Gdansk en Polonia, la ciudad de la libertad
Gdansk es una localidad polaca de origen medieval de gran relevancia histórica, ya que fue en ella donde se inició un movimiento social que derrocó al comunismo en Europa. Pero mucho antes, esta ciudad se había consolidado como la primera región portuaria del país por su privilegiada posición geográfica, que la llevó a convertirse en miembro de la Liga Hanseática.
Conocer Gdansk a través de la historia
Gdansk fue fundada en el siglo IX tras la creación de un fuerte en la región norte del estado polaco (gobernado por la dinastía Piast). El propósito de esta estructura era conectar el estado con las rutas comerciales del mar Báltico.
Gracias a su profunda vocación marítima, Gdansk pasó a formar parte de la Liga Hanseática. Esta federación comercial y defensiva se consolidó como el primer mercado común europeo. Además, logró frenar las constantes invasiones de piratas que se producían en aquella época en el Báltico.
La historia de Gdansk, por otra parte, está salpicada de acontecimientos relevantes que la convirtieron en lo que es hoy. Pasó de formar parte de Prusia a convertirse en una ciudad libre, llamada anteriormente Dazing. En 1923 la mayor parte de la población era alemana, sin embargo, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el ejército rojo destruyó gran parte de esta y expulsó a 120.000 alemanes.
Los astilleros y el inicio de un movimiento social sin precedentes
Uno de los grandes símbolos de Gdansk son sus astilleros. Su gran valor histórico tiene mucho que ver con que en ellos trabajó Lech Walesa, Nobel de la Paz en 1983. Este hombre lideró el Sindicato Solidarsnoc, que protagonizó numerosas huelgas y protestas que obtuvieron gran repercusión social.
Las manifestaciones encabezadas por Walesa tuvieron lugar en los años 80 y acabarían convirtiéndose en un increíble movimiento que logró derrocar el comunismo en Polonia, para luego extenderse hacia la órbita soviética. Pese a la reducción de las actividades en los astilleros, estos siguen representando uno de los símbolos de mayor importancia para la ciudad y sus habitantes.
De hecho, se sigue reconociendo a Gdansk por los astilleros y se la ha llegado a calificar como “ciudad de la libertad” por lo que en ellos aconteció y su repercusión histórica.
“Siempre soy libre, incluso en prisión. Mis pensamientos, mis sueños y mis aspiraciones no pueden ser destruidos materialmente.”
-Lech Walesa-
El encanto de la Ciudad Vieja
Resulta sorprendente que en esta parte de la ciudad podrán encontrarse más edificios modernos que antiguos, construidos tras culminar La Segunda Guerra Mundial. Al cruzar la calle Podwawl Staromiejskie se podrá acceder con facilidad a la Ciudad Vieja.
Cerca del canal que rodea esta zona también puede encontrarse el característico Gran Molino. Pero lo más destacado a nivel histórico es el monumento en honor a los defensores de la oficina de correos. Este se construyó para honrar a los empleados de correo que defendieron la oficina durante los primeros ataques nazis.
Un relajante paseo por el muelle de Gdansk
Se trata de un hermoso paseo que atraviesa el río Motlawa. En este recorrido se pueden encontrar algunas casas-museo de antiguos comerciantes y el emblemático Museo Arqueológico de Gdansk. Además, al continuar el recorrido se pueden apreciar diversas tiendas de joyería de ámbar que se encuentran a través de la puerta Santa María.
Más adelante el turista encontrará la majestuosa basílica de Nuestra Señora. Esta destaca por ser la mayor iglesia en Europa que fue construida en ladrillo. Además, desde su imponente torre se puede contemplar la ciudad desde 80 metros de altura.
La Ruta Real, un trayecto simbólico
Discurre a lo largo de la hermosa calle Dugla, se inicia en el centro de la ciudad y llega al muelle. En este mágico recorrido el visitante encontrará altos edificios que denotan la mezcla de diversas influencias arquitectónicas. Esto gracias a la repoblación y reconstrucción de Gdansk a manos de polacos, hebreos, flamencos y alemanes.
Uno de los edificios más emblemáticos que el visitante observará en la Ruta Real es el Ayuntamiento y su monumental torre. Cerca de esta estructura se encuentra la imponente estatua del dios Neptuno, otro símbolo importante de la ciudad, por lo que resulta un punto de encuentro de gran valor.
Mientras el visitante disfruta de la riqueza histórica que ofrece este mágico recorrido también tendrá la oportunidad de relajarse y disfrutar de la gastronomía del lugar, ya que a lo largo de la calle Dugla se pueden encontrar diversos restaurantes y cafés. Algunas de las especialidades que sirven estos restaurantes locales son el pescado salvaje del Báltico y vodka dulce con auténticos copos de oro.