Las espectaculares cuevas azules de la isla de Paxos en Grecia
No hay mucho que se pueda decir con palabras sobre las islas griegas… son realmente preciosas y cada una de ellas nos ofrece un distintivo. Pero algunas islas esconden rincones absolutamente encantadores, es el caso de Paxos, con sus cuevas azules. Hasta allí nos vamos para descubrirlas. ¿Nos acompañas?
La isla de Paxos: un lugar increíble
Esta pequeña isla está en el archipiélago Jónico y tiene una extensión de apenas 30 km². Está localizada a solo 7 kilómetros al sur de Corfú. Sin embargo, por las dificultades de acceso y su situación geográfica es una de las más aisladas del conjunto. a cambio, esto le ha permitido conservar el entorno natural casi virgen.
Una isla preciosa con un paisaje de olivares espectacular y con muchas leyendas. De hecho la mitología dice que Paxos fue creada por el dios Poseidón, que arrancó con su tridente un trozo de Corfú. ¿Por qué? Para que en este pequeño paraíso viviera su amada, Anfítrite.
“Los mitos y la ciencia cumplen una función similar: ambos ofrecen a los seres humanos una representación del mundo y de las fuerzas que se supone que lo gobiernan. Ambos fijan los límites de lo que se considera como posible.”
-François Jacob-
Las cuevas azules de la isla de Paxos
Apenas llegues a la isla te asombrarán su belleza y sus paisajes. Pero sobre todo, quedarás boquiabierto con algo escondido en uno de sus extremos. En la costa occidental de la isla se descubren las maravillosas cuevas azules, cuevas que algunos han llegado a relacionar con el mítico palacio de Poseidón.
Estas cuevas se encuentran en una zona rocosa y profunda. Son un auténtico sueño para los amantes del submarinismo, porque bajo el agua la luz que se filtra crea reflejos y efectos espectaculares. El azul intenso del mar en esta zona y el blanco de las rocas contribuyen a que ese efecto sea aún más increíble.
Cómo se formaron
El mito de Poseidón le da ese toque de romanticismo tan encantador. Pero lo cierto es que el origen de estas cuevas es bastante más común. Se trata de grandes acantilados de piedra caliza que han sido erosionados por el mar. Con el paso del tiempo se fueron esculpiendo estos pequeños tesoros en forma de cuevas.
Algunas de las cuevas son tan profundas y de dimensiones tan grandes que se pueden visitar a bordo de embarcaciones. De hecho, a ellas solo se puede acceder desde el mar, desde tierra son totalmente inaccesibles.
Qué más se puede hacer en Paxos
Visitar las cuevas azules es imprescindible en Paxos. Puedes hacerlo simplemente en barco o, si te atreves, nadando un poco hacia su interior o haciendo submarinismo. Es en la profundidad de las cuevas donde mejor se aprecia ese efecto de la luz sobre el azul de las aguas.
Pero esta pequeña isla ofrece más posibilidades. Puedes aprovechar para relajarte en alguna de sus preciosas playas. Disfrutarás de algo tan sencillo como tumbarte al sol sin pensar en nada y en contacto con la naturaleza más pura que jamás hayas visto.
El paisaje es de ensueño, las aguas son de color azul turquesa, la vegetación es de un verde exuberante y los acantilados de roca caliza blanca reflejan el sol a todas horas.
Las costas, playas y calas se reparten a lo largo del territorio. Y si todavía quieres más tranquilidad y silencio, puedes ir a la isla deshabitada de Antipaxos, a muy poca distancia. Desde el puerto de Paxos parten embarcaciones a diario.
Gáios, la capital
Al sureste de la isla, es un puerto natural protegido entre dos islotes. Con estrechas calles y casas típicas destacan cuatro monumentos hechos por el hombre: la Iglesia de los Santos Apóstoes, el Monasterio de Panagiá, la fortificación veneciana de San Nicolás (construida en 1510 según los planos de Leonardo da Vinci) y el molino de viento (de la misma época que la anterior).
Un precioso pueblo en el que se ha respetado la arquitectura tradicional, con balcones coloreados tipo veneciano. Y en su puerto podrás degustar una deliciosa gastronomía típica a base de pescados y mariscos.
La “odisea” de llegar a la isla de Paxos
Si has leído la célebre obra de Homero quizás te sientas identificado con el personaje principal (Ulises) mientras llegas a la isla de Paxos. ¡Está realmente desconectada del resto! La manera más simple es hacerlo desde la vecina isla de Corfú, contratando una embarcación pequeña para que te lleve hasta ella. El recorrido es de aproximadamente 30 minutos.
Hay que tener en cuenta, por otra parte, que el puerto de Paxos es de poco calado, por eso los barcos grandes no pueden amarrar en él. Y desde hace poco hay una empresa de hidroaviones que se encarga de realizar la ruta entre las ciudades de Gouvia (Corfú) y Gaios (Paxos) y viceversa.