Iglesia de San José de Orosi: el pasado colonial de Costa Rica
Vamos a visitar un pequeño templo colonial edificado por frailes franciscanos en 1743. La iglesia de San José de Orosi se encuentra en el pueblo de Orosi, en el corazón del valle homónimo. Este es un valle profundo y de clima húmedo, rodeado de colinas y exuberante vegetación que enmarcan a la iglesia y al pueblo en un entorno natural de ensueño.
Costa Rica es un país con impresionantes paisajes y playas paradisíacas. En las últimas décadas se está potenciando un turismo enfocado al disfrute de estas maravillas naturales. Las ofertas turísticas que se promocionan te permitirán tumbarte al sol en una de sus magníficas playas, realizar deportes de aventura o admirar una increíble fauna.
Pero, Costa Rica también tiene una rica historia y una enorme diversidad cultural. Esto lo podemos ver reflejado en sus calles, sus monumentos y sus historias. Con este artículo queremos mostrar otra cara de ese maravilloso país. Así, si decides aventurarte a visitarlo, podrás decidir si disfrutas solo de sus fabulosos paisajes o también de su patrimonio histórico cultural.
El valle de Orosi un lugar lleno de historia
Antes de la llegada de los castellanos, el valle estaba poblado por indígenas huetares. Tras la difícil campaña de conquista, las huestes hispanas, lideradas por Juan Vázquez de Coronado a finales del año 1562, lograron afianzar el control del Valle Central.
Fundaron la ciudad de Cartago y desde allí implantaron su férrea dominación sobre las poblaciones indígenas que habitaban en el interior del país. Para conseguirlo, capturaban a los líderes indígenas y saqueaban los cultivos. También incendiaban los ranchos y los obligaban a trasladarse a las reducciones o pueblos de indios establecidos en el Valle Central.
En estos pueblos de indios obligaban a los indígenas a trabajar en beneficio de la nueva élite hispana. También se les forzó a recibir la doctrina cristiana de manos de frailes franciscanos, que a finales del siglo XVI lograron establecer algunos pueblos en los territorios aldeaños al río Reventazón.
Este fue el inicio de la denominada provincia de Ujarrás o doctrina franciscana del mismo nombre. Dentro de esta doctrina estaban los pueblos de Ujarrás, Orosi y Güicasí. En el pueblo de Orosi se levantaron una iglesia y un convento, o sea, una habitación adyacente a la iglesia para vivienda del fraile doctrinero franciscano.
La extinción de Orosi y su nueva fundación
En el transcurso del siglo XVII se produjo una drástica disminución de la población indígena. La explotación sistemática de la población, la aparición de varias epidemias y la continua fuga de indígenas hacia zonas sin presencia de los colonizadores fueron los motivos de este descenso poblacional.
En los pueblos de la ribera del río Reventazón la caída demográfica fue devastadora. Para Orosi fue trágico, pues las autoridades gubernamentales ordenaron en 1699 el traslado de los pocos habitantes que todavía quedaban. De este modo, el pueblo se extinguió.
Mientras tanto, la acción de los misioneros franciscanos cobró importancia en otra región del país, Talamanca. Aunque la resistencia ofrecida por los nativos a la colonización del territorio dificultó la labor de los misioneros.
Estos, a mediados del siglo XVIII y con la finalidad de llevar adelante su proyecto evangelizador, emprendieron una política de traslado, parcialmente voluntario, de población indígena de Talamanca para refundar pueblos.
Este fue el caso de Orosi, el cual fue refundado en el año 1743 con población indígena cabécar. En ese mismo año se inició la construcción de un convento para los misioneros franciscanos y diez años después erigieron una parroquia. La construcción del templo finalizó en el año 1766 y es el mismo que podemos visitar hoy en día.
