Un fin de semana ideal en Granada
La hermosa Granada… con la Alhambra como icono principal pero con mucho más para ofrecer en una estancia de dos días. Hemos viajado hasta tierras granadinas y te lo queremos contar en este artículo. ¡Organiza un fin de semana ideal en este bello lugar!
Primer día en Granada
Si bien algunos turistas reservan la segunda jornada para visitar la zona de la Alhambra, nosotros no podemos esperar. Lo mejor es estar temprano para recorrer con calma los palacios, los patios y el parque.
Desde la Plaza Nueva tomamos la cuesta de Gómerez hasta llegar a la Puerta de las Granadas (las calles son bastante empinadas, ideal para hacer ejercicio matutino). Luego pasamos por la Puerta de la Justicia y por fin accedemos al conjunto arquitectónico-histórico más bonito que se pueda imaginar. Recuerda que para acceder de esta manera ya debes contar con las entradas.
La primera parada es la Alcazaba, la parte más antigua, con restos arqueológicos de la medina defensiva. Después se puede subir a la torre de la Vela (la más alta) para disfrutar de las panorámicas de la ciudad.
Por supuesto, hay que visitar el Palacio de Carlos V y sus hermosos pórticos y los Palacios Nazaríes. No te pierdas la Sala de la Barca (con un precioso techo de madera), el Patio de los Leones y el de las dos Hermanas.
Y una vez que se sale del palacio pasamos por el Partal se llega al Generalife. La visita más o menos lleva 4 horas si vas andando tranquilo y disfrutas de cada rincón.
Tras visitar la Alhambra lo mejor es regresar al centro de la ciudad para comer algo (unas típicas tapas) y continuar el recorrido visitando el monasterio de San Jerónimo, el Sacromonte, la Cartuja, la Colegiata de San Justo y Pastor, el Hospital Real y la iglesia del Perpetuo Socorro.
Para descansar un poco una buena opción es ir al mirador de San Nicolás, así, además de recargar las baterías se puede admirar una bonita puesta del sol con la música del flamenco de fondo.
“Granada emociona hasta deshacer y fundir todos los sentidos.”
-Henry Matisse-
Segundo día en Granada
Tras unas cuantas horas de sueño y un buen desayuno hay que prepararse para recorrer los alrededores del centro de la ciudad. El primer sitio elegido es la Capilla Real, un lugar muy visitado que fue construido en 1504 por orden de los Reyes Católicos para ser su lugar de descanso eterno.
Anteriormente el terreno pertenecía a una mezquita. En la cripta se pueden ver las tumbas de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla; su hija Juana y el esposo de esta, Felipe el Hermoso, y el nieto de los reyes, Miguel de Portugal, que murió de pequeño. No te pierdas el pequeño museo donde se puede ver la corona de Isabel la Católica y pinturas de la época.
Seguimos camino hasta la catedral de Granada, en la que se distinguen los dos estilos arquitectónicos de la construcción: gótico tardío y renacentista. Tras ello nada más encantador que caminar sin rumbo por las callejuelas de la ciudad, entre tiendas y mujeres que ofrecen ramas de romero en cualquier rincón.
Así se llega a la plaza Bib-Rambla, perfecta para sentarse a tomar un chocolate con churros, típicos granadinos. Despuésse puede visitar el Corral del Carbón, un muy bonito monumento construido en el siglo XIV y único de estilo andalusí conservado por completo en toda la Península Ibérica. El patio se usa en la actualidad para conciertos de flamenco. Cerca de allí está el Palacio de los Duques de Abrantes, que también vale la pena visitar.
Nuevamente hay que perderse, esta vez por el Albaicín, un barrio encantador y muy típico. En la calle Elvira y alrededores se pueden comprar algunos souvenirs y comer platos árabes como si se estuviese en el zoco de Marrakech.
Si quieres puedes ir otra vez al mirador de San Nicolás (con una parada previa en las iglesias del Salvador y de San Nicolás y la casa donde nació el cantaor Enrique Morente). Desde allí tendrás vistas más que bonitas de la Alhambra. Ya no queda más tiempo y hay que volver a casa, seguramente cansado pero muy feliz de haber estado en un sitio tan cargado de historia.