Helsinki y sus dos catedrales
Helsinki es la capital de Finlandia y, pese a ser la capital de un estado, lo cierto es que la visita a su núcleo histórico se puede hacer caminando apaciblemente durante una jornada, motivo por el cual es una parada habitual y muy atractiva en muchos cruceros que navegan por el mar Báltico. No obstante, aunque todo esté concentrado en una zona de la ciudad, eso no significa que no haya muchos lugares de interés, entre ellos sus dos catedrales.
Helsinki histórico a orillas del Báltico
Prácticamente, todos los monumentos y rincones más atractivos de Helsinki se encuentran alrededor del puerto y la llamada Plaza del Mercado. Si bien, hay zonas interesantes un poco más dispersas, como el hermoso monumento al compositor Sibelius o el museo de las casas Seurasaari un poco más lejos, pero la fabulosa red de tranvías de la ciudad hace que todo quede cerca.
Pero volviendo, a la citada Plaza del Mercado, allí se encuentra la catedral de Uspenski, de la cual hablaremos un poco más abajo. Y muy cerca está el edificio del Ayuntamiento y la Plaza del Senado, y entre ambos las calles encantadoras del barrio Tori.
Al llegar a la Plaza del Senado se ve la segunda catedral de la ciudad, esplendorosamente blanca. No obstante, la capital finesa tiene otros templos espectaculares como la Capilla del Silencio Kamppi, construida en madera, o la afamada iglesia de piedra Temppliaukio, ambas magníficos ejemplos de la modernidad y el diseño que inunda Helsinki. Si bien, monumental e históricamente hablando, se puede asegurar que las dos iglesias principales son las catedrales, una ortodoxa y otra luterana.
Catedral ortodoxa de Uspenski
Como ya hemos dicho, este templo se halla en la Plaza del Mercado. Un recinto religioso que, además de atractivo, es una muestra monumental de la antigua presencia rusa en país, cuyo dominio acabó tras la Revolución Rusa. No hay que olvidar que al otro lado del Báltico se encuentra San Petersburgo, antigua capital imperial de los zares.
Lo primero que llama la atención de este edificio es su construcción en ladrillo rojo, todo ello coronado por tejados verdes. Un edificio que se acabó de construir en 1868 con el impulso del zar Alejandro II y que es una muestra de la fusión entre oriente y occidente, ya que su fachada es de un carácter muy eslavo, mientras que el interior recuerda a la arquitectura bizantina.
En definitiva, la catedral de Uspenski básicamente es muy atractiva y merece una visita, aunque solo sea para conocer la iglesia ortodoxa más grande de Europa occidental.
La catedral luterana de Helsinki
El contraste arquitectónico con la otra catedral de la ciudad no puede ser mayor ya que en el caso de la luterana, estamos ante un imponente edificio de estilo neoclásico todo él dominado por el color blanco en cualquiera de sus elementos externos, desde la cúpula hasta su pórtico con columnas.
Esta iglesia protagoniza en gran manera el skyline de Helsinki y es uno de los edificios más visibles desde el mar. Y es que se construyó en un punto elevado, en la actual Plaza del Senado, que anteriormente era una colina que fue transformada en el siglo XIX en un importante proyecto urbanístico.
Más atractivos de Helsinki
Además de las catedrales e iglesias que os hemos nombrado hay otros puntos de interés que hacen muy interesante la visita a la capital de Finlandia, sobre todo para todos aquellos que sean unos apasionados del mundo del diseño, ya que esta ciudad es una de las punteras en el mundo, e incluso hay un Distrito del Diseño donde se descubren las últimas tendencias en moda, mobiliario y todo tipo de artes menores.
“Diseño es donde la ciencia y el arte llegan a un punto de equilibrio.”
-Robin Mathew-
También es una muy buena idea darse un paseo por Esplanadi, la calle ajardinada más transitada de la ciudad, donde abundan los hoteles, las tiendas caras y las terrazas. Y para aquellos que no quieran caminar tanto, recomendamos un crucero panorámico por los alrededores, lo que proporciona una visión complementaria de Helsinki.