La iglesia de San José de Orosi, la más antigua de Costa Rica
La iglesia de San José de Orosi es la iglesia en funcionamiento más antigua de Costa Rica. En 1920 fue declarada Patrimonio Nacional, momento en que volvió a ser administrada por los frailes franciscanos, que habían abandonado el pueblo en 1846. Posteriormente, en 1996, la parroquia pasó a ser administrada directamente por la diócesis.
Características de la iglesia de San José de Orosi
El templo tiene un estilo típicamente colonial que integra la iglesia y el convento a través de un corredor. Es un ejemplo claro de una construcción típica de las misiones. Su línea arquitectónica es austera con paredes gruesas hechas de adobe, bahareque y calicanto.
La fachada principal es de forma triangular con un techo a dos aguas. La puerta principal está coronada por un arco de medio punto. Adosada al edificio principal hay una torre-campanario que sobresale del resto del conjunto. Es un edificio de una sola planta y está dividido en tres naves.
La nave de la izquierda tiene dos capillas, la Bautismal y de las Ánimas. En la central podemos observar el retablo mayor con la imagen de San José. Y a la derecha encontramos la sacristía, la cual se comunica con el convento, ubicado al sureste del templo.
El convento fue transformado en un museo, el Museo de Arte Religioso de San José de Orosi. En él podrás observar desde piezas de cerámica precolombinas hasta pinturas de la época colonial. También, en la primera sala, podrás leer la historia de la misión.
Origen de la iglesia en la tradición oral indígena
Es muy interesante el hecho de que la iglesia se hubiera construido a la inversa. O sea, que la cabecera, en vez de estar orientada hacia el oriente, lo esté hacia el occidente. A pesar de que desde la contrarreforma católica esto no se tiene en cuenta, es un elemento destacado en la tradición oral indígena.
La leyenda cuenta que en Orosi, en la calle real que conduce al barrio del Bejuco, nace junto a la calle una fuente termal de aguas sulfurosas. Cuando los misioneros franciscanos fueron a Orosi con los indígenas de Talamanca, lo hicieron en forma de procesión trayendo la imagen de san José a los hombros.
Caminaban cantando salmos y tocando una campanilla de plata. Cuando atravesaron la fuente termal, a unos pocos metros, la campanilla dejó de sonar. Esto fue una señal que les indicaba que en ese lugar debía edificarse una iglesia. Así lo hicieron.
El papel de san José
Poco tiempo después una riada destruyó el edificio. Lo volvieron a levantar y el río, de nuevo, lo destruyó. Llegaron a la conclusión de que, mientras continuaran construyendo la iglesia con la orientación tradicional, o sea, con la cabecera hacia el oriente, esta continuaría siendo destruida.
Creyeron que san José quería tener la vista sobre Cabécar, lugar de procedencia de la imagen. Allí había una iglesia levantada en su honor que fue quemada en una revuelta de indígenas.
En ese momento, levantaron de nuevo la iglesia orientada de tal forma que, estando san José en el altar mayor, pudiera contemplar las montañas de Cabécar situadas al oriente. Desde entonces, cuenta la leyenda que el río modificó su curso a una distancia prudencial de la iglesia.
Dejando de lado la leyenda, es interesante visitar ese mágico lugar. Es una oportunidad única para compartir los mismos espacios que distintos agentes históricos con los que estamos muy familiarizados –indios y misioneros–. Si al final decides viajar en el tiempo y conocer esta modesta pero bellísima iglesia, apunta que está ubicada a solo 35 kilómetros de la capital, San José.
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- Iglesia de Orosi (s.f.). En: Wikipedia. Recuperado el 15 de septiembre de 2019 de: https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Orosi
- Lemistre Pujol, A. (s.f.). Orosi. Costa Rica: Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes.
- Orosi (Costa Rica) (s.f.). En: Wikipedia. Recuperado el 15 de septiembre de 2019 de: https://es.wikipedia.org/wiki/Orosi_(Costa_Rica)
- Solórzano, J.C. (2013). Los indígenas en la frontera de la colonización. Costa Rica 1502-1930. San José: Editorial Universidad Estatal a Distancia.