Las joyas de Estambul
Prepárate para uno de los viajes más fascinantes de tu vida. Vamos a conocer algunas de las joyas de Estambul, y son muchas. Por ello, el alma de todo buen viajero que llega hasta la maravillosa ciudad turca jamás deja de disfrutar de un lugar tan magnífico como este enclave que el Bósforo ha dividido en dos continentes, Asia y Europa.
Las más hermosas joyas de Estambul
Estambul, con su impresionante historia es todo un tesoro. Vamos a conocer algunas de sus joyas más hermosas.
Mezquita Azul
Si hay una joya de Estambul célebre, que todo buen visitante debe conocer, esa es la mezquita Azul. Levantada por el Sultán Ahmed I hace ya 400 años, es la más famosa y de una gran belleza. Realmente no hay palabras para poder describirla.
Santa Sofía
Obra maestra del arte bizantino, aunque se construyó como iglesia, terminó reconvertida en mezquita. Santa Sofía observa con prestancia la vida en Estambul con sus 1.500 años de historia. Una joya arquitectónica, icono de la ciudad, con sus 4 minaretes y su cúpula de más de 30 metros de diámetro.
Palacio Topkapi
Entre las joyas de Estambul, no solo encontramos mezquitas. También hay otros magníficos edificios como el palacio Topkapi, una de las grandes obras que los musulmanes dejaron a su paso por la ciudad, fiel reflejo del esplendor de la época imperial.
Se trata de una magnífica construcción de 700.000 m² en el que destacan edificios como el harén o el del tesoro, donde se guardan maravillas de incalculable valor.
Palacio Dolmabahce
No hay a orillas del Bósforo un lugar tan enigmático y maravilloso como el palacio Dolmabahce. Imponente con sus 600 metros de fachada y sus casi 300 habitaciones.
La antigua residencia de Ataturk es hoy en día un magnífico museo que puede ser visitado por el viajero.
Mezquita de Solimán
Estambul dispone de un sinfín de mezquitas, y muchas de ellas son realmente bonitas, como el caso de la de Solimán. Pese a su aparente sencillez, impresiona por los azulejos de Iznik que cubren buena parte de su estructura.
Mezquita Nueva
La Mezquita Nueva es una de las joyas de Estambul, dada su ubicación impresionante, a orillas del Bósforo y con unas vistas que no dejan indiferente a una sola alma que tome la sabia decisión de visitarla.
“Siento como si la oscuridad de la noche fuera a cubrir la pobreza de la vida, las calles y los objetos, y que, mientras respiramos tranquilos por fin en casa, en nuestros cuartos, en nuestras camas, nos entregaremos a sueños y fantasías hechos de las antiguas riquezas, las construcciones desaparecidas y las leyendas de ese Estambul ahora tan lejos.”
-Orhan Pamuk-
Iglesia de San Salvador de Chora
El pasado romano y cristiano de Estambul también sigue presente en las calles de la ciudad. No olvidemos que el hermético Imperio Bizantino dominó estas tierras durante más de 1000 años.
Uno de los grandes ejemplos de arte bizantino es, precisamente, la iglesia de San Salvador de Chora, que recibe el sobrenombre de la iglesia de la “santa sabiduría”. En su interior se conservan frescos y mosaicos bizantinos magníficamente conservados.
Iglesia de Santa Irene
Nos marchamos ahora hasta otra de las joyas de Estambul. En este caso, centramos la mirada en la iglesia de Santa Irene, que forma parte de la infraestructura del palacio Topkapi y está en pie en la ciudad desde el siglo IV.
Mezquita de Ortakoy
Seguimos ahora bordeando el Bósforo para detener nuestros pasos en la siguiente de las joyas de Estambul. En este caso, paramos en la mezquita de Ortakoy, en cuyo entorno podrás vislumbrar lo maravillosa que esta populosa ciudad.
Cisterna Basílica
Gracias a los puentes que se han construido sobre el agua, se puede visitar la Cisterna Basílica, que se ha convertido por derecho propio en una de las joyas más curiosas de Estambul. Este inmenso aljibe fue construido en la época de Justiniano y se calcula que podía almacenar unos 100.000 m³ de agua.
La Basílica Cisterna tiene unas dimensiones de 140 por 70 metros y 336 columnas de 9 metros de altura. Los estilos de las columnas son muy variados, ya que fueron reutilizadas de antiguas estructuras y monumentos.
Torre Gálata
No nos olvidamos entre las joyas de Estambul, de la Torre Gálata, que ofrece unas vistas increíbles de la ciudad desde sus más de 60 metros de altura.
Es una de las torres más antiguas del mundo, ya que se construyó en el año 528, aunque fue reconstruida siglos después. Llama la atención el grosor de sus muros, más de tres metros en su base, aunque en la parte alta son bastante más estrechos
Torre Leandro
Dirigimos ahora nuestros pasos hasta la increíble torre Leandro, levantada sobre el agua a más de 200 metros de la costa de Üsküdar. Visita esta joya de Estambul y déjate seducir por su leyenda.
Iglesia de San Antonio de Padua
La iglesia católica más importante de la ciudad de Estambul es la de San Antonio de Padua, en el corazón del barrio de Taksim, así que no dejes de visitarla nunca, pues es muy bella.
Hipódromo Romano
De lo que fue la antigua Constantinopla todavía quedan vestigios entre las joyas de Estambul. Sin duda, el Hipódromo Romano, con sus más de 1000 años de historia, es un gran exponente de ellos. En él destaca su imponente obelisco.