El teleférico de Fuente Dé, un viaje increíble
El teleférico de Fuente Dé ofrece al visitante la oportunidad de volar por encima de un paisaje verde inigualable y de apreciar desde el aire unas vistas extraordinarias. Sin lugar a dudas, es un trayecto que gusta tanto a niños como a adultos.
A lo largo de su historia, el teleférico de Fuente Dé ha maravillado a los miles de excursionistas que se han subido a una de estas cabinas suspendidas y sostenidas por la única ayuda de un fuerte cable. Al alcanzar alturas de vértigo, la experiencia resulta difícil de olvidar.
Un precioso y singular enclave montañoso
Este transporte se encuentra enclavado en la popular comarca cántabra del valle de Liébana, lugar ideal si deseamos pasar unas vacaciones diferentes a las habituales. Este emplazamiento, limitado por Asturias, León y Palencia, está situado en pleno centro de los famosísimos Picos de Europa, uno de los parajes montañosos más populares de España.
El apelativo Fuente Dé hace referencia únicamente a la estación desde la cual parte el recorrido del teleférico. Pero, para acceder a él deberemos pasar antes por el pueblo de Potes, también conocido como la “villa de los puentes”. Dicha localidad lleva haciendo las veces de capital de la comarca desde la Edad Media.
Los Picos de Europa, maravilla paisajística
Fue declarado Parque Nacional en el año 1995 y tiene una extensión de casi 65.000 hectáreas. En ellas se encuentran cimas que llegan a alcanzar alturas que pasan los dos mil metros. Esto ocurre, por ejemplo, con la cima de Torrecerredo y con el más conocido de todos sus montes, el Naranjo de Bulnes, que por aquellas tierras es denominado pico Urriello.
Es en esta zona donde están situados Enol y Encina, los célebres lagos de Covadonga. Ambos poseen un origen glaciar. Por supuesto, a unos pocos metros está la basílica, que recibe a miles de fieles anualmente.
Fuente Dé: una experiencia única
El viaje en teleférico
Utilizando este medio conseguiremos llegar al valle de Álica en muy poco tiempo mediante un cable de 1.450 metros de longitud suspendido a 753 metros de altitud.
El turista deberá tener en cuenta la época del año en que desarrollará su visita así como planear muy bien los horarios, ya que suelen cambiar tanto en relación a los cambios climáticos como al paso de las estaciones.
Durante el paseo es muy probable que tengamos la posibilidad de estar, literalmente, por encima de las nubes. En numerosas ocasiones, los nimbos se mantienen por debajo de la cabina que los sobrepasa o se abre paso a través de los mismos.
A pesar de que esta situación puede provocar algo de vértigo, no debemos preocuparnos, puesto que estos habitáculos son muy sólidos y ofrecen total fiabilidad.
El itinerario a pie, senderismo entre pinares
La subida hasta la cumbre es posible para aquellos que estén mental y físicamente muy bien preparados ya que se trata de un trayecto de dos horas.
Esta ruta parte desde la puerta de Fuente Dé y finaliza en la cumbre de los Horcajos Rojos. Dicho paseo no está aconsejado para todos los públicos, ya que en particular el último trecho es bastante complicado.
Sin embargo, aquellos que dediquen su día a hacer senderismo por estos lares descubrirán un espacio de ensueño, plagado de una enorme variedad de vegetación que ha conseguido desarrollarse en torno a este panorama rocoso. Entre sus árboles más habituales daremos con encinas, pinos, hayas e incluso con algún que otro acebo. Los amantes de las aves podrán avistar desde allí ejemplares de buitres leonados, águilas reales y urogallos.
Unas vistas fascinantes
Decir que las vistas desde arriba son impresionantes es quedarse corto. Desde la cima puede admirarse el gran círculo de montañas que rodean Fuente Dé. La estación quedará tan abajo en la lejanía que se divisará como un pequeño punto en la lejanía.
La panorámica que obtendremos de todo el valle de Liébana, así como del Macizo Central de los Picos de Europa es fascinante. Los viajeros que realicen esta excursión durante los nevados meses de invierno asistirán con regocijo a un espectáculo único.
“La montaña no es como los hombres. La montaña es sincera.”
-Walter Bonatti-
Si tenemos la oportunidad de ver el atardecer desde allí sería conveniente no desaprovecharla. Los más osados podrán deleitarse divisando la caída del sol desde la superficie de rejilla que conforma el mirador.
No puede extrañar, por todo ello, que el teleférico de Fuente Dé sea uno de los grandes atractivos turísticos de Cantabria.