Los mejores destinos para espíritus aventureros
Viajar debe ser como empezar un buen libro: disfrutaremos de cada una de las páginas del camino y siempre nos dejará nostálgicos al final. Cada destino nos ofrece innumerables locuras de las que poder disfrutar, nadie puede negarse a eso. Y para los corazones aventureros nunca es suficiente, siempre se quiere más.
Para todos aquellos aventureros que ansían sentir nuevas emociones, conectar consigo mismos y con la naturaleza, hemos preparado una suculenta selección de rincones donde poner a prueba nuestras sensaciones. Lugares que dispararán nuestra adrenalina hasta las nubes. Dejémonos arrastrar a una aventura en busca de estos paraísos.
Aventureros en el Nuevo Mundo
Aventuras en Estados Unidos
Estados Unidos ofrece una amplia gama de destinos para los aventureros más extremos. Uno de los más peligrosos lo encontramos en Hawaii, a los pies del volcán Kilauea.
Este volcán lleva en erupción desde 1983, chorreando lava a temperaturas superiores a 2000Fº que se encuentran con las aguas cercanas. Es entre el tumulto de aguas, magma y vapor donde podrá navegar en kayak aquel que se atreva.
Si esta curiosa travesía nos quita el aliento, podremos recuperarnos conectando con la naturaleza a través de las más singulares rutas, eso sí, ya en el continente.
Por ser referente cinematográfico de decenas de películas y míticos enclaves naturales, dos de las más legendarias son el Valle de los Monumentos entre Utah y Arizona y el Parque Nacional del Gran Cañón, en Colorado. Nos parecerá ser parte de un convoy camino al hogar que nos vaticina el Nuevo Mundo, y la libertad golpeará nuestra cara mientras recorremos la carretera con estas maravillosas vistas en el retrovisor.
Aunque si lo nuestro es la espeleología, no debemos olvidar visitar el Parque Nacional Cueva Colosal, en Kentucky, el más extenso sistema de cuevas del mundo, con más de doscientos kilómetros cuadrados.
“La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo.”
-Gilbert Keith Chesterton-
Aventureros en el Viejo Continente
Islandia: hogar de los vikingos
Existe en Europa un rincón forjado entre mitos, un país compuesto por islas al noroeste de Europa: Islandia. Su localización le otorga gran actividad geológica y volcánica, lo que la convierte en lugar de peregrinaje para amantes del buceo y la ciencia.
En el valle de Thingvellir, al suroeste del país, encontramos un lugar único y especial. Se trata de un lago cuyas aguas esconden la fisura entre las placas tectónicas de Norteamérica y Europa. Un lugar en el que los buceadores más experimentados podrán sumergirse y disfrutar de una imagen espectacular mientras se mueven entre dos contientes.
Además de esto, al sur de la hermosa capital, encontraremos el Cráter de los Tres Picos. Los más valientes pueden descender ciento veinte metros y adentrarse en la gigantesca cámara del magma, descubierta en 1974.
Islandia es el destino más recomendable para el turista intrépido pues, siendo campo de batalla entre dioses según la leyenda, era de esperar que encontrásemos emociones fuertes.
Noruega: un lugar sacado de un cuento
En la península escandinava encontraremos un destino único para amantes del senderismo y la naturaleza más solemne. Noruega es la tierra de los fiordos por excelencia, donde se ofrecen numerosas rutas para recorrer y disfrutar del singular enclave natural.
Una de ellas nos levantará seiscientos metros sobe el nivel del mar para dejarnos contemplar el fiordo de Lyse. Este celestial púlpito se conoce con el nombre de Preikestolen, la meta de un camino compuesto por senderos de montaña y lagos glaciares.
Asimismo, tendremos la oportunidad de conocer las costumbres de los saami durante unos días, el pueblo lapón al que acompañaremos en su migración anual durante la temporada de frío en el Círculo Polar Ártico. Una experiencia increíble que acercará culturas y abrirá nuestra mente y espíritu hacia el hermanamiento de los pueblos.
Australia: naturaleza indómita
Oceanía siempre resulta exótica. De entre sus numerosas islas, la más grande de todas es Australia. Conocida por su fauna y vegetación únicas, el mayor tesoro de la isla se encuentra sumergido. Una enorme acumulación de corales al noreste del país que se entiende sobre unos dos mil seiscientos kilómetros y que es distinguible desde el espacio.
Un paraje natural de ensueño para los amantes del submarinismo y el snorkel donde reina la paz y el sosiego que el basto arrecife proporciona. Pero si no nos gusta mojarnos podemos simplemente navegar por sus aguas.
Otra opción es adentrarnos en el terreno y descubrir el Parque Nacional de Watarrka, donde destaca el Cañón de los Reyes, una zona protegida del territorio norte de aspecto desértico cuya supervivencia será todo un reto para el cuerpo y la mente.