Creta, la isla más grande de Grecia
Es todo un clásico hacer un crucero por las islas del mar Egeo durante un viaje a Grecia. Pues bien, el límite sur de este mar es la gran Creta. La isla más grande del país tiene tantos atractivos que no basta con hacer una breve escala para conocerla. Hace falta más tiempo para descubrir todos sus encantos. Aquí os los presentamos.
Unos cuantos datos sobre Creta
Cuando decimos que Creta es la isla más grande de Grecia nos referimos a que ninguna de sus famosas islas como Mikonos, Santorini o Lesbos alcanzan ni de lejos la superficie de 8.000 kilómetros cuadrados. Una gran extensión que está delimitada por unos 1.000 kilómetros de costa, donde abundan las playas de finas arenas blancas.
Historia en Creta
Antes de que llegaran los grandes monumentos de la Grecia clásica con lugares como la Acrópolis de Atenas, en Creta ya se había desarrollado una interesante cultura. La llamada civilización minoica o cretense que hoy en día se descubre en yacimientos arqueológicos como los de Gortina o Festos. Pero, sobre todo, en el gigantesco Palacio de Knossos, una visita obligada para todos los amantes de la historia.
La civilización minoica es la primera gran cultura europea conocida, ya que sus comienzos tuvieron lugar hacia el año 3.000 antes de Cristo. Unos 1.000 años después alcanzaría su máximo esplendor, que en realidad fue la etapa más floreciente de Creta.
No obstante, hubo otro periodo en el que Creta se convirtió en una importante isla del Mediterráneo. Coincidió con la ocupación de los comerciantes venecianos, allá por el siglo XVI. Y de aquellos tiempos también se pueden ver las huellas en la actualidad visitando la ciudad de Retymnon y su fortaleza. O la de Chania, cuyo puerto construyeron los venecianos, incluido su hermoso faro.
“Tienes que saborear una cultura para entenderla.”
– Deborah Cater –
Las playas de Creta
Ya hemos dicho que esta gran isla griega cuenta con muchos de kilómetros de litoral, y se encuentran playas para todos los gustos. Las hay tan populosas como las que rodean la bulliciosa capital cretense: Heraklion.
No obstante, hay otras más alejadas de los grandes núcleos y que merecen una visita. Por ejemplo, la de Elafonisi. En ella, o en la vecina playa de Kedrodasos, rodeada por enebros y dunas de arena, se puede pasar el día en un paradisíaco lugar. Además, se puede aprovechar para hacer turismo cultural visitando el monasterio Chrysoskalitisa.
Otra playa en la que se combina historia y tumbona es la de Falassarna, junto al yacimiento romano del mismo nombre. Una visita imprescindible, ya que la playa de Falassarna en muchas ocasiones se ha catalogado como la más hermosa de Creta. No obstante, este galardón también lo podría tener la playa de Balos y su laguna, situada entre el cabo de Gramvousa y el pequeño cabo de Tigali.
Creta mitológica
Hay un lugar que podría aparecer en el apartado de playas cretenses, pero que tiene cabida en el capítulo de mitología. Estamos hablando de la playa de Matala, ubicada en el puerto natural de la bahía de Messara, al sur de la isla.
Matala es un lugar mágico por el entorno de acantilados y bosques, y porque precisamente aquí Zeus se convirtió en humano, tras llegar desde el mar con forma de toro y portando a Europa a sus lomos.
Zeus es el dios más importante del olimpo clásico. Sin embargo hay otro relato con el que se siente más identificada Creta. Su laberinto y el Minotauro, que dio nombre a su cultura originaria, la minoica. Pues bien, os invitamos a visitar la hermosa garganta de Samaria, hoy parque nacional. Allí se disfruta de un paisaje de lo más sugerente que llega hasta el mar y se pueden ver numerosos cuevas. ¿En cuál de ellas está oculto el laberinto?