Júzcar, el primer pueblo pitufo del mundo
Sí. En Júzcar, en la Serranía de Ronda, se encuentra el primer y único pueblo pitufo del mundo. Toda una sorpresa para niños y mayores que, al igual que las setas donde viven los pitufos de los tebeos, surgió de forma casi espontánea hace unos pocos años en el interior de la provincia de Málaga.
En realidad, no fue algo totalmente espontáneo. Dio la casualidad de que en 2011 la productora Sony Pictures estaba buscando un pueblo por cualquier rincón del planeta que pudiera transformarse en una aldea pitufa, y que le sirviera para ambientar eventos de la presentación mundial de su película “Los Pitufos en 3D”. Y la población elegida y ganadora fue… Júzcar.
Júzcar, pintado de azul pitufo
La propuesta inicial a los vecinos de Júzcar fue que Sony correría con los gastos de pintar todas las casas de ese característico tono azul pitufo, de manera que permanecerían así durante toda la fase de promoción de la película. Y tras eso, Sony volvería a costear la pintura de todas las fachadas en su color original.
Sin embargo, llegado el momento de esa vuelta a la normalidad, las gentes de Júzcar decidieron democráticamente seguir siendo un pueblo pitufo. Algo que sin duda los convierte en un lugar diferente a cualquier otro de su entorno de la Serranía de Ronda, donde lo más habitual son las casas blancas y encaladas al modo tradicional.
La fama internacional de Júzcar
El motivo para que Júzcar renunciara a su color original es que descubrió que de pronto era un lugar conocido en los cinco continentes. Su nombre y su imagen habían aparecido en televisiones, revistas y diarios de todo el globo, y ya era conocida como la única villa pitufa del mundo.
“No importa de dónde vienes, lo que importa es quién decides ser.“
-Frase de Papá Pitufo en “Los Pitufos 2-
Eso ha convertido a Júzcar en un destino turístico destacado dentro de la provincia de Málaga, un lugar muy visitado por viajeros de todo el mundo durante gran parte del año, especialmente por su Costa del Sol. Pues bien desde las orillas del Mediterráneo parten excursiones hacia el interior de la serranía, y en menos de una hora los turistas pueden llegar hasta Júzcar y su particular colorido.
La atracción creciente de Júzcar
Desde que se pintaron de azul 175 construcciones en la población, incluidos el cementerio, la iglesia o el ayuntamiento, el auge turístico ha sido enorme, y se ha materializado en varios puestos de trabajo y la apertura de unos cuantos negocios turísticos.
Estos establecimientos alcanzan su cenit durante los meses de verano, cuando incluso hay días que no llegan a dar abasto. Por ello muchos excursionistas se derivan hacia los pueblos de los alrededores, como Alpendeire, Faraján, Pujerra, Igualeja o Cartajima, que también se han beneficiado más o menos de este influjo pitufo.
Júzcar mantiene la relación con Sony Pictures
Con motivo de una nueva entrega de Los Pitufos, la productora Sony volvió a establecer contacto con Júzcar. Pero ahora no era necesario repintar las casas del azul pitufo característico, ya que todos los vecinos lo mantienen en perfecto estado. E incluso hay quién ha añadido en sus fachadas pinturas con escenas de los personajes del famoso cómic ideado por el dibujante belga Peyo.
En cambio, entre Júzcar y Sony llegaron al acuerdo de promover y financiar la reforestación de zonas de los alrededores de la población que habían sido arrasadas por varios incendios. Sin duda, una replantación de árboles que cuadra a la perfección con el ambiente campestre de los pitufos y que ayuda a recuperar parajes de la Sierra de Ronda.
Además el contraste entre el verde de los bosques de la zona con el azul de la población todavía resulta más bello en la actualidad. Porque Júzcar y su entorno es, sobre todo, un lugar muy fotogénico al que hacer una excursión.
Allí, tras el impacto inicial de descubrir el azul del primer pueblo pitufo del mundo, se puede aprovechar para realizar alguna ruta senderista por la zona, o descubrir los viejos molinos que se conservan junto al río Genal. Y junto a estos molinos están las ruinas de la que fue la Real Fábrica de Hojalata, levantada en el siglo XVIII en el reinado de Felipe V y que fue la primera en España.