Fisura de Silfra en Islandia: un lugar perfecto para el buceo
La fisura de Silfra es una de las 50 mejores zonas para los amantes del buceo. Son muchos los que viajan hasta Islandia para disfrutar de esta aventura única. Y es que no todo el mundo puede decir que se ha sumergido entre dos placas continentales.
Por ello, hemos recopilado toda la información necesaria para mostraros las maravillas que os esperan ahí abajo y todo cuanto necesitáis saber para realizar esta pequeña expedición a las profundidades de nuestro planeta.
La fisura de Silfra, uno de los mejores lugares para bucear
La fisura de Silfra se encuentra situada en el lago Thingvallvatn. Este lago se encuentra dentro del Parque Nacional de Thingvellir, en Islandia. Esta fisura es una grieta creada entre dos placas: la norteamericana y la placa euroasiática. Un dato curioso es que estas placas se separan unos dos centímetros por año.
Esta fisura es una consecuencia creada por la dorsal Mesoatlántica, que es la cordillera que separa las placas anteriormente mencionadas, forzando que estas se separen. Este fenómeno ha generado varias fisuras en Islandia. Por lo general, son de poca profundidad y esto atrae a muchos buceadores. La más solicitada es la de Silfra, que tiene más de 54 millones de años de antigüedad.
Aunque en un principio pueda no llamar la atención de algunos amantes del buceo por la escasa vida marina que hay en ella, la fisura de Silfra cuenta con un encanto difícil de igualar: la visibilidad de sus aguas y su entorno. Podremos bucear a más de 100 metros de profundidad sin perder detalle.
Esto se debe a que el agua se encuentra a una temperatura que ronda entre los 2 ºC y los 4 ºC durante todo el año. Este agua fría proviene del glaciar Langjökull. Gracias a la utilización de pozos subterráneos el agua se transporta y se filtra hasta su llegada al norte del lago Thingvellir. De hecho, el agua es tan pura que puede ser bebida durante el buceo.
Buceando en la fisura de Silfra
La mayoría de las excursiones ofrecen la oportunidad de elegir entre dos tipos de traje de buceo. El primero es un dry-suit, un traje hermético y aislante para el frío que no se puede utilizar para el buceo, pero que permite darse un baño y flotar ligeramente en la fisura. El segundo es un wet-suit, el típico traje de neopreno que no aísla del frío al completo, pero que sí permite sumergirse.
Para aquellos que desean bucear, deben ser conocedores de las normas y condiciones de realizar este deporte en este tipo de aguas, así como acatar todas las reglas impuestas por el parque nacional. Está terminantemente prohibido bucear en solitario.
Una vez dentro de la fisura de Silfra, se pueden visitar sus tres secciones principales. La primera es el hall de Silfra, que es la entrada a la zona de buceo, desde aquí se nadan unos 200 metros hasta llegar a la catedral de Silfra. Durante esta ruta hay que sortear algunas rocas y grietas.
La catedral de Silfra es la zona más valorada por los buceadores. Se encuentra en la zona más profunda y tiene unos 100 metros de largo. Al final se encuentra una pendiente de arena de una profundidad de casi tres metros. Utilizando esta se llega a la tercera zona, la laguna de Silfra, que lleva de nuevo hasta el el lago Thingvallvatn.
Consejos útiles para el viaje
Lo primero que hay que saber es que la fisura de Silfra se encuentra pleno Círculo de Oro, una de las zonas más demandadas de Islandia. Por ello, son muchos turistas que deciden viajar hasta ella desde Reikiavik. Desde aquí se puede partir en vehículo propio o en otros medios de transporte para viajar hasta el Parque Nacional de Thingvellir sin mucha dificultad.
Del mismo modo, el consejo es alojarse en Reikiavik, por su amplia oferta hotelera y sus servicios disponibles para los turistas. Es más, lo normal es contratar la excursión directamente desde una agencia de actividades en la propia ciudad. El precio de esta actividad supera los 100 euros, pero además de bucear se incluyen otras actividades como el rafting o el paseo a caballo.
Por último, no hay que olvidar que hay que caminar sobre terreno volcánico durante casi un kilómetro hasta llegar a la fisura. Toda una oportunidad para sacar fotos realmente espectaculares.