Qué es lo que tiene Pisa además de la famosa torre
Pisa es una de las grandes ciudades monumentales de la región italiana de la Toscana. Es un foco turístico de primer orden mundial gracias a la presencia de su Torre Inclinada, sin embargo el casco histórico pisano tiene otros muchos lugares atractivos, cargados de historia y de arte.
Está claro que la Torre de Pisa es su gran emblema turístico. Por mucho que se haya visto en la televisión o en los libros, los viajeros no dejan de sorprenderse cuando se encuentran en su base y aprecian su impresionante inclinación de 4 grados, lo que significa que su cúspide a más de 55 metros, esté desviada casi cuatro metros respecto a la base.
Sin embargo, pese a esa amenaza de derrumbe mantiene el equilibrio desde su fase de construcción, allá por el siglo XII. Una característica que la convierte en única y en una atracción turística en la que todos los visitantes buscan el encuadre fotográfico más adecuado para simular que la sostienen.
No obstante, una vez hecha esa foto, hay muchas otras cosas que hacer y qué ver en Pisa. Aquí van algunas de ellas.
La Piazza dei Miracoli de Pisa
La propia Torre Inclinada forma parte de la zona más monumental de Pisa. De hecho, la torre en realidad es el campanario de la Catedral, un edificio medieval ante cuya fachada se eleva el Baptisterio. Precisamente entre la Catedral y el Baptisterio se extiende la llamada Piazza dei Miracoli o Plaza de los Milagros, que se continúa con la superficie del Camposanto.
Todo ello es un impresionante conjunto arquitectónico y artístico, catalogado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La Catedral de Pisa
La Catedral o el Duomo es la iglesia principal de la ciudad de Pisa. Sus orígenes se remontan al Medievo, ya que se empezó a construir en el siglo XI en estilo románico. Todo ese estilo predomina en su impresionante exterior. Pero las sorpresas aumentan al entrar al interior de la iglesia.
Allí se descubre que todo está recubierto de mármol blanco y negro y que la cubierta es una techumbre dorada que conduce a una gran cúpula repleta de pinturas al fresco.
Pero además, en las capillas y altares se acumulan las obras de arte de diferentes estilos. Desde mosaicos de inspiración bizantina hasta esculturas de enorme calidad como el famoso púlpito labrado por Giovanni Pisano en el siglo XIV.
El Baptisterio de Pisa
El Baptisterio de San Juan Bautista es el más grande de Italia, y como es habitual en muchas regiones de este país, se trata de un edificio independiente de las iglesias destinado exclusivamente a celebrar bautizos.
Se construyó unos años después que el Duomo, en el siglo XII. Sorprende por su impresionante cúpula con una circunferencia de más de 100 metros y es mundialmente famoso por las esculturas que atesora en su interior, sobre todo por el púlpito que realizó Nicolá Pisano en el siglo XIII, el padre del autor del púlpito catedralicio.
“La verdadera obra de arte no es más queuna sombra de la perfección divina.”
-Miguel Ángel Buonarroti-
El Camposanto
Esta es la zona menos conocida de la Plaza de los Milagros de Pisa, sin embargo es enormemente interesante, ya que en este cementerio se pueden descubrir un elevado número de esculturas y sarcófagos de época romana.
Otras iglesias monumentales de Pisa
El patrimonio histórico y artístico de Pisa no acaba en la Piazza dei Miracoli. Hay mucho más, especialmente en forma de iglesias. Destaca el pequeño templo de Santa María della Spina, de estilo gótico. Un edificio que es al mismo tiempo una obra de arte arquitectónico y también escultórico por sus muchos elementos decorativos tallados en piedra.
Hay otras muchas iglesias interesantes en el casco histórico de Pisa y entre todas ellas se puede realizar una suculenta ruta artística yendo a Santa Caterina, San Paolo a Ripa d’Arno, San Estefano dei Cavalieri, San Michele in Borgo o San Nicolá.
La Plaza dei Cavalieri
Si la Plaza de los Milagros es el lugar más famoso de Pisa, en segundo lugar habría que citar la Piazza dei Cavalieri o Plaza de los Caballeros. Si la primera tiene un carácter religioso, esta es mucho más de ámbito civil, pero igualmente monumental.
De hecho, su emplazamiento coincide con el originario foro romano, así que desde siempre aquí se han encontrado los edificios más oficiales. Así es en la actualidad, ya que todavía se elevan en esta plaza la arquitectura renacentista del Palacio de la Carovana y del Palacio del Reloj, frente al cual se eleva la estatua de Cosimo I de Medicis.
En definitiva, Pisa es mucho más que su Torre Inclinada. Es una ciudad toscana que merece un tranquilo paseo por sus calles históricas, contemplando interesantes obras de arte que van desde la Edad Media al Barroco.
Y entre visita y visita, siempre hay que reservar tiempo para entrar a los abundantes restaurantes, donde se ofrecen cartas de lo más variado. Mucho más que pasta y pizza, ya que la gastronomía local es rica en carnes y pescados, tanto de río como de mar, porque Pisa está a menos de media hora de distancia de las aguas del mar Tirreno.