Edgar Degas: su vida y algunas de sus obras
Algunos de los protagonistas más importantes de nuestros viajes son los artistas que han dejado su huella allá donde vamos. Este es el caso de Edgar Degas, pintor y escultor francés, uno de los padres del impresionismo, que consiguió con su originalidad y sus obras que su recuerdo perdure generación tras generación.
¿Quién fue Edgar Degas?
Este artista nació en 1834 en París, la misma ciudad en la que falleció en 1917. Su don para la pintura se reflejó a una edad temprana y con 18 años ya instaló un estudio de pintura en su casa. Allí daría rienda suelta a su creatividad y a todas aquellas imágenes que pasaban por su mente.
Su interés y su buen hacer en la pintura le permitió, siendo muy joven, registrarse como copista de arte en el famoso Museo del Louvre. No obstante, su padre y su abuelo decidieron que Edgar tenía que estudiar una carrera que asegurara su futuro. Por no decepcionarles, ingresó en las Universidad de París para estudiar Derecho.
Sin embargo, nunca puso mucho empeño en sus estudios. Apenas dos años después de iniciarlos, en 1855, Edgar Degas conocería a Jean Auguste Dominique Ingres, que tuvo una gran influencia en él y en sus ganas de ser un artista, por lo que el mismo año ingresó en la Escuela de Bellas Artes.
“Dibuje líneas y más líneas, joven, tomadas de la realidad y de la memoria, así se convertirá en un buen artista.”
-Jean Auguste Dominique Ingres-
Degas ya no dejaría de pintar, aunque a lo largo de su vida también se interesaría por la escultura e incluso por la fotografía. Además, conseguiría reunir una pequeña colección de obras de grandes maestros de la pintura, como Velázquez o El Greco.
Algunas obras de Edgar Degas
La carrera artística de Edgar Degas estuvo básicamente centrada en retratos y desnudos, algunos de los cuales marcaron precedente en la pintura de aquel tiempo. Estas son algunas de sus obras más reconocidas.
Edmondo y Therèse Morbili
Se trata de un retrato de la hermana de Edgar y de su esposo. Al artista no le caía muy bien su cuñado, y lo demostró pintando su figura con rencor, lo que se percibe en las líneas agresivas de su expresión y su mirada. Al parecer, Therèse era su hermana preferida, y este matrimonio fue acordado por una bula papal que para nada fue del agrado de Edgar.
Therèse fue la modelo protagonista de muchos de los cuadros del pintor, y que ‘otro’ se la llevara, parece que no le hizo mucha gracia. Es impresionante como la diferencia entre ambos miembros de la pareja, y el sentimiento del artista hacia su cuñado es capaz de verse reflejado de forma magistral en el cuadro.
Bañista secándose
Edgar era un forofo de las bañistas desnudas y pintó varias a lo largo de su vida. En ninguna de ellas se ve el rostro de las modelos, intentando quizá armonizar la intimidad del acto con el pudor que debía haber en la época hacia los desnudos.
En esta pintura, Edgar consigue esto de una manera muy sublime, pues la modelo tapa su rostro de manera elegante mientras se seca una de sus axilas. La mezcla de colores y la técnica de esta pintura no dejan lugar a dudas del don del artista.
Las planchadoras
Durante unos años Edgar se centró en escenas íntimas de desnudos de mujeres, pero decidió dar un giro a su obra. Así, empezó a plasmar el duro trabajo que algunas realizaban. Las planchadoras muestra con crudeza el agotamiento de estas mujeres y la pobreza de las clases humildes.
En esta obra se ve el afán de una mujer por quitar las arrugas de una prenda mientras otra se toma un descanso. Una obra de composición simple que destaca por el uso del color. La temática de las planchadoras protagoniza otra de las famosas series de Degas, junto con las bailarinas y los desnudos.
Las obras de este impresionante pintor francés están expuestas en los mejores museos del mundo, como el Louvre, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y otros muchos. Solo escoge el lugar al que quieres ir en tus próximas vacaciones y no dejes de conocer algunas de sus pinturas más famosas. ¡Merecerá la pena!