Te contamos algunas curiosidades de la Ópera de Sídney
La Ópera de Sídney es, sin duda, el monumento más representativo de la ciudad y una de las principales atracciones turísticas del país, siendo visitada cada año por miles de personas. A pesar de ser de sobra conocido por todos, hay muchas curiosidades de la Ópera de Sídney que casi nadie fuera de Australia sabe. Os las queremos contar.
Curiosidades de la Ópera de Sídney: Bennelong Point
La zona donde se sitúa la Ópera de Sídney es conocida como Bennelong Point. Este nombre fue puesto en honor a un aborigen así llamado, que fue la primera persona que realizó una función en ese lugar. Fue en marzo del año 1791 y la obra estaba dirigida al gobernador de Australia y sus acompañantes.
Bennelong se convirtió en un personaje célebre en la ciudad. Se convirtió en el traductor del gobernador y era mediador con los indígenas.
En ese punto, desde entonces llamado Bennelong Point, se construyó en el 1821 un fuerte en forma de castillo. Ese fuerte se mantuvo hasta principios del siglo XX, cuando fue derruido. En su lugar se construyeron un conjunto de naves para para cabida a la maquinaria del tranvía.
Eugene Gosses y los diseños de la Ópera
Eugene Gossens era, en la década de los 40, el director de la Orquesta Sinfónica de Sídney. Desde esa época empezó a presionar para conseguir que se construyera un nuevo espacio que diera cabida a las compañías de ópera y de música en general.
En 1955, el gobernador de la región de Nueva Gales del Sur, donde se sitúa Sídney, anunció que se construiría una nueva sede para la ópera, tal y como demandaba su director. Para escoger el diseño del edificio se convocó un concurso a nivel internacional.
En cuanto al director de la orquesta, es especialmente destacable que en 1956 encontraron material considerado como pornográfico y escandaloso en su equipaje, tras un viaje de vuelta desde Europa. Este es un hecho que aun a día de hoy mantiene muchas incógnitas a su alrededor. Poco después Gossens anunciaba su renuncia como director de la Sinfónica.
Los proyectos
A finales de ese año acababa el plazo de presentación de obras al concurso. En total, se presentaron 233 diseños, provenientes de más de 30 países. Tras 10 días de deliberaciones por parte de 4 jueces, se escogió el número 218, firmado por el arquitecto danés Jørn Utzon. Dicen que ese diseño fue inicialmente descartado, pero que después se reconsideró y fue rescatado.
Utzon ganó 5000 libras de la época. El proyecto se presupuestó en 7 millones de dólares australianos y se quería construir en un plazo de 4 años. Una de las grandes curiosidades de la Ópera de Sídney es que, para costear las obras, el gobierno de la región lanzó una lotería especial.
“Un arquitecto es un dibujante de sueños.”
-Grace McGarvie-
La construcción de la Ópera
La construcción de la Ópera de Sídney comenzó en 1958 de la mano del ingeniero Ove Arup. En ese momento se comenzó la demolición del depósito de tranvías que allí se encontraba. Un año después, 10.000 obreros comenzaron la construcción del edificio propiamente dicha.
Uno de los principales problemas del diseño con los que se encontraron los ingenieros fue como construir las velas, tan características de la Ópera. La solución se encontró construyendo una esfera sobre la que se “desgajarían” las conchas.
En 1966, el nuevo gobierno de la región decide dejar de pagar al arquitecto, tras numerosos desencuentros acerca de los sobrecostes, los retrasos y otros problemas del proyecto. Por ello, Utzon decidió dejar la construcción y Australia. Tres arquitectos australianos le tomaron el relevo.
La obra finalizó por completo en 1973, diez años después de lo previsto y con un coste total de 102 millones de dólares, 95 más que los inicialmente presupuestados. La reina Isabel II fue la encargada de inaugurar la Sydney Opera House ese mismo año.
Otras curiosidades de la Ópera de Sídney
Hay otros muchas pequeñas curiosidades de la Ópera de Sídney. Por ejemplo, cada semana se realizan 40 actos, eventos, conciertos o representaciones entre sus paredes; 200.000 personas participan cada año en tours guiados para visitarla; o más de un millón de azulejos cubren una superficie de aproximadamente 1,62 hectáreas.
Fotografía de portada: Theen Moy