3 destinos para pasar la Navidad en Europa
Hemos elegido tres destinos para pasar la Navidad. Son diferentes entre sí, pero perfectos para disfrutar de las fiestas envueltos en una tradición y cultura diferentes. Unas vacaciones de ensueño que no olvidarás jamás. Mete tu espíritu navideño en la maleta y no lo pienses más.
Es la escapada perfecta para hacer de esta Navidad algo muy especial. Lo más importante es disfrutar del encanto de las luces, los colores, la música y los olores navideños. En cualquiera de estos destinos solo tendrás que abrigarte y salir a pasear por sus calles para empaparte de la magia de la Navidad.
1. Noruega
Noruega es uno de los destinos para pasar la Navidad más increíbles. Todo el país se transforma en un auténtico cuento. Sus rituales, la decoración, las canciones navideñas, los mercadillos, las auroras boreales, los paseos en trineo… Aquí pasarás unas fiestas de película.
En Noruega, a la Navidad se la conoce como Jul, una festividad pagana muy anterior a la tradición religiosa cristiana. De hecho, a Santa Claus se le llama aquí Julenisse. Es la fiesta de la luz que celebra la victoria sobre la oscuridad.
La tradición de estas fechas es tan importante que todo el país dedica el año entero a su preparación. Existen incluso mercados navideños que trabajan todos los meses del año. ¡Igual que los duendes de Papá Noel!
Noruega cuenta con unos magníficos hoteles de hielo que funcionan a pleno rendimiento en estas fechas. Un reto para aventureros y, sin duda, una forma muy diferente de pasar estas Navidades.
Pero hablemos de las tradiciones. Los árboles de Navidad cobran especial importancia en este país, aunque no pueden iluminarse hasta la tarde de Nochebuena. A las cinco escucharás sonar las campanas. Todo el mundo sale a la calle, se iluminan los árboles de Navidad y se cena en familia.
2. Viena, uno de los mejores destinos para pasar la Navidad
La ciudad de la música es uno de los más famosos destinos para pasar la Navidad. Las calles de Viena se llenan de música en directo, espectáculos de ballet, degustaciones gastronómicas, carruajes y vestidos de época.
Pule tus zapatos de baile porque toda la ciudad está preparada para que aprendas a bailar vals al estilo más puramente vienés. En tu camino te encontrarás coros con espectaculares interpretaciones. Especialmente tiernas son las de los coros musicales de los más pequeños.
La espectacular decoración de sus calles, con inmensas lámparas de cristal colgantes, te dejará sin aliento. Viena es, además, el paraíso de las compras, especialmente en estas fechas en las que se instalan más de 20 mercadillos navideños por toda la ciudad.
Viena celebra especialmente el Año Nuevo. Todo el centro de la ciudad se convierte en una enorme fiesta en las calles para despedir el año que dura toda la noche. Después solo hay tiempo de ducharse y vestirse para asistir a su famosísimo concierto de Año Nuevo.
Una tradición que han exportado a toda Europa. Resulta muy tentador sentarse en cualquiera de las butacas del salón dorado del Musikverein para animar dando palmas a la Filarmónica de Viena al son de la Marcha Radetzky de Johann Strauss.
Y también hay que destacar especialmente las travesías en barco por el Danubio para despedir el año, otro must en el que merece la pena invertir para pasar un fin de año espectacular. Viena es, sin duda, uno de los destinos navideños más divertidos de Europa.
3. Reikiavik
Una Navidad en Reikiavik es una de las opciones más atractivas que puedes encontrar en Europa. Su nieve y las bajas temperaturas hacen de este el destino el entorno navideño por excelencia.
Aquí estas fiestas se celebran de forma bastante diferente a lo que estamos acostumbrados. El día que los niños reciben sus regalos es el 21 de diciembre. No los trae Santa Claus, lo hacen los duendes Yulemen. Son 13 duendes que dejan un regalo para cada niño. Aquellos que no se han portado bien no reciben carbón, sino patatas.
Hay un maravilloso bosque de invierno en su ayuntamiento donde degustar galletas y chocolate caliente mientras se disfruta de música en directo. La cena más importante de la Navidad se celebra el día 23 de diciembre, el Torlak. Es cuando se decora el árbol y se prepara una cena típica a base de pescado.
Y días más tarde, la nochevieja en Reikiavik es una gran fiesta. Sus calles se llenan de hogueras y fuegos artificiales. Toda la ciudad participa.
No lo dudes, si tienes la oportunidad, elige uno de estos destinos para pasar la Navidad. Todos ellos conservan tradiciones peculiares que hacen de estas fechas una época absolutamente mágica. Saca al niño que llevas dentro y prepárate para unas fiestas sorprendentes y llenas de colores y sabores diferentes.