La mágica ruta del Flysch en Guipúzcoa

La mágica ruta del Flysch en Guipúzcoa

Escrito por Juan Luis Minarro

Última actualización: 30 enero, 2016

En la costa occidental de Guipúzcoa, y dentro del recorrido por los pueblos de Zumaia, Mutriku y Deba, se encuentran los acantilados más impactantes que el visitante pueda contemplar y que esconden restos de todas las etapas geológicas de la Tierra. La ruta del Flysch nos muestra un paisaje sorprendente que queremos enseñarte.

Un paisaje único de interés para todo el mundo, pero muy especialmente para los geólogos, por las peculiaridades de la roca y de los efectos que la erosión ha tenido en ella durante millones de años. De hecho, es Reserva de la Biosfera. La ruta del Flysch es una de las grandes recomendaciones si tienes pensado visitar Euskadi.

Ruta del Flysch
Ruta del Flysch – Jose Arcos Aguilar

Paradas en la ruta del Flysch

Lo hemos adelantado, la parte más hermosa está entre Zumaia, Deba y Mutriku. Es aquí donde se pueden contemplar los más imponentes acantilados y, cuando la marea está baja, cómo la roca se interna centenares de metros en el mar. Roca esculpida de una manera asombrosa.

“La gota horada la roca, no por su fuerza, sino por su constancia.”

-Ovidio-

Puedes hacer la ruta por tu cuenta, desde tierra o desde el mar, aunque si lo prefieres también hay rutas guiadas que te llevarán por lo mejor de los flysch.

Pero, en la visita a esta zona, no hay que quedarse solo en este paisaje, hay mucho más por conocer.

Zumaia: una hermosa bahía natural

Zumaia
Zumaia – Jesus Keller

En este encantador pueblo del País Vasco podemos contemplar una impresionante vista del flysch. En un acantilado, sobre la playa de Itzurun, se encuentra la ermita de San Telmo, desde donde podremos hacer unas fotos fantásticas y divisar gran parte de la zona costera que la circunda.

Es más que recomendable esperar a la puesta de sol, ya que nos ofrece una espectacular imagen con el pueblo al fondo.

Cuando la marea baja es posible caminar por la orilla y sentir los restos de estos sedimentos bajo los pies hasta alcanzar el faro de la Atalaya, cuya reconstrucción tuvo lugar durante las guerras carlistas.

Flysch en Zumaia
Flysch en Zumaia – Poliki

No obstante, es necesario mantener las precauciones, ya que las aguas pueden volver a alzarse de manera inesperada y traicionarnos. Por ello, es conveniente consultar los horarios en cualquier oficina de turismo cercana, lugares de los que parten las excursiones guiadas.

En el Centro de Interpretación de Algorri se puede obtener toda la información que se desee en relación a estos imponentes colosos de piedra.

Mutriku: extraordinaria villa pesquera

Un bonito pueblo marinero de calles pequeñas, empredradas y escalonadas. Su casco antiguo es de origen medieval y cuenta con casas y palacios de la época. Es más, algunos restos de muralla todavía se dejan ver

Como sucedía con Zumaia, esta diminuta localidad también está rodeada de acantilados. De hecho, no son más que una continuación de aquellos flysch que se extienden desde el lugar en el que los ríos Deba y Artibay se encuentran.

Mutriku
Mutriku – Jose Arcos Aguilar

Sobre el pueblo se eleva el monte Arno, un cerro cubierto de roca caliza de más de 600 metros de altura. Nuestro paseo puede continuar en dirección a las cuevas de Jentilechea II, que albergan restos paleolíticos.

Y no nos podemos marchar sin entrar en la iglesia de San Andrés de Astigarribia, la más antigua de Guipúzcoa. Ante cualquier duda deberemos acudir al Centro de Interpretación Nautilus, donde nos aclararán cualquier dilema o pregunta.

Deba: la diosa de los ríos

Situada donde el río Deba ve llegar su fin se encuentra esta villa, donde se puede disfrutar de la vista de extraordinarios acantilados.

Ceba
Deba – Santi Rodriguez

Pero esta población, además, posee una inmensa variedad de yacimientos como, por ejemplo, la cueva de Ermitiay o la roca caliza del monolito de Arluza. De entre todos ellos, cabe destacar la cueva de Ekain, donde los turistas contemplarán restos de pinturas prehistóricas.

Desde el mirador de Mendatagaina obtendremos las mejores vistas de los flysch, siempre y cuando la marea esté baja. Una vez visitado Deba, no podemos pasar por alto Sakoneta, situada entre esta y Zumaia.

La ruta del Flysch te muestra unos paisajes que, sin duda, te van a asombrar. Empieza a pensar en esa escapada para recorrer este lugar mágico de la costa española.