Los Guerreros de terracota en el mausoleo de Qin Shi Huang
Después de la Gran Muralla, la segunda imagen más icónica de China son los Guerreros de terracota de Xi’an. Un yacimiento arqueológico que por sus dimensiones, antigüedad y características solo es concebible en China, país donde todo es más grande y más viejo que en ningún otro lugar.
Además de abrumar por su número, del que os hablaremos a continuación, los Guerreros de Xi’an son increíbles por su calidad artística. Un lugar imperdible en vuestro próximo viaje a China.
Los miles guerreros del mausoleo de Qin Shi Huang
En realidad, las miles de figuras a tamaño un poco mayor que el natural que forman el yacimiento se realizaron como cortejo o ejército para salvaguardar la tumba de Qin Shi Huang. Este personaje fue el primer emperador de China y vivió allá por el siglo III antes de Cristo.
El emperador tuvo un reinado pletórico de actuaciones. Y entre su legado monumental, no solo encargó este fastuoso mausoleo, sino que también fue él quien inició la construcción de la citada Gran Muralla China.
Como decíamos, los guerreros de terracota son miles. En la actualidad se pueden contemplar gran parte de ellos, pero todavía quedan muchos enterrados. De esta manera, se estima que se modelaron en total hasta 8.000 guerreros de terracota, algunos de ellos a caballo, en carros, oficiales y mucha tropa. Pero sorprendentemente, se puede apreciar que cada uno de ellos se hizo de forma individualizada, porque cada rostro es distinto al resto.
El origen del yacimiento
Aquel increíble ejército en barro se mandó enterrar, al igual que el propio mausoleo de Qin Shi Huang. Y llegó un momento que se perdió la noticia sobre él. Tan solo los agricultores de la zona, durante siglos, encontraban cabezas de barro, aunque ellos pensaban que eran espíritus buenos o malos, según quien las hallaba.
Sin embargo, hacia 1974 se comenzó una excavación seria, y el resultado fue una fosa en la que hoy se sabe que hay unos 6.500 soldados en formación. Ese fue el primer hallazgo, y realmente sorprendente, pero no el único, ya que posteriormente se han excavado otras dos fosas. Menos numerosas, pero con más variedad, ya que hay carros, oficiales, caballos o arqueros.
Y todavía queda mucho por sacar a la luz. Sin olvidar las riquezas propias con las que se haría enterrar el emperador Qin Shi Huang en su mausoleo personal, ya que los miles de guerreros de terracota tan solo eran sus guardianes.
La visita a los Guerreros de terracota
En el mundo entero este yacimiento arqueológico se conoce como los Guerreros de Xi’an, por hallarse en las inmediaciones de Xi’an. Una urbe situada en el corazón del país y que dista más de 1.100 kilómetros de Pekín y casi 1.400 de Shanghai. Es decir, llegar allí supone un viaje largo. Si bien entre Pekín y Xi’an hay tren de alta velocidad, mientras que con Shanghai el trayecto es más largo y dura casi 12 horas de viaje.
No obstante, al llegar a la ciudad se comprueba que es fácil encontrar alojamiento, y que en realidad todo el turismo gira en torno a los míticos Guerreros de terracota. En cualquier hotel ofrecen la excursión hasta el yacimiento y el museo, si bien en autobús público es fácil llegar hasta allí.
“Como todo lo que importa en la vida, un gran viaje es una obra de arte.”
-André Suarès-
Recorrido por el museo de los Guerreros de Xi’an
Son visitables las tres fosas donde se han hallado figuras. Pues bien, os recomendamos visitarlas en el orden inverso a su descubrimiento. Empezaréis por la fosa 3 viendo casi un centenar de guerreros que son el grupo de oficiales. Tras eso, en la fosa 2 se ven un grupo más amplio de soldados, algunos a caballo o en carruajes, y en ciertas partes hay una interesante musealización para poder ver los detalles de las figuras.
Y por último, se entra a la colosal fosa 1. Allí os impactará la visión de miles de soldados de infantería y de caballería en un perfecto desfile milenario. Una imagen difícil de olvidar y que hace comprender de inmediato porque este es uno de los yacimientos de la Antigüedad más sobrecogedores que se pueden ver en todo el planeta.