¿Conoces las esculturas de los Atlantes de Tula?
Tula es uno de los municipios que forma parte del estado de Hidalgo, dentro de México. En él se encuentra uno de los lugares más antiguos de la época prehispánica donde se conservan restos de la cultura tolteca. En concreto, en la Pirámide “B”, se encuentran los Atlantes de Tula, unas esculturas que representan a cuatro guerreros. ¿Quieres saber más cosas sobre ellas? ¡Acompáñanos!
¿Quiénes fueron los toltecas?
Los toltecas constituyeron una de las civilizaciones prehispánicas que habitaron Latinoamérica entre los siglos X y XII. Su dominio se expandió a lo largo del norte del altiplano mexicano. La capital de su civilización recibía el nombre de Tollan-Xicocotitlan (actualmente Tula de Allende).
¿Qué son los Atlantes de Tula?
Los Atlantes de Tula son unas esculturas de cuatro metros y medio de altura, talladas en roca basáltica. Están formadas por cuatro bloques de piedra y representan a guerreros. En las esculturas hay grabados y detalles como armas.
Se piensa que las esculturas sirvieron para sostener el templo de Tlahuizcalpantecutli (o también llamada Pirámide B). Por tanto, su función habría sido solamente arquitectónica. Gracias a ellas, los historiadores lograron tener una constancia directa de la presencia de esta civilización en la zona.
Descubrimiento de los Atlantes de Tula
Corría el año 1940 cuando el arqueólogo Jorge Ruffier Acosta comenzó a excavar en el denominado Cerro del Tesoro, cerca de Tula. Su objetivo era encontrar algún indicio de la existencia de esta civilización, como ya habían constatado algunos historiadores siglos antes.
Lo que encontró el arqueólogo, sin duda, era mucho más de lo que imaginaba. Descubrió una plaza rectangular con un altar rodeado por cuatro escalinatas, era el templo de Tlahuizcalpantecutli. En su cúspide se encontraban los cuatro guerreros.
A su lado había unas pilastras donde ponía lo siguiente: Dios asociado con Quetzalcóatl, Tlahuizcalpantecuhtli o estrella de la mañana es la personificación del planeta Venus. Actualmente, el templo está desaparecido y solo se conservan las cuatro esculturas.
“La arqueología es el lugar donde se entretienen los hombres que no se preocupan hacia dónde van, sino que simplemente quieren saber donde todos han estado.”
-Jim Bishop-
Aspecto de las esculturas
Las esculturas están formadas por cuatro bloques. Cada uno de ellos representa una parte del cuerpo: piernas y pies, tronco y cabeza. Se encuentran vestidos con un tocado de plumas, un pectoral con forma de mariposa y armas, como dardos y cuchillos.
Actualmente, permanecen en la cúspide de la Pirámide B todos salvo el la izquierda, que fue trasladado al Museo Nacional de Antropología en el año 1944.
Cómo llegar hasta la Zona Arqueológica de Tula
Como ya sabes, el yacimiento arqueológico de Tula se encuentra en el municipio de Tula de Allende. Se encuentra a 88 km de Pachuca, la capital del Distrito Hidalgo, y a 93 kilómetros de Ciudad de México. Por tanto, para llegar hasta aquí es necesario utilizar coche o autobús.
Una vez en Tula de Allende, el yacimiento se encuentra caminando desde el centro a unos 20 minutos. Así que puedes llegar perfectamente dando un paseo. Eso sí, te aconsejamos llevar sombrero y gafas de sol, ya que la zona se encuentra descubierta y la incidencia del sol es importante.
El precio de la entrada ronda los 60 dólares, aunque la visita es gratuita para jubilados, profesores y estudiantes (con acreditación). El horario de visita es todos los días, de 9 a 16:30 h.
¿Por qué visitar el yacimiento y los Atlantes de Tula?
La zona arqueológica de Tula recibe muchas visitas, tanto por mexicanos como por turistas. Y la razón es que es una demostración de que en Latinoamérica hubo más civilizaciones, además de aztecas o mayas. La zona de México es una de las más ricas en cuanto a historia de civilizaciones, y ello se plasma a través de los numerosos restos históricos.
Los Atlantes de Tula son una afirmación de la grandeza de estas civilizaciones y de su gusto por el arte. Visitar este lugar, sin duda, te hará viajar en el tiempo.
Finalmente, te recomendamos aprovechar tu ruta y visitar otros pueblos y ciudades de la zona que tienen gran encanto. A veces, los lugares maravillosos están donde uno menos se lo espera. ¡Anímate!
Fotografía de portada: Steve Cadman / Flickr.com