Una escapada a Praga en 4 días inolvidables
Nos vamos de escapada a Praga, uno de esos destinos imprescindibles y mágicos de Europa. Apenas 4 días son suficientes para enamorarse de la capital checa. Tanto es así que, como comprobarás más tarde, el último día te proponemos algunas excursiones por los alrededores de la ciudad. ¿Nos acompañas en este recorrido por la llamada Ciudad de las 100 Torres?
Primer día de nuestra escapada a Praga
En el primer día de nuestra escapada a Praga visitaremos los lugares más conocidos y reconocidos de la ciudad. Para ello, iremos por Stare Mesto (el centro histórico) y por Josefov, que es el barrio judío.
En el centro se encuentra la famosa plaza de la Ciudad Vieja. Allí veremos el antiguo ayuntamiento, con su bonita torre. Luego nos pararemos ante el maravilloso y singular reloj astronómico. Y tras ello, visitaremos la iglesia de Nuestra Señora de Týn y contemplaremos en monumento a Juan Hus.
De ahí nos vamos al barrio judío. En Josefov nos esperan seis sinagogas. Podemos mencionar la Vieja-Nueva, la más antigua de Europa en uso, o la Española, llamada así por su decoración morisca. También es imprescindible acercarse al curioso y especial cementerio judío.
Después, volveremos al centro de la ciudad para callejear por los alrededores de la plaza de la Ciudad Vieja. Ya irá cayendo la tarde, por lo que daremos un paseo a las orillas del río Moldava, con el puente de Carlos y el castillo como acompañantes.
Para cenar, podremos visitar dos de los restaurantes más típicos de la ciudad: U Zlateho Hada y U Fleku. En ambos degustaremos la fantástica cocina checa y en el último, además, podremos conocer la gran variedad de cervezas checas que hay, todas de gran calidad.
Segundo día en Praga
En este segundo día de nuestra escapada a Praga cruzaremos el puente de Carlos hasta llegar al barrio bohemio de Mala Strana. En esta zona no nos perderemos lugares tan increíbles como isla de Kampa, la iglesia de San Nicolás, la iglesia Nuestra Señora de la Victoria o el jardín Vrtba.
Es imprescindible dedicar tiempo a recorrer uno de los principales atractivos de Praga, como es el castillo. Se trata de un magnífico recinto en el que se eleva la bella catedral gótica.
Después de disfrutar de este barrio, nos dirigiremos hacia la colina de Petrín. A medio camino encontramos El Loreto y el monasterio Strahov, con su magnífica biblioteca. Este día disfrutaremos de la puesta de sol desde la torre Petrín, donde conseguiremos una de las fotografías más bellas de nuestro viaje.
Por toda la zona de Mala Strana hay decenas de restaurantes, algunos muy especiales, donde recobrar fuerzas a base de buenos platos típicos. Uno de los mejores es el restaurante del Hotel Pod Vezi, que además cuenta con una fantástica terraza desde la que se ve gran parte de la ciudad iluminada.
Tercer día en la ciudad
En este tercer día, recorreremos Nove Mesto, o Ciudad Nueva. Nuestra ruta comenzará en la plaza Wescelao hasta llegar al Museo Nacional de Praga. Después, seguiremos el cauce del río Moldava, desde el Teatro Nacional hasta el acceso a la fortaleza de Vyšehrad.
De camino veremos la Casa Danzante, uno de los lugares más singulares de Praga. También visitaremos la iglesia de San Pedro y San Pablo y el cementerio de Vyšehrad. Después, volveremos al centro parando en el pasaje de Lucerna (no te pierdas su sorprendente estatua), la Casa Municipal o el Museo Comunista.
Como plan para la noche, podemos asistir a un espectáculo de la Ópera Estatal de Praga. Una alternativa es ir a tomar algo por alguno de los muchos bares y pubs de la zona del puente de Carlos.
Cuarto día: nos vamos de excursión
Como os decíamos al comienzo, el último día de la escapada a Praga podremos dedicarlo a realizar una excursión. Y es que cerca de la capital checa hay infinidad de lugares interesantes que se pueden visitar en unas horas.
Podemos visitar Kutna Hora, una preciosa ciudad situada a unos 50 minutos en tren de Praga. Lo más característico de esta son sus calles empedradas y sus casas de colores. Allí hay que ver la catedral gótica de Santa Bárbara, la capilla del Corpus Christi o el Osario de Sedlec (¡no apto para los más sensibles!)
La segunda excursión que podemos hacer es al campo de concentración de Terezín, a 60 kilómetros de la capital. Hasta aquí llegaron más de 150 000 judíos, la mayoría checos. De esta forma podremos conocer algo de la historia del Holocausto en la República Checa.
Cualquiera de las dos excursiones nos llevará medio día, por lo que podemos aprovechar la última tarde de nuestra escapada a Praga para dar un paseo por el centro, disfrutar de una famosa cerveza checa o comprar souvenirs, como el famoso cristal de Bohemia o las míticas marionetas.
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