Celle en Alemania, visitamos un pueblo de cuento
En tierras sajonas hay muchos pueblos que llaman nuestra atención debido a su arquitectura, sus costumbres y sus paisajes. A orillas del río Aller, Celle es uno de los principales destinos en la llamada “ruta de entramados”. ¿Vamos juntos a conocerlo?
Celle, ciudad de duques, caballeros y militares
La historia de Celle comienza en el año 985. Muy poco después consigue el derecho de acuñar monedas. En 1277 el duque Otto II fundó un asentamiento rectangular (que después fue un castillo) en las cercanías del poblado. En 1308 comienza la construcción de la primera iglesia de la ya llamada ciudad. Antes de terminar ese siglo Celle pasó a ser el lugar de residencia de los duques de Sajonia-Wittenberg.
En 1452 el duque Federico el Piadoso manda construir un monasterio franciscano, aunque la Reforma protestante llegaría poco después, en 1524. Entre 1665 y 1705 Celle tuvo un gran auge cultural, gracias a Jorge Guillermo de Brunswick y su esposa francesa. En 1705 murió el último duque de esa familia y la Casa de Welf (de la localidad de Hannover) se hace cargo de los terrenos.
A pesar de que durante el Tercer Reich Celle fue usada por varios regimientos, la ciudad solo sufrió algunos daños. Afortunadamente,no fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, como otras muchas de Alemania. Gracias a ello hoy podemos disfrutar de su peculiar y fantástica arquitectura.
“Viajar hace a uno modesto. Ves el lugar pequeño que ocupas en el mundo.”
-Gustave Flaubert-
De paseo por Celle
Tras conocer brevemente la historia de la ciudad es momento de pasar a la acción y visitarla. Lo primero que llama la atención son su casas, prácticamente iguales. Hasta 400 casas de fachadas de entramados de madera asombrosos, que dan a la ciudad un aire de auténtica fantasía.
Pero en Celle hay mucho más que ver. Los edificios más antiguos de la ciudad son son la iglesia Municipal, la Gran Sinagoga y el Ayuntamiento, que llaman poderosamente la atención entre tantas casas iguales.
El antiguo Ayuntamiento fue fundado en 1292 y en esa época estaba situado en el centro de la Plaza del Mercado. También imponente, el nuevo Ayuntamiento de estilo neogótico, es digno de conocer.
Otros lugares de interés en Celle
La construcción más importante de Celle es la Hoppener Haus, construida en 1532 y con seis plantas, además de una hermosa fachada de madera. Frente a esta edificación podemos ver las “farolas parlantes”, que simbolizan a las personas y que tienen sensores de movimiento para hacerlas hablar entre sí.
Y en el centro de la ciudad está el Palacio del Duque, erigido en el siglo XIII y posteriormente reformado a los estilos renacentista y barroco. Tanto el Teatro de Palacio como el Museo de la Residencia son dos de los imperdibles dentro del conjunto.
No debes perderte tampoco la antigua plaza, Stechbahn, donde se celebraban torneos y luchas caballerescas en la Edad Media. Allí murió el duque Otón II, quien cayó de su caballo en una competición. Todavía se mantiene la marca de la herradura del equino que provocó su muerte.
Aún hay más. En tu paseo por Celle visita la Stadtkirche Sankt Marien, una iglesia con más de 700 años de historia. Se construyó en estilo gótico, pero luego fue renovada en otras corrientes arquitectónicas.
Pero si hay un atractivo singular en el casco antiguo de Celle es el Museo de Arte, que está abierto las 24 horas. Durante el día se exponen pinturas, esculturas y demás obras del siglo XX. Por las noches lo que llama la atención es el cristal iluminado que nos permite ver el vestíbulo del edificio. En las horas nocturnas se llevan a cabo diferentes espectáculos de luces y sonido.
Por último, recorre el Museo Bomann, una de las más importantes instituciones culturales del norte de Alemania. Tiene un área de exposición de 5500 m² y en sus salas alberga una colección de gran valor histórico y artístico. También expone obras contemporáneas.