Bagan en Birmania, espiritualidad en estado puro
La antigua capital de muchos reinos de Birmania y ubicada en una meseta contiene tantos templos y pagodas como podamos imaginar. A la vera del río Ayeyarwady y a 150 kilómetros al suroeste de Mandalay, Bagan es un lugar maravilloso para los que desean tener una experiencia imposible de describir con palabras. La espiritualidad formará parte de este recorrido, sin duda.
Bagan, la ciudad de los templos
Si hubiese un censo para determinar la densidad de construcciones religiosas por área, Bagan se llevaría un premio. En una extensión de 42 km² hay nada más y nada menos que… ¡4000 templos! (aproximadamente 100 por km²).
Todos fueron construidos en un lapso de 2 siglos (un promedio de 20 al año) y no hay dudas de que se trata de un conjunto arqueológico que bien podría incluirse entre las maravillas del mundo.
Poco a poco van aumentando los turistas que llegan a Myanmar en busca de nuevas experiencias. Eso puede ser una buena o una mala noticia, según cómo se mire. Lo cierto es que este país tiene tanto para ofrecer (sobre todo a los occidentales) que los viajeros agradecen esta apertura.
“La espiritualidad necesita ser cósmica, que nos permita vivir con reverencia el misterio de la existencia, con gratitud por el don de la vida y con humildad respecto al lugar que el ser humano ocupa en la naturaleza.”
-Leonardo Boff-
Y también deberíamos dar las gracias a Anawrahta, el rey que introdujo el budismo en Bagan en el siglo XI y que además comenzó con la tarea de construir los templos que hoy en día, aunque en ruinas, pueden visitarse.
Cabe destacar que la zona suele ser fuertemente azotada por terremotos y que algunos de los daños que sufrieron los edificios fueron irreparables. Si a eso le sumamos la falta de compromiso por parte del gobierno local nos encontramos con una especie de paleta de pintor que quizás cambió la esencia del lugar. Afortunadamente, el misterio, la majestuosidad y la espiritualidad no se han ido.
Dos días en Bagan
Quizás nos parezcan muy pocas 48 horas para un recorrido de tales características, sin embargo paseando en carruaje tirado por caballos o en bicicleta dos jornadas son más que suficientes. No olvides que al mediodía el calor es sofocante y que es preciso hacer un descanso a la sombra (no hay sombrero, botella de agua ni protector solar que sirva de alivio).
Para alquilar un carruaje el primer día puedes ir hasta Bagan Antiguo o a la Puerta de Tarabhar. Confía en el conductor, que es quien conoce el sitio a la perfección y no intentes trazar un recorrido. Él te dirá en qué momento del día es mejor ir a uno u otro templo.
Para ir en bicicleta es preciso levantarse bien temprano para que las altas temperaturas no nos jueguen una mala pasada. Explora poco a poco, descansa y déjate sorprender. Cualquier recorrido debería terminar en el templo de Shwe San Daw Pahya, ideal para ver la puesta del sol (es muy popular entre los turistas).
Los mejores templos de Bagan
Es más que obvio que no podemos conocer los 4000 templos en dos días (o aunque nos quedemos una semana quizás no vale la pena). Por ello tener en mente los más destacados o mejor conservados puede ser una buena idea. Te recomendamos:
Gaw Daw Palin Phaya
Está en el sur de Bagan antiguo y es más bien visitado por los aldeanos. Puedes encontrar puestos de artesanía y de agua (lo que más apreciarás en tu viaje).
Htilominio Guphaya
Fue construido en 1218 por el rey Nantaungmya y tiene 45 metros de alto. Es escalonado y se puede entrar en él. En los alrededores hay varios puestos de objetos locales.
Bulethi Pagoda
Es de los más populares debido a las vistas que ofrece al yacimiento de Bagan. Merece la pena escalarlo para admirar el amanecer o el anochecer.
Sulamani Pahto
Es uno de los más bonitos de todo Bagan y cuenta con dos plantas. Crea un efecto piramidal y fue construido en 1181.
Dahmmayangyi
Es el templo más grande y fue construido en el siglo XII para que el rey pueda expiar sus pecados. Vale la pena rodearlo para comprender las dimensiones que tiene.
Dahmma Yan Zi Ka Pagoda
Está al este de Nuevo Bagan y tiene unas preciosas vistas. Detrás de esta pagoda hay un camino de tierra que te llevará hasta un pequeño templo, no tan conocido.
Por cierto, en Bagán se pueden regatear los precios. Si te gusta alguna artesanía u objeto, no dudes en “pelear” para conseguir una buena tarifa.