Los campos de flores más hermosos: pura inspiración
La sencilla belleza de la naturaleza atrae a miles de turistas cada día a los jardines y campos de flores. Las tonalidades de sus diferentes especies se unen y entremezclan para expresar la inmensa creatividad que surge del propio planeta.
Un espectáculo bello pero efímero, solo durante unos meses al año se nos brinda la posibilidad de alegrarnos la vista gracias al mágico, delicado y complejo proceso de la floración.
Campos de flores espectaculares
Keukenhoff: famoso y colorido jardín holandés
La hermosura de los parterres de Keukenhoff es tan popular que se le suele denominar “Jardín de Europa”. Se halla en Holanda, país reconocido mundialmente por su valía en lo que a plantaciones de tulipanes se refiere. Por lo tanto, como no podía ser de otra manera, la mayor parte de especies e híbridos que se cultivan aquí pertenecen a este género de plantas.
Sin embargo,entre los más de seis millones de brotes que inundan este parque, también se esconden bulbos extraordinarios como, por ejemplo, jacintos, orquídeas y narcisos.
A su vez, los senderos y avenidas que recorren esta extensa explanada de más de quince kilómetros están decorados con espectaculares fuentes y con modelos a escala de clásicos molinos neerlandeses.
“Siempre hay flores para el que desea verlas.”
-Henri Matisse-
Antelope Valley: una reserva de amapolas escondida en el desierto
Este es uno de los campos de flores más sorprendentes, sobre todo por su situación. El Estado de California, en Estados Unidos, es tradicionalmente conocido tanto por su agradable clima como por sus extensos campos de cultivo de vino y cítricos.
Lo que pocos conocen es que en pleno desierto de Mojave se esconde la Antelope Valley California Poppy Reserve. Es paradójico que en el hogar del valle de la Muerte, en el emplazamiento más árido y con mayor temperatura del mundo, podamos encontrar esta gigantesca área de floración de amapolas, protegida por el Gobierno estadounidense.
Como curiosidad. cabe añadir que este territorio no está sometido a ningún tipo de actuación destinada a estimular el crecimiento de las flores, de hecho, ni siquiera se riega. El acceso a la zona de conservación está permitido a todo aquel que desee emocionarse contemplando cómo la naturaleza se abre paso sobre este suelo aparentemente infértil.
Miracle Garden: excentricidad digna de la opulencia
Dubái es uno de los Emiratos Árabes Unidos y se localiza a orillas del Golfo Pérsico. Debido a su situación, sufre un clima desértico con inviernos calientes y veranos realmente calurosos. A pesar de esto, se han desafiado las leyes de la naturaleza transformando una parcela en un increíble jardín con 45 millones de flores.
Los conjuntos florales se han arreglado de tal manera que crean sugestivas y llamativas formas, tales como pavos reales, estrellas e incluso pirámides.
La visita solo puede llevarse a cabo entre los meses de octubre a mayo. Esto es debido a que durante el período estival se han llegado a alcanzar los 48 grados centígrados. En breve, este monumental parterre se convertirá una zona común que unirá una serie de altos edificios dedicados al entretenimiento, la restauración y a la recreación del público en general.
Hitachi Seaside Park: parque de flores oriental
La ciudad japonesa de Hitachinaka tiene el honor de poseer uno de los mejores campos de flores que existen. Esto se debe a la heterogeneidad de especies vegetales que cobija.
Uno de sus mayores logros es haber reunido variedades cuya explosión de color se produce en diferentes temporadas del año. Cuenta con tulipanes, narcisos, azafranes, margaritas y hasta girasoles.
No obstante, entre las más memorables y queridas por los lugareños destacan las nemophilas, que durante el mes de mayo bañan el parque con las tonalidades azuladas de sus pétalos. Es recomendable subir a la parte más alta de los cerros para contemplar la espesura de este terreno campestre en su máximo esplendor. También pueden obtenerse buenas vistas desde lo alto de la noria.
Isla de Mainau: paraíso tropical alemán
Ubicada en el lago de Constanza, la isla alemana de Mainau posee una cuidada y esplendorosa flora que hará las delicias de aquellos que se decidan a dar un agradable paseo entre sus invernaderos y sus espacios plagados de esmerada vegetación.
Se trata de un espacio único en su clase que llega a crear en el turista la sensación de que forma parte de una hermosa y colorida pintura impresionista.
Cuenta con una iglesia de estilo barroco así como con un castillo, pero sus mayores encantos son los naturales, como sus colecciones de rododendros, dalias, azaleas y palmeras. A esto hay que sumarle la Casa de las Mariposas y un incontable número de aves exóticas tales como pavos reales y papagayos que pululan libremente por el lugar.