Brujas en Bélgica: una ciudad medieval muy conservada

El pequeño territorio conocido hoy como Benelux es una región europea situada en las costas del Mar del norte. Allí existen hermosas ciudades que, desde la edad media, han estado muy vinculadas al comercio. Brujas es una de ellas.
Brujas en Bélgica: una ciudad medieval muy conservada
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 20 junio, 2023

Cuando eliges un lugar para conocer, piensas en diferentes aspectos que quisieras que tuviera ese destino. Por ejemplo, querrás que sea encantador, diferente, que cuente con muchos museos o sitios emblemáticos y, por supuesto, que tenga un poco de historia. En Bélgica, Brujas cumple con estos requisitos, descúbrelo en este free tour por Brujas que te recomendamos no perderte.

Lo que no te imaginas de Brujas es que, cuando estás allí, te das cuenta de que no es un sitio más en la lista de lugares a conocer. Su magia automáticamente te hará viajar a otra época, pues es como si el tiempo se hubiera detenido en 1400. Ciertamente, es una de las ciudades belgas más cautivadoras. ¡Te hechizará!

Conozcamos un poco de la historia de Brujas

Aunque es lo primero que nos viene a la mente, su nombre no tiene que ver con magia, demonios o brujas, y mucho menos con ningún capítulo trágico. Este proviene del vocablo germánico Bryggia, que significa puentes, muelles o atracaderos.

Es que la ciudad está llena de puentes que le hacen honor a su nombre. Estos puentes cruzan los innumerables y hermosos canales que recorren la ciudad; por algo es llamada la «Venecia del Norte».

Brujas es la capital de la provincia de Flandes Occidental. Gracias a su salida natural al mar, que le permitía tener un puerto internacional y la emergente industria de la lana, la ciudad tuvo un gran crecimiento y se convirtió en una de las ciudades más prósperas de Europa. Además, perteneció a la Liga Hanseática, una federación comercial y defensiva de ciudades, que le trajo gran prosperidad en su época.

Sin embargo, en 1297, Flandes fue incorporada al Reino de Francia, lo que generó un aumento de las tensiones sociales por parte de los flamencos debido al rechazo de las nuevas políticas impuestas. Estas tensiones empeoraron con el encarcelamiento del conde de Flandes.

Una calle común de Brujas, en Bélgica.

Posteriormente, con el establecimiento de Felipe III en la ciudad, esta gozó de una gran prosperidad económica y crecimiento cultural. Desafortunadamente, a finales del siglo XV, su riqueza comenzó a decrecer. Esto se debió a la sedimentación del río Zwin, la supremacía del puerto de Amberes y el inicio de la decadencia de la industria textil.

En el siglo XIX, la ciudad se convirtió en la más pobre de Bélgica, hasta que en el siglo XX decidieron restaurarla. Finalmente, en el año 2000 su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Lugares imperdibles de Brujas en Bélgica

El centro histórico de Brujas se estructura en torno a la Grote Markt o plaza mayor. Cuando estés allí, te sentirás como en un cuento de hadas; da la sensación de que en cualquier momento aparecerá un caballero con armadura montado a caballo.

En medio de la plaza podrás ver el monumento a Pieter de Coninck y Jan Breydel, héroes de la batalla de las Espuelas de Oro o batalla de Courtrai, que tuvo lugar en 1302 entre las tropas del Rey de Francia, Felipe IV, y las milicias flamencas.

Allí mismo, encontrarás el histórico campanario (beffroi), una edificación medieval de 83 metros de alto con 366 escalones. Si aceptas el reto de subirlos, tendrás una espectacular vista, no solo de la plaza, sino de toda la ciudad. Originalmente, en el lugar del beffroi se encontraba una torre de madera construida en 1240.

La eterna pesadilla de las urbes, el fuego

El lugar del beffroi albergaba el mercado de la lana y sus almacenes eran utilizados por los magistrados de la ciudad como archivo. Como te imaginarás, este lugar tenía todos los números para ser pasto de las llamas, y así fue.

La plaza del mercado, el ayuntamiento (izquierda) y el campanario (derecha) en Brujas.

En el año 1280, el fuego consumió la torre y la gran mayoría de los documentos archivados en los almacenes fueron devorados por las llamas. La torre fue reconstruida en 1296 con dos basamentos cuadrados y la aguja de madera.

