El bosque de Bialowieza: una sorprendente reserva natural

El bosque de Bialowieza es el hábitat idóneo y antiquísimo para uno de los animales más fuertes y también más en peligro del continente: el bisonte europeo.

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 27 enero, 2021

A caballo de los territorios de Polonia y Bielorrusia, el bosque de Bialowieza es uno de los escasos bosques vírgenes que todavía quedan en el continente europeo. Solo por ese carácter de resistente ante todo tipo de desastres, políticas y conflictos, ya merece la pena conocerlo. Además, una vez, en él nos sorprenderá su excepcional riqueza vegetal y animal, digna de ser admirada y conservada.

Un parque nacional y dos países

El dato que hemos nombrado de que la extensión del bosque de Bialowieza se desarrolla por dos países es un dato muy relevante. Para comenzar porque los requisitos son diferentes para poder entrar a Polonia y a Bielorrusia.

Y en cuanto al bosque propiamente dicho, hay que decir que los territorios de uno y otro país están separados físicamente mediante una valla. Un elemento que no solo impide el tránsito fronterizo para las personas, también incluso para el mayor valor del bosque: sus animales.

Por supuesto, su denominación es distinta. Su zona polaca se llama bosque Bialowieza, como la población más próxima. Mientras que el área bielorrusa se denomina Belavezha.

La fauna del bosque de Bialowieza

Como ya hemos avanzado, lo más característico son los muchos animales que allí viven. Y entre ellos destaca especialmente el bisonte europeo, una especie en serio peligro de extinción. Si bien, hay otros animales interesantes, como los peculiares caballos konik o los alces, además de jabalíes, corzos, ciervos y también lobos o zorros.

Sin duda, el bisonte es el que atrae la máxima atención, pero además de él, en los ríos que atraviesan este bosque de Bialowieza también hay que mencionar el castor europeo, otro animal en peligro de extinción. Tiempo atrás hubo osos pardos, aunque ya no viven aquí. En cambio, hay especies invasoras como el perro mapache.

La flora del bosque de Bialowieza

Independientemente de su riqueza faunística, el gran valor del bosque de Bialowieza es que ha llegado hasta nuestros días sin apenas transformación humana. No se trata de un bosque antiquísimo, como puede ser el de Garajonay en la isla canaria de La Gomera, ni es un reducto forestal con especies extraordinarias como las secuoyas en Estados Unidos.

Aquí lo importante es que ha sido la naturaleza la que ha dictado los ritmos y ciclos vitales. Así podemos ver cómo ha evolucionado durante siglos un bosque dominado por especies tan comunes como pueden ser los fresnos, olmos, tilos, hayas o robles. Por cierto, en algunos de estos casos son árboles con más de cinco siglos de edad.

La conservación del ecosistema

El gran triunfo del bosque de Bialowieza es que en la actualidad se desarrolla aquí una política ambiental de carácter integral. Y eso supone, por ejemplo, que cuando un árbol muere, nadie lo va a quitar de ahí. Sigue su ciclo natural de descomposición y sirve de base para líquenes, musgos, setas o para que se refugien pequeños animales.

Otro de los rasgos de protección, es que no se puede entrar libremente al bosque de Bialowieza. Siempre hay que hacerlo en compañía de personal especializado del parque. Así se garantiza la conservación del espacio y también el disfrute, ya que gracias a él la visita es más segura, no es fácil perderse y además siempre lleva a los excursionistas a los lugres más interesantes.

Visita en Polonia o en Bielorrusia

La condición de visitar el bosque de Bialowieza acompañados es común a ambos lados de la frontera. Pero en el lado de Bielorrusia es más complicado, ya que solo se permite un determinado número de visitas y los trámites hay que efectuarlos con antelación.

En cambio, en el lado polaco la afluencia de turistas cada vez es mayor. Así, lo que hasta hace poco era un sitio poco conocido se está convirtiendo en un lugar que suele salir en los listados de ‘lo mejor de Polonia‘.

Por eso allí hay distintas formas de visitas. Se puede hacer rutas a pie, pero también hay habilitados recorridos en bicicleta de montaña. Hasta en carruajes se ofertan recorridos. No solo eso, también hay un hotel en un antiguo pabellón de caza de los últimos zares de Rusia, que llegaron a ser los propietarios de esta maravilla de la naturaleza. Por fortuna, hoy en día son de titularidad pública.