La ciudad romana de Baelo Claudia: un tesoro en el sur
Al sur del sur es posible pasear por un lugar muy especial: la bella y desconocida ciudad romana de Baelo Claudia. Situada junto a una playa de fina arena dorada, Baelo es un auténtico lujo en todos los sentidos. ¿Dónde se encuentra? En la provincia de Cádiz, más concretamente, en la ensenada de Bolonia de Tarifa.
Cuando el visitante deja a un lado la nacional 340, accede a una pequeña carretera provincial jalonada por dos sierras, la de San Bartolomé a la izquierda y la de La Plata a la derecha. Poco a poco, al ir por esa carretera va viendo en el horizonte la inmensidad del mar. Un mar de aguas agitadas a veces por el viento, o de aguas cristalinas y tranquilas cuando el viento está en calma.
La ciudad romana de Baelo Claudia, un mundo por descubrir
El viajero entra a Baelo Claudia por un moderno centro de interpretación. Dentro de él, lo expuesto en las vitrinas y en los paneles nos ayuda a entender la ciudad tan solo con levantar la vista y mirar a través de los amplios ventanales.
Cuando se accede a la propia ciudad, se tiene la sensación de viajar a otro tiempo, a otro lugar de nuestra propia historia. Podemos percibir las huellas que nos dejaron los hombres, mujeres y niños que vivieron aquí. Ellos pasearon, disfrutaron y jugaron en esas calles y en esos edificios cuyos restos aún hoy podemos ver.
1. Templos romanos y egipcios
En una zona situada más elevada que el foro o plaza de la ciudad romana, el viajero va a contemplar los templos típicos de los romanos: los templos de la Triada Capitolina (Juno, Júpiter y Minerva).
Junto a ellos, símbolo del sincretismo religioso, podemos ver el templo de la diosa Isis. Esta diosa egipcia fue adoptada por los romanos como diosa madre y diosa de la magia. Y magia es la que envuelve a este lugar.
2. La diversión de ayer y hoy: teatro y zonas de baños y termas
Cuando el visitante sigue paseando se encuentra con un pequeño teatro muy bien conservado. Hoy en día se utiliza sobre todo en época estival. Allí se realizan representaciones mientras los rayos del sol caen por el horizonte del mar, ubicado frente a las gradas. Es un espectáculo asombroso disfrutar de una obra clásica mientras en el horizonte se pone el sol.
El visitante sigue su recorrido por un lateral de la ciudad hasta encontrar uno de los lugares favoritos de los patricios romanos: la zona de los baños. Esta proporcionaba a los romanos pudientes un lugar de esparcimiento y, sobre todo, una zona de transacciones comerciales. Allí los negocios era los temas principales de conversación.
3. La división de una ciudad romana de Baelo Claudia
Las ciudades romanas se construyen en torno a dos calles principales, el Decumanus Maximus, que va de este a oeste, y el Cardo Maximus, que va de norte a sur. Cuando el viajero entra al Decumanus Maximus de Baelo Claudia siente que viaja en el tiempo paseando por una calle donde donde puede ver diferentes restos:
- Las pequeñas tiendas (tabernae) que hace más de 2000 años estarían llenas de vida, vendiendo productos específicos, vinos, aceite, telas…
- El mercado (macellum), donde comprar productos de alimentación general.
- El foro (forum) o plaza pública, donde se reunían la mayoría del pueblo.
- La basílica es quizás una de las partes más llamativas. Asombra ver el tamaño de las majestuosas columnas que custodian la réplica de la estatua del emperador Trajano. Como anécdota que no muchos saben, dicen que es el único emperador de la historia que ha viajado en helicóptero porque así fue como transportaron la estatua original desde aquí hasta el Museo de Cádiz.
4. El origen de las salazones actuales
Terminando el paseo por la ciudad de Baelo Claudia, al borde de la propia playa, nos encontramos una factoría de salazones. Esas salazones eran vitales para la economía romana, les servían para aprovechar y conservar los atunes pescados en las almadrabas durante los meses de abril y mayo, igual que sucede hoy en día.
Las piletas que nos encontramos en Baelo eran empleadas para sepultar no solo el atún, sino también otros pescados, bajo grandes capas de sal. Esta era un conservante único usado también para realizar el garum , esa famosa salsa transportada por todo el Imperio romano en grandes vasijas de barro, llamadas ánforas.
Bolonia: su gastronomía y su playa
Las jornadas en Bolonia continúan al salir del yacimiento arqueológico con la degustación de todo tipo de pescados, guisos marineros y con los platos que tienen como ingrediente principal el atún traído de la Ruta del Atún de Almadraba en Andalucía.
Y nadie puede irse de este rincón de la provincia de Cádiz sin pasar la tarde en la espectacular playa de Bolonia. Allí podrás disfrutar de la arena dorada y del agua fría y cristalina hasta que llegue la puesta de sol y te regalé el final de un día cargado de cultura, pasado, gastronomía y relax, este último ofrecido por el sonido de las olas del mar.
Este día en la ciudad romana de Baelo Claudia te dejará tanto el cuerpo como el alma complacidas con este bello lugar situado al sur del sur.