El Museo de Orsay: las obras que no te puedes perder
Dedicar horas y horas a nuestros museos favoritos no siempre es una opción, pues en ocasiones disponemos de poco tiempo. Por ello, tener una selección de obras resulta de gran ayuda. El Museo de Orsay es una parada obligatoria para todos los amantes del impresionismo, ya que cuenta con la mayor colección del mundo perteneciente a este período.
El edificio se levantó como una estación ferroviaria para la Exposición Universal de París de 1900. Este es el motivo de su peculiar fisionomía: una estructura de hierro con una gran nave central. Se inauguró como museo en 1986 y en sus tres plantas podemos encontrar los trazos más importantes de las artes plásticas entre 1848 y 1914.
Obras del Museo de Orsay: El Ángelus, Jean F. Millet
Pintado entre 1857 y 1859, este sencillo lienzo presenta una escena campestre encierra una extraordinaria belleza. Ponerse delante de este pequeño cuadro y dejarse invadir por su serenidad y por el maravilloso tratamiento de la luz es una experiencia única.
Esta es u na pintura que llegó a obsesionar a Dalí, que sufrió el ataque de un demente en 1932 y que es hoy un icono en sí misma.
Almuerzo sobre la hierba, Édouard Manet
Manet es uno de los artistas con mas representación en el Museo de Orsay. Sus trabajos más reconocidos podemos contemplarlos aquí, y este cuadro de grandes dimensiones es uno de sus imprescindibles.
Presentado y rechazado en 1863, fue objeto de escándalos y críticas por parte de sus contemporáneos. El hecho de mostrar a una mujer desnuda junto a hombres conocidos y vestidos resultaba de una gran modernidad para la escala moral del momento. En definitiva, una obra inimitable y llena de controversias.
Los acuchilladores de parqué, Gustave Caillebotte
Realizado en 1875, he aquí otra obra de un crudo realismo no exenta de atractivo. Por ejemplo, la perspectiva en picado y los obreros como protagonistas son algunas de las características que hay que resaltar. Otra pintura rechazada en su momento que hoy ocupa el lugar que le corresponde.
Adquiere tus entradas al Museo de Orsay y no te pierdas del arte y pinturas impresionantes en París.
Baile en el Moulin de la Galette, Pierre-Auguste Renoir
Se trata de una de las estrellas que mas brillan en el Museo de Orsay. Este lienzo tan fundamental para el impresionismo lo pinta Renoir en 1876. Podemos descubrir un amplio grupo de personas en movimiento, alegría y celebración, además de luz natural y artificial a la vez.
No dejes de detenerte delante de esta magna obra para ser testigo de un momento cumbre en la carrera de Renoir.
El dormitorio en Arlés, Van Gogh en el Museo de Orsay
En el Museo de Orsay hay un amplio catálogo de lienzos de Van Gogh para elegir. Pero una de las joyas es este pequeño y famoso cuadro de 1888, del que hay un total de tres copias casi idénticas. Nadie debería abandonar el museo sin apreciar antes la pincelada de este maestro.
Tener el privilegio de entrar en el dormitorio del artista y descubrir sus secretos supone un instante fascinante. Contemplamos una perspectiva algo inestable, las líneas de composición rectas y un inteligente uso del color.
Los jugadores de cartas, Paul Cézanne
Considerado el padre de la pintura moderna, Cézanne concibe este cuadro dentro de una serie de cinco lienzos entre 1890 y 1895, su período de madurez.
Separado de los impresionistas, crea un estilo independiente donde las formas son las protagonistas. Unas formas geométricas que son el germen del cubismo, como comprobamos en estos jugadores de cartas. Por ese motivo, Picasso estudiará sin descanso esta y otras obras del que considera su único maestro.
Escultura en el Museo de Orsay: La Puerta del Infierno, Auguste Rodin
La colección de esculturas de Orsay es igualmente sobresaliente. No obstante, una de las que reúne más admiradores es el grupo escultórico de La Puerta del Infierno. Lo realizó Rodin en colaboración con Camille Claudel entre 1880 y 1917.
Un proyecto encargado para el futuro Museo de Artes Decorativas de París que nunca se llevó a cabo y donde casualmente hoy se levanta el Museo de Orsay.
He aquí una obra inspirada directamente en la Divina comedia de Dante. En ella encontramos algunas de las figuras mas célebres del escultor: El pensador o El beso. Al quedarse la puerta sin destino, se convierte para Rodin en un trabajo donde puede dar rienda suelta a su imaginación, expresándose con libertad en las formas humanas.
Es imposible enumerar en unas pocas líneas la grandeza que encierra este museo: Monet, Degas, Daumier, Gauguin, Morisot, Toulouse-Lautrec, Redon, etc. En definitiva, un lugar donde perderse durante horas, donde cualquiera puede encontrar su obra favorita. Además, abre todos los días de la semana excepto los lunes. Acércate y descubre la tuya.
Fotografía principal: Benh/ Wikimedia Commons
Cuando compres o reserves algo mediante un enlace de nuestra web, nosotros podemos obtener una comisión como promotores, sin coste adicional para ti.