Baden-Baden, lujo en la Selva Negra alemana

Todo el espíritu de la Belle Epoque nos espera en la población alemana de Baden-Baden, un lugar famoso tanto por su balneario como por su casino.
Baden-Baden, lujo en la Selva Negra alemana
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 15 diciembre, 2019

La pequeña ciudad alemana de Baden-Baden nos propone una experiencia muy elegante. Pero, sobre todo, supone un placentero y exquisito viaje a otro tiempo, a una época dorada para los aristócratas que podían gozar de uno de los más bellos balnearios del continente europeo, alternando las terapias más saludables con el disfrute de otros placeres y vicios mucho más mundanos.

El viejo balneario de Baden-Baden

Centro de Baden-Baden
Centro de la ciudad

La historia de Baden-Baden como ciudad balneario se remonta muchos siglos atrás, ni más ni menos que tiempos de los romanos, auténticos expertos en temas termales. Ellos supieron extraer esas aguas de subsuelo de la ciudad para crear baños sanadores.

Hablamos del siglo III y el emperador de entonces era Caracalla, el mismo de las famosas termas de Roma. Por eso, también en la ciudad alemana hay unos baños termales con su nombre.

Pero curiosamente, las termas que pusieron en valor los romanos son el otro gran balneario de Baden-Baden: el Friedrichsbad, los baños de Federico. Es un lugar donde todo es elegancia y clasicismo, tanto por su arquitectura como por su decoración. Y este es uno de los principales motivos para considerar que esta ciudad alemana posee uno de los mejores balnearios de Europa.

Las características de las aguas de Baden-Baden

Friedrichsbad Spa en Baden-Baden
Friedrichsbad Spa

En Baden-Baden se han contabilizado hasta 20 fuentes distintas de aguas termales. Esas aguas tienen un fuerte contenido mineral y mana a altas temperaturas, entre 45 y 60 grados.

Su composición las hace muy recomendables para tratar problemas respiratorios, reumáticos y de artrosis. Pero siempre mediante terapias de baño, nunca ingiriéndola, ya que a la larga puede ser más perjudicial que beneficiosa.

En definitiva, que uno se puede tratar de diferentes afecciones disfrutando de esas aguas, pero dentro de un programa de alojamiento más amplio. Los hoteles de Baden-Baden ofrecen terapias muy completas donde se incluyen los masajes, los programas de ejercicios y los menús apropiados.

Y, además de todo ello, no hay que olvidarse de las excursiones por el entorno. Excursiones que permiten maravillarse con algunos de los rincones de cuento que ofrece la Selva Negra.

El famoso casino

Casino de Baden-Baden
Casino de Baden-Baden

Sin duda, el carácter balneario hizo muy famosa a la ciudad. Pero hay otro motivo clave para la fama de Baden-Baden: nos referimos a su famoso casino o Kurhaus. En palabras de la actriz Marlene Dietrich, ‘el más hermoso del mundo.

Este casino se creó en la primera mitad del siglo XIX, cuando el juego se prohibió en Francia. Un empresario vio la posibilidad de atraer a las clases más pudientes de toda esta zona de Europa construyendo aquí un casino de ambiente aristocrático. Y lo consiguió.

Por sus salas pasaron muchas personalidades y, sin duda, la que más fama le dio fue el escritor ruso Fiodor Dostoievski, que ambientó aquí su novela El jugador. Quizás no sea el mejor tratado de ludopatía que se pueda leer, pero seguro que es el más entretenido y el mejor redactado.

Más cosas que ver en Baden-Baden

Vista de la ciudad
Baden-Baden

Se vaya a jugar o no, la visita al casino de Baden-Baden es un placer por contemplar sus salones versallescos y sus refinadas mesas de juego. Pero hay más cosas interesantes en la ciudad, por ejemplo, el Trinkhalle, una galería con frescos con leyendas locales.

Igualmente, hay que darse un paseo por el Lichtentaler Alle, así como se debe admirar la arquitectura barroca del gran teatro de Baden-Baden, al que muchos comparan con la Ópera de París. Y del mismo modo, un sitio donde el lujo es la norma y hay que visitar es el Museo de Fabergé.

Luego, hay que caminar por Lange Strasse, plagada de tiendas de moda y también de joyerías solo accesibles para los más pudientes. En cambio, es más económico visitar la Stiftskirche, en lo alto de Baden-Baden y donde se guarda una curiosa colección de sepulturas históricas.

Y para quien pase unos días en la ciudad y quiera hacer excursiones por el entorno para maravillarse con otros lugares de la Selva Negra, dos recomendaciones: una es la histórica y ecológica ciudad de Friburgo de Brisgovia (no confundir con la Friburgo de Suiza) y otro lugar memorable es el encantador pueblo de Gengenbach, tan mágico que aquí se rodó Charlie y la fábrica de chocolate.