A lo largo del siglo XV, el mercado de la ciudad se amplió. Así, entre 1483 a 1487 se construyó la parte superior del beffroi, de forma octogonal y de piedra blanca. No obstante, en el año 1493 otro incendio, este producto de un rayo, destruyó nuevamente la parte superior y las campanas.

Los trágicos incendios no se detuvieron ahí. En el año 1741 destruyeron —de nuevo— la flecha del campanario, y no fue hasta 1822 cuando fue reconstruido en su forma actual, de corona neogótica.

Continuando el recorrido por la Grote Markt y alrededores

Paseando por la Grote Markt, centro neurálgico de la ciudad, podrás pararte a descansar en uno de sus cafés, cenar en alguno de sus restaurantes o dar un paseo en carruaje. ¡Sí! Así como lo oyes, en carruaje. Verás las antiguas casas gremiales medievales, con sus fachadas de colores y la Corte Provincial, un edificio neogótico que data del siglo XIX.

Si aún te quedan energías, podrás visitar la Plaza Burg, que históricamente fue una fortaleza amurallada donde se concentraba y actualmente se concentra el poder político de la ciudad. Está rodeada por ostentosos edificios monumentales, como el Ayuntamiento y la Basílica de Santa Sangre.

El Stadhuis o Ayuntamiento es una edificación de estilo gótico-florido del siglo XIV. El edificio cuenta con dos salas, la gótica y la histórica. En la sala gótica, podrás encontrar una espectacular bóveda colgante de madera policromada y murales que narran episodios relacionados con la política de la ciudad. La sala histórica alberga documentos y pinturas sobre la maravillosa historia de Brujas.

El ayuntamiento de Brujas en Bélgica es un edificio de estilo neogótico.

En la misma plaza del burgo está la Basílica de Santa Sangre, que cuenta con una historia increíble. Sus orígenes se remontan al siglo XII, como capilla de la residencia del Conde de Flandes. Tiene una capilla inferior y otra superior; la primera es una estructura románica que está dedicada a San Basilio el Grande.

La capilla superior se reconstruyó en el siglo XVI en estilo gótico y, de nuevo, fue renovada en el siglo XIX en estilo neogótico. En la capilla está depositada una venerada reliquia que contiene un trozo de tela con la sangre de Jesucristo, presuntamente recogida por José de Arimatea y traída de Tierra Santa por Teodorico de Alsacia, conde de Flandes.

Continuando con el mágico viaje por Brujas, en Bélgica, podemos aterrizar en el Bonifacius Brug (Puente de San Bonifacio). Sin lugar a dudas, es uno de los lugares más espectaculares de Brujas. Te puedes quedar horas observando el bello canal y las casas colgantes artesanales, admirando el deslumbrante Palacio Gruuthuse o la Iglesia de Nuestra Señora.

No podría faltar un recorrido por los museos

Para ahondar más en la historia y la cultura de Brujas en Bélgica, es recomendable echar un vistazo a los diferentes museos, como al Gruuthusemuseum. En este, podrás recorrer las tres épocas más importantes de la historia de Brujas: el Siglo de Oro, el periodo correspondiente a los Siglos XVII y XVIII y, finalmente, el periodo neogótico del siglo XIX.

El Gruuthusmuseum es un museo tradicional en Brujas, en Bélgica.

Por supuesto, es indispensable visitar el Foltermuseum De Oude Steen (Museo de la Tortura). Este está ubicado en un edificio de piedra, probablemente uno de los más antiguos de Brujas. Allí encontrarás diferentes herramientas de tortura utilizadas en la Edad Media que te pondrán los pelos de punta.

Brujas está muy orgullosa de su historia y, para mostrárselo al mundo, creó el museo Historium. Cuando lo visites ,podrás interactuar con varios elementos que te permitirán viajar en el tiempo, por ejemplo a 1435. A través de vídeos, música y efectos especiales, conocerás de primera mano cómo era la vida en la cotidianeidad brujense de antaño.

Brujas una ciudad en Bélgica que te hechizará

Finalmente, mientras recorres y te pierdes por esta maravillosa, mágica e inspiradora ciudad, puedes disfrutar de su gastronomía y probar por ejemplo las deliciosas patatas fritas, de las que se dice que son las mejores del mundo y, por qué no, acompañarlas de una deliciosa cerveza belga.

Los más golosos seguramente estarán ansiosos por entrar a una de sus maravillosas chocolaterías, pues es bien conocido que el chocolate belga es uno de los más apetecidos. ¡Hay muchas alternativas para disfrutar la estadía en esta ciudad!

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