Belcastel: uno de los pueblos más bonitos en Francia

Construido todo en piedra, Belcastel es un pueblo de cuento, de calles tranquilas y espacios de ensueño.
Belcastel: uno de los pueblos más bonitos en Francia
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 06 abril, 2020

Belcastel es un pequeño pueblo francés ubicado en la zona del Midi-Pyrénées. Se trata de un enclave medieval que está incluido en la red de pueblos más bonitos de Francia, un lugar con un encanto especial, cuya historia ha servido para que hoy exista con más fuerza.

La historia de Belcastel

La historia de Belcastel es una de las más bonitas de Francia. Se trata de un pueblo medieval, de casitas de piedra con un castillo coronando su cima, que en los años 70 del siglo XX fue abandonado. El pueblo se sumió en la ruina total y los edificios comenzaron a caerse.

Su castillo, que siempre había estado allí para proteger a la población, volvió a salvarlos. La razón fue que su majestuosidad enamoró al arquitecto francés Fernand Pouillon, quien decidió comprarlo y restaurarlo.

Este idilio entre arquitecto y fortaleza fue clave para la vuelta a la vida de Belcastel, pues la población volvió a sus casas, las reconstruyeron y las habitaron, convirtiendo al pueblo en uno de los más bonitos de toda Francia.

Belcastel

Qué ver en el pueblo de Belcastel

Así, y gracias al esfuerzo de sus habitantes, podemos visitar este precioso pueblo ubicado a las orillas del río Aveyron. Es una pequeña villa medieval construida toda en piedra que apenas está habitada por unas 50 personas que viven del turismo.

Y no es de extrañar que cada vez lo visiten más personas porque en este bonito pueblo podrás disfrutar de un castillo, un paseo por un encantador puente y un largo etcétera. ¿Quieres saber más?

1. El Chateau de Belcastel, la joya del pueblo

Castillo de Belcastel

El castillo de Belcastel es una fortaleza de origen medieval que se encuentra en un promontorio rocoso en la parte más elevada del pueblo. Se trata de un edificio que cuenta con más de 1000 años y que estuvo habitado hasta el siglo XVIII.

Este fue, precisamente, uno de sus más amargos momentos, pues un vecino lo adquirió y comenzó a vender sus piedras, por lo que quedó totalmente en ruinas. Afortunadamente, el arquitecto Fernand Pouillon se fijó en él y, aunque no lo pudo ver terminado, fijó las bases de su restauración.

El puente medieval

Puente de Belcastel

Como Belcastel está situado junto al río Aveyron, necesitó de un puente para comunicar sus dos márgenes. Así, se construyó un puente medieval de perfil empinado, como los de cuento de hadas. Está labrado totalmente en piedra y cuenta con cinco ojos por los que fluyen las aguas del río.

En torno al puente y al río a su paso por la localidad, hay una gran zona de esparcimiento con sitios para pasear, jugar con los niños y hacer picnic equipada con mesas y bancos de madera.

La capilla de Belcastel

Capilla medieval

En la orilla contraria al lugar donde se ubica el castillo podemos encontrar la iglesia de Santa María Magdalena de Belcastel. Es un pequeño edificio gótico de una sola nave con planta de cruz latina en cuyo interior podemos encontrar la tumba de Alzias de Saunhac, el primero de los señores de Belcastel y promotor de esta obra.

Cuenta con unas bonitas bóvedas de crucería en su interior, aunque,lo que más destaca es la imponente torre con chapitel que se encuentra aledaña a la fachada. Para llegar a ella hay que cruzar el puente medieval y en su entorno hay una pequeña plaza en la que se ubican pequeños restaurantes y cafeterías.

Tras ella hay un pequeño cementerio que guarda los restos de las familias nobles de Belcastel y que ha seguido utilizándose hasta nuestros días. Allí se encuentra enterrado el arquitecto que se enamoró de la localidad y de su castillo, en una tumba desde la que puede contemplar este último por toda la eternidad.

Las bonitas casas de piedra y sus calles con encanto

Calle del pueblo

Por último, Belcastel te ofrece sus bonitas calles para pasear y sus casas para que las contemples. Todo en este pueblo está hecho en bonita piedra en medio de un entorno rural espectacular. Y en sus bares y restaurantes podrás degustar la gastronomía típica de la zona.

Si te gustan los lugares con historia y un rico patrimonio arquitectónico y eres de los que buscan lugares tranquilos donde respirar aire puro, Belcastel seguro que no te defraudará.