Dos islas paradisíacas que casi nadie conoce
Lo más hermoso es, a veces, lo más desconocido. Si te apetece viajar a unas islas paradisíacas que apenas aparecen en los folletos turísticos, acompáñanos. Te vamos a enseñar dos lugares de ensueño, con paisajes maravillosos y poco masificados. Disfruta de todo lo que ofrecen.
El Nido, un rincón paradisíaco en Filipinas
Si alguna vez has soñado con caminar por un escenario idílico, por una isla paradisíaca poco conocida, tienes que ir al Nido, en la isla de Palawan. Este pueblo es punto de partida para recorrer el archipiélago de Bacuit. Son 45 islas en las que encontrarás playas perfectas sin seres humanos a la vista, aguas cristalinas y arenas blancas en contraste con una verde y frondosa vegetación en el interior.
Si buscas imágenes de postal y mucha tranquilidad este es el lugar ideal. El Nido es uno de esos lugares prácticamente vírgenes en los que la civilización no lo ha engullido todo y se puede disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Un verdadero edén, eso sí, con algún que otro inconveniente. En esta zona no encontrarás cajeros automáticos, por ello debes contar con llevar suficiente efectivo. Si no, tendrás que desplazarte a Puerto Princesa para conseguir dinero.
Otro inconveniente es que no es fácil movilizarse y, además, el suministro eléctrico aún no es continuo y puede fallar. Los apagones se producen con cierta frecuencia, aunque los hoteles y restaurantes de categoría cuentan con su propio generador eléctrico.
¿Qué hacer en el Nido y en el archipiélago Bacuit?
Lo primero es, evidentemente, disfrutar del sol y de las magníficas playas. Pero si te gusta disfrutar de los tesoros que hay bajo el agua no olvides tu equipo de snorkel o submarinismo. Estás en un lugar fantástico para disfrutar de esta actividad, ya que aquí la vida marina es fascinante. En El Nido puedes alquilar el equipo, pero no es nada económico.
Otra de las actividades de las que puedes disfrutar es la de pasear en kayak por las islas del archipiélago de Bacuit o hacer alguno de los recorridos diseñados para hacer las delicias de los visitantes mostrándoles los rincones más hermosos de este paraíso.
Santo Tomé y Príncipe, islas paradisíacas en el Atlántico
Es uno de los rincones menos conocidos pero más bellos del planeta. Un archipiélago que se encuentra ubicado a unos 250 kilómetros de la costa oeste de Gabón. Antigua colonia portuguesa, Santo Tomé y Príncipe es hoy un pequeño e idílico país africano.
Ideal para pasar unas vacaciones diferentes, disfrutar del sol y de playas con pocos turistas, Santo Tomé y Príncipe es un auténtico paraíso terrenal. Aquí encontrarás playas salvajes, casi inexploradas, bañadas por aguas limpias y cristalinas.
“La felicidad es la naturaleza, belleza y tranquilidad.”
-Debasish Mridha-
Pero si su costa es magnífica, su interior no lo es menos, cubierto por unos bellísimos bosques tropicales que llegan hasta la misma costa. Bosques con una increíble variedad, tanto vegetal como faunística.
¿Qué hacer en Santo Tomé y Príncipe?
Si tienes buen apetito, aquí disfrutarás de lo lindo. Esta isla es conocida por sus estupendos pescados y sus mariscos, como los caracoles de mar, las centollas y el pulpo. Los alimentos que se consumen se pescan en el momento, todo es muy fresco. Y, además, abundan las frutas, sobre todo exóticas, ocho de cada diez árboles que se encuentran en esta isla son frutales.
Y, si eres goloso, no dejes de probar el chocolate, un producto que aquí resulta especialmente delicioso. En Santo Tomé hay una fábrica de este dulce producto, recuerdo de la época colonial, en la que estas islas lideraban la exportación de cacao.
No nos hemos olvidado de sus playas, lugares de ensueño, de aguas transparentes y arenas blancas y finas. Los habitantes de la isla no son muy proclives a visitar las playas y, teniendo en cuenta que hay muy poco turismo, podrás disfrutar a tus anchas del paisaje, la soledad, las palmeras y hasta de comer un coco si te apetece.
Otra de las actividades que resultan aquí especialmente atractivas es el senderismo. Pasear por sus bosques disfrutando de una naturaleza virgen y salvaje es una auténtica delicia. Podrás contemplar imponentes cocoteros, begoñas gigantes, hermosas aves, reptiles, etc.
¿Prefieres el mundo marino? Entonces también es el lugar perfecto, aquí podrás bucear a tus anchas o practicar submarinismo en sus maravillosas aguas. Y en la costa podrás contemplar, si llegas en la época adecuada, fantásticas tortugas gigantes que vienen aquí a desovar.
El Nido, y junto a él Bacuit, y Santo Tomé y Príncipe, dos destinos paradisíacos para disfrutar de unas vacaciones alejados de la civilización. Maravillosas playas, paisajes llenos de encanto y aguas limpias y cristalinas, unos edenes muy poco concurridos ¿Se puede pedir más?