Las montañas de colores de Zhangye Danxia
El Parque Geológico Nacional de Zhangye Danxia alberga uno de los mayores y más singulares espectáculos ofrecidos por la naturaleza. Fantásticos colores se entremezclan en el paisaje creando un paisaje absolutamente asombroso
Se trata de una impresionante cordillera sobre la que se extienden de manera aleatoria líneas de diversos colores entre sus más de 300 kilómetros cuadrados. La perfección de sus secciones y de la colocación de las mismas es tal que parecen la obra de un talentoso artista callejero. Estás líneas han despertado la curiosidad de millones de personas. .
Zhangye Danxia: un espacio mágico
El nombre por el que se reconoce familiarmente a este espacio montañoso en China es Daxia, apelativo que significa nubes rosas. Junto a los montes de Luofu, Dinghu y Xiquiao es uno de los cuatro picos considerados divinos en la cultura oriental. Esto es así gracias a sus inusuales y extraños acantilados y paredes rocosas.
Todos ellos fueron declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2010, ya que reflejan todo el misterio que sugiere el país en el que se encuentran.
El parque se halla entre las localidades de Sunan y Linze, más concretamente en la provincia de Gansu que limita al norte con Mongolia. A este territorio también pertenece el famosísimo desierto de Gobi, rodeado por las escarpadas tierras altas de Qilian. Dicha provincia formó parte de la Ruta de la Seda durante el desarrollo del imperio dinástico chino.
Cómo se han generado las montañas de Zhangye Danxia
La formación de estas montañas tiene su origen en varios choques tectónicos. Según esta teoría científica, las placas que conforman la estructura del planeta se desplazan poco a poco obligando a algunas de ellas a interactuar con otras en ciertos momentos.
En concreto, el delirante desierto de las montañas de colores de Zhangye, que se extiende hasta perderse en el horizonte, se conformó a causa de la colisión de las placas tectónicas australiana e india, que posteriormente se encontraron con la euroasiática. Estos hechos tuvieron lugar hace más de 6 millones de años.
Qué da lugar a este arco iris terrenal
Las zonas rocosas suelen deber su aspecto a la concentración de pigmentos que poseen según el tipo de piedra que las compone. En Zhangye los suelos han adquirido montones de diferentes matices a causa de la erosión producida por las lluvias y los golpes de viento en los estratos arenosos que componen el terreno.
En un principio eran totalmente rojos pero su tonalidad ha ido degenerando con el paso del tiempo. A este desgaste se le suman las congelaciones que suelen sufrirse a lo largo de todo el año. Estos cambios han provocado que esta desértica zona se asemeje a los botes que los niños suelen llenar con sal coloreada con tiza.
¿Qué es el ser ante el color del mundo? El color del mundo es mayor que el sentimiento del hombre.”
-Juan Ramón Jiménez-
Los factores climatológicos comunes también ayudan a resaltar esta belleza de la naturaleza. Tras las cortas temporadas lluviosas que sufre la región, las gamas de colores brillan y clarean, dando lugar a un espectáculo mágico sin precedentes.
Es durante estas épocas cuando más merece la pena acercarse a la cima de estos montes. La luz crepuscular refuerza su hermosura, por lo que también conviene ver caer el sol desde su parte más elevada.
Lo necesario para una visita perfecta
Al tratarse de un área protegida no cuenta con ningún punto de venta de comida o refrescos. Si pretendemos perdernos por allí y recorrer todo el parque o, al menos, gran parte de su extensión es necesario que recordemos llevar con nosotros agua y refrigerios para pasar el día.
No olvidemos que se trata de una zona árida por lo que el calor puede hacer mella en nuestra salud. Por ello, es importante incluir en nuestro equipaje un sombrero o una gorra para protegernos de los rayos solares que azotan a cualquier desierto. La crema protectora y unas gafas de sol tampoco estarán de más.
No obstante, hay que tener en cuenta que en este tipo de espacios se producen grandes cambios de temperatura entre el día y la noche. Si pretendemos acudir a horas muy tempranas o ver el atardecer desde la cima hemos de equiparnos con prendas de abrigo gruesas e incluso con bufandas.