El castillo de Chenonceau, el castillo de las Damas
Uno de los lugares más famosos de Francia es el valle del Loira. Tanto por su belleza natural como por sus construcciones medievales y renacentistas, esta zona del país galo es magnífica para visitar. Por ello hoy nos centramos en el hermoso castillo de Chenonceau, también conocido como el castillo de las Damas.
¿Qué es el castillo de Chenonceau?
El castillo de Chenonceau es una construcción arquitectónica residencial que data del siglo XVI. Se encuentra en la comuna de Chenonceaux, pertenenciente al departamento de Indre-et-Loire, y forma parte de lo que popularmente se ha conocido como los castillos del Loira.
Además, cabe destacar que el castillo de Chenonceau es célebre como Monumento Histórico de Francia. Pese a estar en manos privadas, es uno de los lugares más visitados del país galo, pues es una de las construcciones más magníficas del Loira y ha sido básico en la historia de la nación.
Su fama como castillo de las Damas se debe a que ha sido administrado y cuidado por mujeres de alta alcurnia y gran personalidad. Entre ellas destacan Diana de Poitiers o Catalina de Médicis. No es de extrañar que hoy sea el más visitado de Francia tras Versalles.
Historia del castillo de Chenonceau
También cabe destacar que el castillo de Chenonceau es célebre por su rica historia. En principio, la construcción original databa del siglo XI. En plena Edad Media se conoce que existía una propiedad feudal perteneciente a los Marques.
Sin embargo, debido a las actividades contra el rey de Francia, los Marques se vieron obligados a derruir su propiedad solariega a comienzos del siglo XIV. No obstante, Jean Marques pronto ordenaría levantar un nuevo castillo fortificado.
Sobre los cimientos del derribado molino se levantó la nueva fortificación de la familia Marques. Tan solo la Torre del Homenaje había sobrevivido, pero se adaptó posteriormente al estilo renacentista según se levantaba el nuevo castillo.
No obstante, el nuevo castillo de Chenonceau tardó siglos en terminarse. El cuerpo data de comienzos del siglo XVI, siendo obra de diferentes personalidades como Thomas Bohier o Katherine Briçonnet, los artífices de la construcción.
Sea como fuere, el castillo de Chenonceau ha ido recibiendo diferentes influencias a lo largo de su historia, tanto en tiempos del Renacimiento como durante la Edad Moderna y Contemporánea hasta la estructura que tiene hoy en día.
Cómo es el castillo de Chenonceau
El castillo de Chenonceau posee una arquitectura basada en una planta cuadrada con vestíbulo central que se abre a cuatro habitaciones. Dispone de una capilla en la planta baja, una galería sobre el río Cher (en cuya orilla se levanta) diferentes jardines, cocinas, etc.
Destacan del lugar los jardines, que son especialmente famosos. Los dos principales están dedicados a las mujeres que más han cuidado y protegido el castillo de las Damas, como ya hemos dicho, Diana de Poitiers y Catalina de Médicis.
“La mariposa posándose en todas las flores es la mecanógrafa del jardín.”
-Ramón Gómez de la Serna-
Jardín de Diana de Poitiers
El más conocido de los jardines del castillo de Chenonceau es el Jardín de Diana de Poitiers. Se accede desde la Cancillería y data del siglo XVI, al pie del embarcadero junto al río Cher.
Está decorado con un maravilloso surtidor de agua espectacularmente moderno y adelantado para su época. El chorro de líquido elemento de la fuente brota de una gran roca tallada y cae sobre un receptáculo pentagonal de piedra blanca.
Jardín de Catalina de Médicis
Al lado oeste del castillo de las Damas encontramos el Jardín de Catalina de Médicis. Es mucho más intimista y menos espectacular que el anterior, aunque su estanque central es una verdadera maravilla para la época.
A su alrededor hay un enorme foso que se aprovecha de las aguas del río Cher, delimitando su perímetro. También está marcado por un muro y posee cinco paneles de césped adornados por lavandas.
Además, el castillo de Chenonceau dispone de otros lugares espectaculares como el Laberinto, una espectacular granja de data del siglo XVI o una enorme sala con suelo blanco y negro en forma de tablero de ajedrez que hacen las delicias del visitante.
Así pues, ya sea como castillo de las Damas o como castillo de Chenonceau, en el Loira es una de las visitas obligatorias para los amantes de la historia de Francia, la arquitectura y la belleza natural.