El Festival Burning Man en el desierto de Nevada
El Festival Burning Man es un acontecimiento distinto a cualquier otro que hayas conocido o imagines. Es un evento que nos llevará al desierto de Nevada, a una ciudad ficticia que solo dura una semana. En ese tiempo, los asistentes se dedican a compartir, convivir y crear. Y, cuando acaba el festival, todo desaparece hasta el año siguiente. ¿Te intriga? ¿Quieres saber más? Pues sigue leyendo.
Un festival absolutamente diferente
Cuando nos proponen un viaje a un festival pensamos en conocidos encuentros de carácter gastronómico. Y, sobre todo, en festivales de música donde no para de haber actuaciones. Sin embargo, el Festival Burning Man de Nevada, en Estados Unidos, no tiene nada de eso. Se trata de un encuentro donde hay dos conceptos claves: la creación artística y, sobre todo, los regalos.
Su filosofía tiene mucho que ver con la época hippie. Si bien, el Festival Burning Man es una creación posterior. De hecho, se originó entre los años 80 y 90 del pasado siglo XX con dos iniciativas bien distintas, una llevada a cabo en las arenas de las playas de San Francisco y otra en las arenas del desierto de Nevada.
Orígenes del Festival Burning Man
Por un lado, unos jóvenes se reunían a inicios del verano en la playa californiana de Baker Beach en el año 1986. Allí construyeron una gran escultura de madera que representaba un hombre, para luego quemarla. Era el ‘burning man’ al que alude el nombre del festival. Y, curiosamente, la idea tiene similitudes con las celebraciones que se hacen en la noche de San Juan.
Aquella primera escultura quemada les encantó y la diversión la repitieron en los años siguientes, pero haciendo la figura cada vez más grande. Así, llegó un momento que las autoridades les impidieron hacer semejante fuego en una zona con vegetación cercana.
Al mismo tiempo en Nevada, otros jóvenes con inquietudes artísticas comenzaron a acercarse a los restos de un viejo lago desértico, en el paraje de Black Rock City, para levantar allí sus esculturas y prenderles fuego.
En un momento dado, ambos grupos se conocieron y decidieron trabajar juntos en la creación del Festival Burning Man, que tiene lugar desde 1997.
¿Qué ocurre en el Festival Burning Man?
Cada verano, decenas de miles de personas acuden hasta Black Rock City. Y allí se genera una ciudad efímera. Los asistentes tienen que llevarse hasta allí todo lo que necesitan: su comida, agua, tiendas de campaña, caravanas, cocina…
Luego tendrán que llevárselo todo de nuevo, incluida toda la basura que generen. El objetivo es que a la conclusión del Festival Burning Man no haya huella alguna del mismo.
Esa es una norma del festival. Pero hay más. Por ejemplo, no hay patrocinios ni hay posibilidad de hacer negocio. Allí no se vende nada. Salvo el hielo y bebidas no alcohólicas.
En cambio, sí que se permiten los trueques o, más bien, se incentivan los regalos. Los asistentes pueden regalar o compartir su comida o las artesanías y obras que hacen. E incluso sus habilidades para pintar las uñas o hacer masajes.
No hay conciertos de música, como es habitual en este tipo de festivales, ni acuden estrellas. Al Festival Burning Man va gente corriente que desea vivir una semana diferente, en un ambiente de hermanamiento sorprendente. Un ambiente del que solo hay fotos, ya que no se pueden hacer vídeos.
El acto central del festival
Y, por supuesto, hay un momento clave. Es cuando se le pega fuego la gran escultura de un hombre que se construye cada año. Ocurre la noche del sábado del Festival Burning Man. Esa noche el hombre arde en llamas y es el momento de mayor diversión. Cada uno le da su propio significado a un acontecimiento que tiene una potencia visual en el desierto increíble.
De hecho, todos los asistentes coinciden en afirmar que es imposible ver y vivir algo semejante en ningún otro lugar del mundo. ¿Te apetecería comprobarlo tú mismo? Pues empieza a preparar este viaje. Te avisamos que la entrada al Festival Burning Man es bastante cara para toda la semana. Además, llegar allí no es sencillo.
Por otro lado, el paraje es tremendamente caluroso durante el día, frío de noche y con habituales tormentas de arena. No obstante, esos inconvenientes se olvidan una vez allí. O, al menos, eso es lo que cuentan los asistentes a este festival tan radicalmente distinto.