La historia del Palacio Schwerin en Alemania
El palacio de Schwerin, también conocido como el «Neuschwanstein del norte», es uno de los mejores castillos que podrás visitar en Alemania, más precisamente en el estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. ¿Qué tiene que lo hace tan especial?
En primer lugar, se trata de un castillo situado sobre el agua, lo que causa una gran impresión en el visitante, pues se alza sobre una isla en medio del lago Schwerin, al norte de Alemania. Además, cuenta con un paisaje circundante de una belleza excepcional, con unos bellos interiores que no desentonan con los magníficos jardines.
Actualmente es la sede del parlamento estatal. Asimismo, constituye uno de los mejores ejemplos del historicismo romántico del continente europeo que ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Historia del Palacio Schwerin, en Alemania
Oficialmente, la historia de este castillo tiene sus orígenes hacia el año 973, momento en el que la isla donde se ubica fue visitada por primera vez. Para el siglo XII, los nobles alemanes arribaron a esta localidad y destruyeron toda edificación existente.
Sin embargo, por su ubicación resultaba el sitio idóneo para edificar una fortaleza, por lo que decidieron construir un nuevo castillo, aunque mucho más grande y fuerte. La edificación primigenia, con el paso de los siglos, sufriría una serie de modificaciones hasta convertirse en residencia real.
Así, en el siglo XVI perdería, de forma gradual, su aspecto y capacidad de defensa, hasta consolidarse como una agradable residencia real. En el siglo XVII, el palacio de Schwerin recibió adiciones del Renacimiento holandés durante el proceso de reconstrucción.
Este proceso se vio interrumpido de manera abrupta por la Guerra de los Treinta Años, lo que alargó la reconstrucción hasta el siglo XIX. En su etapa final de reconstrucción, el palacio recibió la influencia de Georg Adolph Demmler, un experto del Renacimiento francés.
Sin embargo, en diciembre de 1913 un voraz incendio devoró casi un tercio del edificio. Este fatídico hecho provocó que deba de ser reconstruido de nuevo. Tras la abdicación del Gran Duque Federico Francisco IV en 1918, el castillo se convertiría en museo y también en sede del gobierno estatal; se ejecutaron entonces varios procesos de restauración.
Recorre el Palacio de Schwerin
Podrás adquirir las entradas en el mismo palacio si quieres pasear por su interior, ya que los jardines son de acceso gratuito. Interiormente, realizarás una visita por las diferentes salas del palacio que datan, principalmente, de entre 1845 y 1857.
El diseño de estos espacios se encuentra inspirado en los castillos del valle del Loira, y todas las salas de este palacio merecen ser visitadas. Tras pasar por todas ellas, podrás acceder a un pequeño museo con piezas de época y armas. De entre todas las salas que se pueden visitar, podemos destacar las 2 más bellas.
Salón del Trono
El Salón del Trono se encuentra en un estado de conservación excepcional, y contiene aún el mobiliario y los lujos de aquella época. Contigua al Salón del Trono encontramos la galería de retratos de los anteriores duques de Mecklenburg-Schwerin.
Habitación de las flores
La otra habitación que podemos destacar es la Habitación de las Flores. Se trata de un salón circular que ocupa la torre principal del palacio y que cuenta con una decoración de motivos florales y cariátides. Podrás tener unas vistas espectaculares de los jardines y del lago desde las ventanas de esta habitación.
La historia del fantasma Petermännchen
El palacio de Schwerin, al igual que otros palacios y castillos de su época, cuenta con su propia leyenda sobre fantasmas. El de este palacio recibe el nombre de Petermännchen, un enano saltarín ataviado con ropa de época que es el vigilante del castillo. La leyenda cuenta que este fantasma otorga una recompensa a quienes sean honestos y buenos y, por el contrario, castiga a los ladrones e intrusos.
Jardines del Palacio de Schwerin, el broche de oro
Después de recorrer las salas del palacio, puedes salir a los jardines para empezar el recorrido, el cual puedes dividir en dos partes. La primera de ellas se realiza por los Jardines de la Isla, circundantes al palacio.
Una vez que hayas rodeado el palacio y disfrutado del paisaje del entorno, podrás cruzar el puente para llegar a tierra firme y visitar la otra parte de los jardines del palacio. El jardín barroco, como es conocido, es un jardín único de la zona norte de Alemania. El diseño de este espacio recayó en la figura del francés Jean Laurent Legeay, y destaca el gran canal que domina el espacio.
Durante todo el recorrido, te encontrarás con una serie de estatuas que custodian el canal. A medida que lo vayas recorriendo, las vistas del palacio de Schwerin serán mejores. Como habrás podido notar, las imágenes que encontrarás en este edificio quedarán guardadas por tiempo en tu retina.
Recorre la bella ciudad de Schwerin, desde sus encantadores lagos hasta su famoso castillo pasando por monumentos como la columna de la Victoria: Tour privado por Schwerin.
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