Recorremos el Parque Nacional de los Volcanes de Hawaii

Recorremos el Parque Nacional de los Volcanes de Hawaii
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 06 marzo, 2016

El clima, las playas y la naturaleza son los principales motivos para viajar hasta Hawaii. Y desde luego, dentro de esa fascinante naturaleza destaca el Parque Nacional de los Volcanes, ubicado en la Isla Grande de Hawaii, un espacio con semejante denominación y protección desde 1916.

El comienzo de la vista al Parque Nacional de los Volcanes

Cualquier recorrido por este impresionante territorio de Hawaii ha de comenzar en el centro de visitantes de Kilauea. Este espacio expositivo lleva el nombre del famoso volcán hawaiano, uno de los más activos de todo el planeta.

Kilauea en el PArque Nacional de los Volcanes
Volcán Kilauea, Hawaii – Marisa Estivill

En el centro de visitantes del Parque Nacional de los Volcanes se consigue hacerse una idea de la capacidad creadora y destructora de los distintos volcanes del archipiélago. Y además desde aquí parten numerosos recorridos por la zona, tanto en vehículos todoterreno como para las excursiones de senderismo, que se consideran la mejor forma de respirar la peculiar atmósfera del lugar y conocer su valiosa biodiversidad.

“Dejemos que la naturaleza actúe a su aire; ella conoce su oficio mejor que nosotros.”

-Michel E. de Montaigne-

La cima de Hawaii

La extensión del Parque Nacional de los Volcanes supera los 1.300 kilómetros cuadrados. Su altitud va desde el nivel del mar, o sea, desde playas bañadas por el océano Pacífico, hasta la cima y el cráter del volcán Mauna Loa, situada a 4.170 metros.

Sin duda, ascender por las laderas de este coloso es una de los trekkings favoritos de los viajeros que tienen suficiente tiempo como para invertir varias jornadas en el descubrimiento del parque.

Mauna Kea en el Parque Nacional de los Volcanes
Mauna Kea, Hawaii – Galyna Andrushko

El valor del Parque Nacional de los Volcanes

La gran valía de este territorio de Hawaii es que se trata de un territorio volcánicamente activo, ya que no solo el mencionado Kilauea está en una permanente erupción desde hace unas décadas. Hay más volcanes activos en en la isla y en la extensión del parque.

No obstante, el cráter del Kilauea se considera el hogar sagrado de la diosa Pelé y hasta allí tradicionalmente se acercaban los nativos a hacerle sus ofrendas y calmar así su furia.

río de lava en el Parque nacional de los Volcanes
Río de lava – www.sandatlas.org

Y es que esa actividad se debe a que la Isla Grande de Hawaii es la más joven de todo el archipiélago y se podría decir que todavía está en construcción y ese proceso de formación es lo que se puede descubrir visitando el Parque Nacional de los Volcanes.

La conservación del Parque Nacional de los Volcanes

Existe la leyenda de que todo aquel que se lleve una roca o un poco de arena negra de este espacio protegido recibirá una maldición de la propia diosa Pelé. Sobre la autenticidad de la leyenda no hay acuerdo, hay quién dice que realmente es una creencia de los aborígenes, pero también hay quién piensa que se lo inventaron las autoridades del parque para evitar un expolio por parte de los turistas.

Río de lava en el Parque Nacional de los Volcanes
Parque Nacional de los Volcanes , Hawaii – Bildagentur Zoonar GmbH

Y lo cierto es que algo de efecto positivo habrá tenido ya que hay ciertos puntos con contenedores con las rocas que dejan allí los arrepentidos.

Contemplar la fuerza de la naturaleza más brutal

Todo el archipiélago de Hawaii es fruto de fuertes erupciones submarinas, terremotos, posteriores erosiones a base de gigantescas olas y lluvias torrenciales. Todas ellas fuerzas de la naturaleza incontenibles, capaces de la destrucción absoluta, pero también con el poder para crear paraísos terrenales como muchos de los parajes de estas islas que conforman el estado número 50 de los Estados Unidos.

Isla Kauai en Hawaii
Kauiai, Hawaii – Sebastien Burel

Parece mentira que semejante belleza tenga su origen en las profundas calderas, en cráteres que apestan al azufre que sale de las entrañas de la tierra y en la lava ardiente que de vez en cuando recorre las laderas de los cinco volcanes del parque.

Todo eso es visible en el parque nacional. Como contraste, encontramos la magia de las playas de arena, a veces negra, a veces blanca, e incluso verde. Es decir, las imágenes más típicas del paraíso hawaiano.