Camboya más allá de los templos de Angkor
Si se nombra Camboya como destino viajero, es imprescindible que aparezca el nombre de los templos de Angkor, ya que sin duda alguna es una de las joyas monumentales y arqueológicas más impresionantes del mundo. No obstante, este país del sudeste asiático también puede ofrecer otros lugares de enorme interés.
Templos de Angkor, la gran joya camboyana
Es absolutamente imposible viajar a Camboya y no querer visitar el conjunto de templos Angkor, incluso para aquellos que vuelven una y otra vez a este país, la excursión a Angkor siempre es diferente y muestra aspectos sorprendentes.
Hay que tener en cuenta que este enorme yacimiento arqueológico es el mayor legado del poderoso imperio Jemer, que desde el siglo IX hasta el XV dominó una enorme región del sudeste de Asia. Los restos de aquella gran civilización ahora se hallan en las proximidades de la ciudad de Siem Riep y, como todo en este país, se encuentra rodeado de jungla tropical.
De hecho los templos de Angkor están en permanente excavación y limpieza desde que se descubrieron a principios del siglo XX, ya que hasta entonces solo se conocía el mayor de los templos: Angkor Wat. Sin embargo, se ha descubierto que el área monumental es inmensa y en la actualidad está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La capital de Camboya: Nom Pen
Nom Pen o Phonm Penh es la gran ciudad del país, su capital desde tiempos de la colonización francesa, cuando comenzó un importante desarrollo dada su ubicación geográfica en la confluencia de los ríos Mekong, Sac y Bassac, de hecho esa cualidad de puerto fluvial rumbo al mar de China es su principal fuente de riqueza.
De aquellos tiempos de colonialismo galo quedan muchos vestigios en su arquitectura histórica, aunque destacan el Palacio Real y la Pagoda de Plata.
En realidad ambos edificios están incluidos en el mismo recinto monumental del Palacio Real, construido por los reyes de Camboya en el 1866. La monarquía camboyana sigue residiendo aquí, en el llamado palacio Khemarin, separado por un muro tanto del Salón del Trono como de la impresionante Pagoda de Plata.
Las playas de Sihanoukville y Parque Nacional de Ream
Para disfrutar de un ambiente marítimo hay que dirigirse a la costa sur de Camboya. Aquí se encuentran las cuatro principales playas del país: Oucheuteal, Sokha, Independencia y Victoria.
Son playas muy tranquilas, y ofrecen la posibilidad de practicar el buceo en ciertos puntos. Para conocer esta zona una buena idea es instalarse en el complejo colonial de Kampot, donde se dispone de los servicios básicos.
Pero además de descansar en el playa, también se pueden emprender recorridos guiados por el Parque Nacional Ream, a 18 kilómetros de la ciudad de Sihanoukville, y donde se combinan los paisajes de litoral con los manglares y la jungla tropical. Sin duda, un pedazo de naturaleza salvaje que nos hará sentirnos intrépidos aventureros.
La Camboya colonial en Battambang
La ciudad de Battambang, al noroeste del país, es una de las mejores ciudades para conocer el pasado camboyano como colonia francesa. Es como una ciudad anclada en el pasado, con unas comunicaciones más bien regulares que han permitido ese estado de conservación. Si bien es cierto que ahora incluso cuenta con un aeropuerto para vuelos locales.
“Después de dos guerras mundiales, la caída del fascismo, el nazismo, el comunismo y el colonialismo y el fin de la guerra fría, la humanidad ha entrado en una nueva fase de su historia.”
-Hans Kung-
El lago Tonlé Sap y la ciudad flotante de Kompong Luong
Toda una ciudad flotando sobre barcos que la elevan sobre el mayor lago de agua dulce del sudeste de Asia. Eso es lo que se contempla en el lago Toné Sap.
Todo flota y todo se mueve con las mareas o los monzones. De hecho, el agua que aquí se acumula crece enormemente en la época de lluvias. En ese momento, el Mekong es capaz de invertir la dirección de sus aguas, es capaz de llevar tanta agua que el mar de China es incapaz de asumirla, de manera que rebota y llega hasta Tonlé Sap.
En definitiva, esta zona de Camboya es realmente una maravilla, por sus paisajes únicos pero también por descubrir como los habitantes tienen una vida prácticamente anfibia, siempre sobre las aguas del lago y viviendo de todo lo que este les aporta.