El Camino del Cid en bicicleta
Aquellos interesados en el valor histórico y cultural español tienen la oportunidad de llevar a cabo un trayecto único en su clase que aúna el deporte con la leyenda: el Camino del Cid en bicicleta de montaña. Y es que a día de hoy, son muchos los que se decantan por pasar sus vacaciones de manera diferente.
Este itinerario, que puede comenzar tanto en el sureste del país como en el noroeste del territorio ibérico, está dividido en 5 tramos principales, varios anillos y algunos ramales, todos ellos perfectamente adaptados. Descubrir ciudades como Burgos, Zaragoza, Guadalajara, Teruel, Soria o Castellón nunca fue tan divertido, interesante y ameno.
El Destierro, uno de los tramos más seguidos
Podría decirse que el seguimiento del tramo del Destierro del Cid por parte de senderistas, tanto expertos como amateurs, fue lo que originó el interés por otros posibles caminos así como de otras posibilidades a la hora de realizarlos por otros medios y no únicamente caminando.
Este sendero, de casi 400 kilómetros, comienza en el pueblo de Vivar del Cid, la cuna de este famoso personaje de leyendas medievales y literatura. Desde allí partiremos hacia Burgos, ciudad en la que el arte y la tradición habitan en cada uno de sus rincones. En ella disfrutaremos de la gastronomía local mientras visitamos algunos de los mejores ejemplos nacionales de arquitectura gótica.
Ya por la ciudad de Burgos el Cid Ruy Díaz entró.
Sesenta pendones lleva detrás el Campeador.
Todos salían a verle, niño, mujer y varón,
a las ventanas de Burgos mucha gente se asomó.
¡Cuántos ojos que lloraban de grande que era el dolor!
Y de los labios de todos sale la misma razón:
“¡Qué buen vasallo sería si tuviese buen señor!”
-Fragmento de la versión El Cantar del Mío Cid de Pedro Salinas-
A 10 kimómetros de allí, el monasterio de San Pedro de Cardeña será otro de los puntos clave de nuestro paseo ya que, según se narra en el Cantar del mío Cid, tras sus muros escondió el protagonista a su esposa Jimena y a sus dos hijas, Elvira y Sol. Dicha edificación está considerada Tesoro Artístico Nacional.
Tras haber pasado por Covarrubias y por lugares tan hermosos como Santo Domingo de Silos o San Esteban de Gormaz, Alcubilla del Marqués o Aranda del Duero, tenemos la oportunidad de adentrarnos por un instante en los reinos de taifas finalizando nuestra excursión por este tramo del Camino del Cid en la antigua villa musulmana de Atienza.
Paradas relevantes: Santo Domingo de Silos y El Burgo de Osma
El municipio burgalés de Santo Domingo de Silos forma, junto a las magníficas localidades de Covarubias y Lerma, el denominado Triángulo del Arlanza. Se dice que el Cid y su esposa ayudaron económicamente en la construcción de su abadía antes de que este fuese desterrado.
Su claustro de doble planta es uno de los más valorados por los turistas, ya que cuenta con 64 capiteles decorados de modo artístico. Su botica es muy llamativa e interesante. Los frailes que allí se cobijaban contaban con su propio jardín botánico y con una amplia biblioteca especializada en herbología gracias a los cuales realizaban diversos experimentos en lo referente a posibles medicaciones en su laboratorio.
En lo referente al municipio soriano de El Burgo de Osma, destacan las ruinas de su castillo, así como el interior de su maravillosa universidad renacentista de Santa Catalina o su catedral. Igual de interesantes resultan el Palacio Episcopal y la Plaza Mayor, uno de los mejores ejemplos de espacio castellano que aún perduran a día de hoy y que goza de un estado casi perfecto.
Las Tres Taifas: el Camino del Cid en tierras musulmanas
Toledo, Albarracín y Zaragoza conformaban los llamados reinos de las Taifas en la época del Cid. Comenzaremos nuestra aventura ciclista en Ateca, población en la que tuvo lugar el famosísimo Asedio de Alcocer, donde el Campeador batalló duramente contra el ejército musulmán.
A nuestro paso por Daroca contemplaremos sus espectaculares murallas, aquellas que sufrieron los golpes del intento de reconquista cristiano. En El Poyo del Cid los peregrinos nos toparemos de nuevo con una fortificación, que este caballero legedario y enigmático acabó transformando en espacio para cobijo y reunión de sus ejércitos durante los enfrentamientos que mantenía por las zonas de Teruel y Zaragoza.
Albaracín, una de las villas más hermosas de España también forma parte de este trayecto, que tiene aproximadamente de 300 kilómetros. Este tramo ciclista finaliza en Cella, donde podremos visitar su precioso acueducto. Este lugar forma parte de nuestro viaje porque allí fue donde Rodrigo Díaz de Vivar reunió a todos aquellos simpatizantes con su causa que estuvieran dispuestos a guerrear contra Valencia con al intención de conquistar dicho territorio.
Hemos hecho referencia solo a dos de los tramos del Camino del Cid, pero realmente, cualquiera de los demás resulta igual de hermoso e interesante. Alguno apenas tiene 50 kilómetros, así que si te gusta la bicicleta no tienes excusa, anímate a recorrer esta hermosa ruta.