Los templos de Ellora en la India, magníficos
La India es un país sorprendente. En esta nación se puede disfrutar de magníficos y exóticos paisajes naturales en los que se encuentran numerosas maravillas arquitectónicas, como por ejemplo el famosísimo Taj Mahal. Otra genialidad menos conocida, pero que merece la pena conocer son los templos de Ellora en la India.
¿Qué son los templos de Ellora?
Ellora se encuenta situada en el estado de Maharashtra, centro oeste de la India, a una distancia de 30 kilómetros de la ciudad de Aurangabad. Esta localidad alberga uno de los más maravillosos complejos de templos y monasterios de distintas religiones que existen. Tanto es así que la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en el año 1983.
Aunque continuamente visitadas, existen incluso crónicas mogolas respecto a los templos de Ellora. Sin embargo, no fueron mundialmente conocidos hasta principios del siglo XIX. Concretamente en el año 1810, un oficial británico que servía en Bombay, John B. Seely, escuchó hablar de Ellora y decidió emprender viaje para descubrir los encantos que allí se encontraban.
“Si hay un lugar sobre la faz de la tierra donde todos los sueños de los hombres han encontrado un hogar desde el primer día en la existencia del hombre, es la India.”
-Romain Rolland-
Después de recorrer 500 kilómetros entre peligros, rutas difíciles e incluso enfermedades, logró llegar a esta localidad. Lo que encontró lo dejó totalmente asombrado. Allí había un conjunto de monasterios y templos a lo largo de dos kilómetros excavados en roca o en cuevas y dedicados a tres grandes religiones de la India: budismo, hinduismo y jainismo.
Este oficial quedó tan alucinado que incluso escribió un libro titulado Maravillas de Ellora, cuyo año de publicación tuvo lugar en 1824.
Qué ver en los templos de Ellora
En los templos de Ellora vamos a encontrar uno de los más grandes complejos religiosos a nivel mundial de la Edad Media. Un total de 34 templos construidos desde el siglo VII hasta el siglo XI. Algunos de ellos excavados en la misma roca y otros dentro de las cuevas que la montaña ofrece.
De los 34 ejemplares, existen 17 templos de religión hinduista, otros 12 dedicados al budismo y, por último, 5 ofrecidos al jainismo. Todos ellos tallados en su interior de modo que es una maravilla la contemplación de los mismos tanto por fuera como por dentro.
Todos se encuentran bastante próximos unos de otros, lo que nos hace una idea de la tolerancia y la armonía que existía en aquella época entre las distintas religiones. Para contemplar la magnificiencia del conjunto, lo mejor es verlo desde arriba antes de comenzar la visita a las distintas construcciones.
Las construcciones budistas
Todas fueron construidas antes del año 700. La mayoría son monasterios en los que se pueden distinguir las distintas dependencias como cocinas, dormitorios, etc. En ellas se encuentran esculturas de las distintas divinidades que adoraban, y por supuesto de Buda.
Destaca la sala principal del Vishvakarma, presidida por una enorme escultura de Buda rodeada de anchas columnas. El techo, en forma de bóveda, muestra arcos realizados en piedra que asemejan a los que conocemos de madera.
También sorprende otro templo, que además de tener tres alturas, alberga varios budas, hasta 7, todos seguidos en distintas posiciones.
Las construcciones hinduistas
Fueron construidas entre los siglos VI y VIII. Al ser realizadas en distintos períodos, cada una de ellas presenta diferentes peculiaridades. La más importante de todo el complejo arqueológico es la llamada Kailashanta, templo dedicado al dios Shiva, una de las más importantes deidades de la religión hindú.
Se trata de un templo que fue excavado desde la parte baja de la montaña hasta arriba. Posee una altura de 30 metros, el equivalente a dos veces el Partenón. El edificio está entero tallado con esculturas y flanquean su entrada un par de columnas de una altura de 15 metros.
Otra construcción destacable es la llamada Dashavatara, llamativa por sus diferentes ilustraciones sobre temas diversos.
Las construcciones jainistas
Por último, se encuentran los templos dedicados de la religión jainista, cuyas tallas son igual de impresionantes que el resto. Destaca la llamada Indra Sabha por sus magníficas esculturas, entre ellas una flor de loto y una deidad con un elefante.
Además de las maravillas que forman los templos de Ellora con sus esculturas y el entorno, otro de los encantos que posee el lugar es que aún no es una zona masificada por el turismo, pero sí que es un espacio de peregrinación para los indios. Por tanto, se puede disfrutar de la tranquilidad que desprende y disfrutar de las costumbres de los habitantes de la India.
Descubre los templos de Ellora y haz una de las rutas más bonitas que la India ofrece en la actualidad. No te arrepentirás jamás.