La isla de Tabarca, un pequeño paraíso mediterráneo
Tabarca es en realidad un pequeño archipiélago situado frente a las costas de Alicante que sirvió de refugio de piratas berberiscos. Vale la pena conocerlo y admirar su historia, que se evidencia en las murallas de la isla principal, declaradas Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. Si eso no te convence, sus playas y su rica gastronomía si lo hará. Vamos mostrarte lo mejor de Tabarca.
Tabarca, destino turístico
La isla de Tabarca es la más grande y la única habitada de la Comunidad Valenciana. Se la conoce como única isla, pero en realidad es un archipiélago que además de Tabarca, tiene tres islotes: la Cantera, la Galera y la Nao.
Tiene una forma alargada con una longitud de unos 1800 metros y 400 metros de anchura. La población reside en uno de los lados y la única forma de llegar es en los barcos que salen diariamente desde el pueblo de Santa Pola, único medio de comunicación con la isla.
“Se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde se parte”.
– Miguel de Unamuno –
Un poco de historia de la isla de Tabarca
La isla de Tabarca fue históricamente un lugar estratégico muy codiciado. Su ubicación permitía usarla como avanzadilla de vigilancia de las costas circundantes y como base para un ataque a tierra firme.
En la Edad Media, en el año 1.337, el Consejo de Elche fue autorizado para edificar una torre defensiva que permitía guardar la costa. Esta decisión se tomó debido a las constantes incursiones de piratas berberiscos y cuya base de operaciones se encontraba en la isla.
En el siglo XVIII, Carlos III ordenó construir unas murallas y levantar en ella un pueblo, con el objetivo de alojar a familias de pescadores de Génova que se encontraban cautivos en la ciudad tunecina de Tabarka. Les acompañaba un destacamento militar para protegerlas de cualquier ataque por mar.
Estos primeros habitantes comenzaron a vivir de la pesca artesanal y de los servicios de apoyo al destacamento militar. Conforme fue pasando el tiempo, fue retirado el destacamento militar y llegó a tener en algún momento 1.000 habitantes. En la actualidad, su población es de unas 50 personas, aunque aumenta considerablemente en época estival.
¿Cómo es Tabarca?
El pueblo amurallado
Nada más bajar en su precioso puerto, plagado de barcas rústicas, se divisa la entrada al pueblo amurallado y la Puerta de Levante o de San Rafael. Sus calles pintorescas son ideales para pasear y conocer pequeñas tiendas de artesanías, comprar souvenirs o comer en los magníficos restaurantes para probar la gastronomía local.
Si caminas hacia el oeste te encontrarás con la segunda de las tres puertas que han sobrevivido al tiempo desde la Edad Media. Su nombre es la Puerta de la Trancada o de San Gabriel. Esta puerta da a una zona rocosa con pequeñas calas algo apartadas. La tercera puerta, llamada Puerta de Tierra o de San Miguel, es más pequeña y tiene salida al antiguo puerto.
Otros puntos de interés son la Iglesia de San Pedro y San Pablo y la Casa del Gobernador, que ahora es un hotel. El otro lado de la isla está deshabitado. Allí se puede visitar la Torre de San José, el Faro y el cementerio.
Playas y calas
Tabarca tiene una playa principal de unos 200 metros de piedras y arena fina. Sus aguas son muy transparentes, pero es la más concurrida. Se puede descansar en una hamaca, bajo una sombrilla o comer en los chiringuitos.
Las calas dels Birros y la Guardia y de Cova del Llop Marí son de las calas más bonitas de la isla, pues cuentan con una gran belleza paisajística y aguas transparentes. Se encuentran al sur, muy cerca de la Plaza Central del pueblo de Nueva Tabarca.
Además, la isla de Tabarca tiene nada menos que 1400 hectáreas de reserva marina, con una espectacular biodiveridad. Es por ello uno de los mejores lugares del Mediterráneo para la práctica del buceo y el submarinismo.