Nos subimos a lo más alto del Empire State Building
El Empire State Building es, sin duda, uno de los edificios más emblemáticos de Nueva York y el tercero más alto de la ciudad (superado únicamente por el One World Trade Center y el 432 Park Avenue). Es, además, el quinto en el ranking nacional (además de los dos citados lo superan en altura la Willis Tower y el Trump International Hotel & Tower, ambos en Chicago). ¡Y lo mejor de todo es que podemos acceder a él para disfrutar de hermosas vistas! En este artículo te contamos la experiencia.
Datos curiosos sobre el Empire State Building
Nos gusta mucho la historia de los lugares a los que visitamos, por eso vale la pena conocer algunos datos interesantes sobre el Empire State, que durante 40 años ostentó el título de ser “el edificio más alto del mundo”:
- Fue inaugurado en mayo de 1931 por el entonces presidente Hoover… quien no estuvo personalmente allí pero que encendió las luces desde Washington.
- Las obras (que habían comenzado en marzo de 1930) fueron un récord para la época y el coste total fue de casi 41 millones de dólares.
- Trabajaron 3.000 obreros y se erigieron 4 pisos y medio por semana de promedio. El peso total del edificio ronda las 365.000 toneladas.
- Tiene 102 pisos y mide 443,2 metros, cuenta con una torre de emisión y una antena y en el piso 86 ofrece una terraza (a 320 metros de alto). En ambas plantas están los observatorios, que reciben a 2,5 millones de personas al año.
- En 1945 un bombardero se estrelló en el lado norte del edificio, entre los pisos 79 y 80. Murieron 14 personas y los daños sumaron 1 millón de dólares.
- El Empire State Building cuenta con 73 ascensores, 6 de ellos montacargas y 8 de alta velocidad (llegan a las planta 80 en 45 segundos).
- Cada 14 de febrero (día de los enamorados), se eligen 14 parejas para que se casen en lo más alto del edificio.
Datos y consejos para subir al Empire State Building
Este simbólico edificio neoyorquino se encuentra en la 350 5th Avenue (entre 33rd y 34th Street) y para llegar podemos tomar la línea 6 de metro. Abre todos los días de 8 de la mañana a 2 de la madrugada aunque el último ascensor sube a la 1:15 hs.
Debes tener en cuenta que en cualquier momento del año hay gente esperando para entrar al edificio. Si bien las filas son más cortas en invierno, también existen. Así que, armaos de un poco de paciencia.
Una vez que se pagan las entradas (alrededor de 30 dólares por adulto) el personal guía a los turistas hacia el primer ascensor que lleva a la segunda planta. Allí dan audio guías (disponibles en español) con contenido multimedia y pantalla táctil.
Durante el recorrido hacia los demás ascensores podemos ver diferentes exposiciones que muestran la historia de la construcción y vida del edificio así como también de Nueva York.
“¡Nueva York! Desde el principio me turbó tu belleza, esa muchacha de ojos grandes y de largas piernas.”
-Léopold Sédar Senghor-
No es posible subir por las escaleras y la mayoría de las personas llegan solo hasta el observatorio del piso 86, ya que es más barato que subir hasta el piso 102.
Si eliges el primer caso… no hay problema, no te decepcionarás en absoluto. Las vistas que disfrutarás desde allí son increíbles. Trata de buscar un espacio entre las demás personas para tomar fotografías de la isla de Manhattan.
Ir de noche es hermoso porque se ve la ciudad toda iluminada (teniendo en cuenta que New York es de las que más presupuesto gasta en luces) pero si viajamos en invierno será necesario ir bien abrigados porque el frío allí arriba se siente de verdad.
Al igual que sucede con otras ciudades, Nueva York también cuenta con su CityPass y vale la pena adquirirlo si eres de los que quiere ir de aquí para allá en su viaje. Además permite subir al Empire State Building dos veces en el mismo día (ideal para comparar las vistas de día o de noche), abonar más barato el acceso a la planta 102 y…. ¡evitar la fila en las taquillas! Esto es perfecto para aquellos que no tienen demasiado tiempo disponible.
Una buena idea para evitar aglomeraciones es ir bien temprano por la mañana u optar por el mediodía. Aunque sin dudas el mejor momento para subir es al atardecer… pero también el más ajetreado.