o lagos. Es uno de los lugares de Holanda más bellos, pero esa belleza es efímera. Solo se puede visitar en primavera, cuando los tulipanes, narcisos y otras flores que aquí se plantan florecen.
El Museo Mauritshuis en La Haya
Para los amantes del arte, este es uno de los lugares de Holanda imprescindibles. En el Museo Mauritshuis, en La Haya, se encuentra La joven de la perla, de Vermeer. Se expone junto a otras grandes obras, como La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp, de Rembramdt, o La comedora de ostras de Jan Steen.
Después de la visita museística se puede ir al Binnenhof. Este es un complejo de edificios que supone el centro de la actividad política de los Países Bajos. De todos ellos destaca especialmente la Sala de los Caballeros, donde el monarca se dirige al Parlamento.
Alkmaar, la ciudad del queso
Que a Alkmaar se la conozca como la ciudad del queso no es casualidad. Su mercado en la Waagplein es uno de los mayores reclamos turísticos de Holanda. Además, alberga el Museo Nacional del Queso Holandés, donde descubrir la historia de la elaboración de este producto.
Los amantes del queso también pueden visitar la ciudad de Gouda. Es famosa por el queso que le da nombre y que es uno de los productos más típicos y demandados de los Países Bajos. Este se puede probar y comprar, por ejemplo, en el Mercado de Quesos de Gouda, que se celebra desde el año 1395.
Haarlem, una ciudad histórica
La ciudad que le da nombre a uno de los barrios más conocidos de Nueva York está considerada como la capital histórica de Holanda. Se fundó en el siglo X y cuenta con monumentos tan importantes como la catedral de San Bavo, el molino Adriaan, el Amsterdam Poort, la plaza Grote Mark, el Museo Teylers o el Hals.
El Parque Nacional Utrechtse Heuvelrug
El último de los lugares de Holanda imprescindibles es un parque de unas seis mil hectáreas. Está compuesto por páramos, arenas movedizas, bosques, tierras de pasto y llanuras de inundación. Recorrer este espacio se asemeja a realizar un safari por África.
No obstante, además de disfrutar de la naturaleza se puede hacer lo propio con su historia cultural. En su territorio se pueden visitar también algunos castillos.