La isla de Lord Howe, un bello lugar "casi" perdido
No hay ninguna duda de que Australia es un paraíso. Todos soñamos con visitar esta enorme nación llena de curiosa fauna y extraños paisajes. Uno de los espacios naturales australianos que más merece la pena conocer es la pequeña isla de Lord Howe.
La isla de Lord Howe: un paraíso salvaje
La isla fue descubierta tardíamente en 1778 por el navío HMS Suply, barco dedicado al transporte de presidiarios. Un siglo más tarde empezó a albergar ganado y después le siguieron algunos habitantes.
Posteriormente se descubrió que la isla de Lord Howe se había formado a partir de los restos de lava escupidos por un volcán en erupción. Hoy analizamos por qué no podemos perdernos este espectacular edén.
Un lugar idílico y apartado
En el área del océano Pacífico, más concretamente en pleno mar de Tasmania, encontraremos el hermoso y accidentado perfil de esta isla. Por suerte, gracias a los tratados contractuales realizados en 1974, actualmente posee conexión aérea con Sidney.
Si lo que deseamos es olvidarnos del estrés y disfrutar pacíficamente de los regalos de la naturaleza, este es el lugar indicado para conseguir desconectar. Este espacio salvaje está tan apartado del mundo que los teléfonos móviles no tienen cobertura.
No ha sido retocado por la mano del hombre excepto para crear los hoteles y spas levantados con el único propósito de alojar al incipiente turismo. Es más, allí ni siquiera encontraremos cableado eléctrico o edificios de más de dos plantas.
Fauna y flora sin igual
La belleza natural del archipiélago volcánico de Lord Howe es de tal calibre que ha sido declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Asimismo forma parte del Lord Howe Island Marine Park.
Los ecosistemas de este lugar son irrepetibles, ya que están compuestos por especies protegidas que solo es posible encontrar en esta región.
“Si realmente amas la naturaleza, encontarás la belleza en todas partes.”
-Vincent van Gogh-
Entre sus sistemas biológicos los que más destacan son los arrecifes de algas así como los coralinos. Estos últimos reunen más de 90 especies diferentes. En sus alrededor nadan tortugas marinas y más de 500 tipos de coloridos peces tropicales.
Pero además, en estas tierras crece la seta luminosa, famosa por la luz que desprende. Y el que se ha calificado como el insecto palo más raro del mundo tiene también su origen en estos lares. Todo ello deja claro lo fascinante de su flora y su fauna.
Escasa población
La aldea local cuenta con una sola calle alrededor de la que se han acomodado las pequeñas casitas en las que se cobijan los lugareños. Las autoridades locales han prohibido que sobre la isla se encuentren más de 400 personas. Los habitantes habituales suelen sumar un total de 300, a lo que hay que añadirle los visitantes.
Aquellos que deseen trasladarse en coche se toparán con bastantes dificultades para ello, y es que la cantidad de automóviles que pueden recorrer la isla también está muy controlada.
Ya que la extensión de este atolón es de tan sólo 11 kilómetros, lo más recomendable es moverse a pie gozando de un agradable paseo. No obstante, muchos deciden seguir el ejemplo de los locales y montar en bicicleta.
Actividades en la isla de Lord Howe
Un tranquilo día en la playa
Las aguas claras y límpidas de sus orillas promoverán nuestro bienestar y nuestra relajación. Bañarse en ellas o descansar en la arena mientras se escucha el canto de los extraordinarios pájaros que habitan en los alrededores es una auténtica delicia.
A pesar de formar parte de varios parques naturales, los picnics en la arena están permitidos, por lo que podremos pasar allí todo el día sin preocuparnos de nada más que nuestro propio descanso.
Son muchos los que se acercan hasta Lord Howe para practicar el submarinismo y el snorkel, ya que presume de preciosos arrecifes y, de hecho, se encuentra en las inmediaciones de la Gran Barrera de Coral. Aquellos que prefieran lanzarse a practicar surf, windsurf o kitesurf están también de enhorabuena porque podrán realizar estas actividades gracias a las diversas escuelas que ofrecen allí sus servicios.
De excursión por el interior
Si preferimos hacer una excursión y adentrarnos en la zona central de la isla, nos toparemos con senderos poco utilizados que conducen a calas interiores de aspecto exótico o zigzaguean hasta perderse entre los gigantescos palmerales.
Los más atrevidos pueden probar la escalada del Monte Gower. Este pico, de casi 900 metros de altitud, supone todo un reto. Sin embargo, una vez alcanzada la cima, las vistas panorámicas obtenidas de la isla y de sus alrededores son absolutamente fabulosas.
Por otro lado, si nos decantamos por llevar a cabo trayectos pausados y tranquilos podemos elaborar nuestro propio itinerario ornitológico, haciendo paradas en aquellos espacios de anidación ocupados por las endémicas y singulares especies de aves que solo se pueden divisar en este emplazamiento.
La isla de Lord Howe es un pequeño paraíso, perfecto para desconectar del mundo ¿No crees?