La isla de Ometepe, una belleza en un mar de agua dulce
Nicaragua es una nación cálida y tropical que destaca por sus fogosos volcanes y dos grandiosas lagunas: el Gran Lago de Managua y el Gran Lago de Nicaragua, denominadas popularmente Xolotlán y Cocibolca. En este último se halla la preciosa isla de Ometepe, con dos impresionantes volcanes unidos por un istmo.
Como curiosidad, hay que decir que el inmenso lago en el que se encuentra la isla de Omepete recibió el apelativo de “mar de agua dulce” por los conquistadores españoles. Y otro dato llamativo, algunas especies de tiburones se han aclimatado a este espectacular espacio y habitan sus aguas accediendo a través del río San Juan.
Ometepe, una superficie volcánica
Esta isla también responde al nombre de “Dos Cerros” en lengua náhuati. Cuenta con una extensión de casi 300 kilómetros cuadrados y está localizada en la superficie de Cocibolca. En este atolón destacan dos imponentes volcanes que forman parte del Cinturón del Océano Pacífico.
Concepción, de enorme altura, posee una forma conoidal casi completa y aún está activo. Su última manifestación tuvo lugar en el año 1957. Durante la misma todos los habitantes de estas tierras tuvieron que ser evacuados.
Por su parte, el Maderas se halla en estado inactivo. Su mayor encanto se lo proporciona el pequeño estanque de agua helada que alberga en su cumbre. A esto debemos sumarle la cascada de San Ramón, con una caída de unos 50 metros en la cara sur de este monte.
Ciudades de interés turístico y cultural
Moyagalpa, vigilada por el volcán Concepción, es la primera ciudad que aparece ante los ojos del turista. Es una de las comarcas más ancianas del territorio nicaragüense. Antiguamente se hacía referencia a ella como el lugar de los mosquitos.
A su puerto, ya sea en barca o en ferry, llegan diariamente montones de viajeros curiosos abiertos a nuevas y emocionantes experiencias. Es el emplazamiento ideal para comenzar la andadura por Ometepe y podemos aprovechar para conocer un poco mejor la historia local a través de sus iglesias y museos.
Una vez que todo está listo, podremos satisfacer nuestra curiosidad aún más realizando excursiones por toda la ínsula. Podemos escoger llevarlas a cabo a pie o alquilar para ello una moto, un coche o una bicicleta.
Otra de las urbes más populares de este distrito es Altagracia o Casa de Garzas. Una vez allí, podremos pasar por el Museo Precolombino, uno de sus más importantes atractivos. También dispone de un área portuaria pero, lamentablemente, el paso al mismo está restringido.
Excursiones que no puedes dejar pasar
La Laguna, estimulante espacio natural
La visita a la Reserva Natural de Charco Verde, en San José del Sur, es totalmente obligada. Se halla a unos doce kilómetros de Moyogalpa. En ella, el turista disfrutará de una enorme extensión natural plagada de vegetación y colorido en la que nada pasa desapercibido ante la vista.
Además de la preciosa playa de Charco Verde y de la singular orilla del Bancón, sin lugar a dudas, lo que más llama la atención de este cuidado parque es la laguna Charco Verde. Este espacio está rodeado de inhóspitos manglares, así como de árboles que asoman cuyas raíces asoman a través del agua.
Los antiguos pobladores de estas tierras hacían referencia a ellas como Xistleteot. Cuando el nivel de este acuífero crece alcanza a unirse con el Gran Lago Nicaragua. Durante esa época, los interesados en la práctica deportiva podrán alquilar un barco o un kayak para recorrerlo.
Continuando con nuestra excursión, lo habitual es subir por el lado oeste del monte Charco Verde. Desde su cenit se obtiene una espectacular panorámica de la región gracias al mirador del Diablo, desde el cual se divisa toda la superficie isleña.
“Un viajero sin capacidad de observación es como un pájaro sin alas.”
-Moslih Eddin Saadi-
La Punta de Jesús María, sacado de las escrituras sagradas
Todo explorador que se precie tampoco puede perderse la maravilla que supone la Punta de Jesús María o Punta de la Paloma, a tan sólo cinco kilómetros de Moyogalpa. Se trata de un largo pero estrecho camino de arena formado por la escoria y el resto de residuos de las fuertes erupciones volcánicas de Concepción.
Por supuesto, el paso por la misma está abierto y es posible caminar sobre estos estratos. En la temporada de lluvias, cuando el agua sube, este sendero es prácticamente inperceptible, por lo que parece que estuviésemos caminando sobre este líquido como las Sagradas Escrituras aseguran que ya hizo Jesucristo. A esto se le suma la grata sensación producida por la contemplación de la llegada de las olas a ambos lados de la punta.
La isla de Ometepe es un espacio tranquilo y singular, donde se puede disfrutar de la naturaleza, de hermosas playas y magníficos paisajes ¿A qué esperas para conocerla?