Dunnet Head en Escocia: visita un lugar muy especial
Es uno de esos espacios naturales que no puedes dejar de fotografiar. En Dunnet Head se encuentran algunos de los acantilados más impresionantes de Escocia. Además, está rodeado de praderas y senderos que te harán pasar un rato increíble.
Pero más allá de su belleza, lo que te llamará la atención es la poca afluencia turística. Es posible que cuando visites la zona no haya nadie más por los alrededores. Así, tu experiencia será mucho más alucinante, pues verás la inmensidad de los acantilados en soledad.
Descubre con nosotros los mejores consejos para pasar un día en Dunnet Head. Si viajas a Escocia, no dudes en visitar este lugar. Es poco conocido, pero suele dejar un gran sabor de boca a todo el que hace una ruta por este maravilloso país.
¿Dónde está Dunnet Head?
Dunnet Head se encuentra en una península de Escocia. En concreto, es la parte más al norte del país, sin contar con las pequeñas islas. Por eso, no puede faltar en aquellas rutas que recorran la zona más septentrional de la isla de Gran Bretaña.
Una de las localidades más cercanas es John O’Groats. Allí puedes ver un famoso poste indicador del final del camino que tiene el mismo nombre del pueblo. Es común que los peregrinos se hagan fotos junto a él, aunque para ello hay que pagar una pequeña cantidad a su propietario.
También está cerca la ciudad de Thurso. Es conveniente viajar desde aquí, pues será el último lugar poblado que puedas pisar en tu visita a Dunnet Head. Además, en esta localidad podrás ver algún punto interesante sin perder mucho tiempo.
¿Qué vas a ver y hacer en Dunnet Head?
Podrás recorrer la costa de Dunnet Head sobre los espectaculares acantilados. Más o menos, se tardan unas dos o tres horas en recorrer todo este lugar. Pero el consejo es que te tomes todo el tiempo que quieras, pues pocas veces en tu vida vas a disfrutar de unas vistas como estas junto al océano Atlántico.
Y no olvides llevar algo de comida y agua para poder pasar todo el rato que quieras, hasta que te canses. ¿Qué mejor lugar para disfrutar de un picnic que junto a los acantilados de Dunnet Head? Eso sí, dejándolo después todo limpio, pues la riqueza de este tipo de lugares se debe en gran parte a su buena conservación.
Si eres amante de la fotografía, no olvides tu cámara. Cada dos pasos encontrarás una vista diferente que querrás plasmar en una foto. Y claro, no es lo mismo la luz del verano que la del invierno, ni la matinal que el atardecer, por lo que si vas en distintas épocas podrás apreciar más la belleza de los acantilados.
Los peñascos gigantes
Según transcurre tu ruta por los verdes prados de Dunnet Head irás descubriendo paisajes maravillosos. Y llegarás al que más llama la atención: dos grandes masas de piedra alargadas y colocadas en posición vertical dentro del mar. Estos dos peñascos no dejan indiferente a nadie.
El ambiente es perfecto. Escucharás el sonido de las olas que rompen con fuerza en los acantilados y los peñascos. Y disfrutarás de la paz de encontrarte solo en este entorno natural con unas vistas fabulosas.
De hecho, es una de las zonas más espectaculares de Gran Bretaña. Si no es de las más visitadas es porque está bastante alejada. Por ejemplo, para ir desde Edimburgo tienes que hacer un viaje de más de cinco horas por carretera. Por eso merece la pena que la visites si estás haciendo una ruta por el norte del país.
¿Qué ropa es más recomendable?
En Dunnet Head casi seguro que te vas a encontrar un temporal de viento. Así que lo mejor es que no vayas con ropa veraniega con la que puedas pasar frío. Además, el viento puede venir acompañado de lluvia.
Si ves que es así, un paraguas no es la mejor opción. Lo más recomendable si se dan estas situaciones es llevar un chubasquero y ropa impermeable. Y, por supuesto, extremar la precaución junto a los acantilados, sobre todo con los niños.