Algunos lugares para descubrir la renovación de Marsella
Es la segunda ciudad más poblada de Francia, aunque su fama no es la mejor. En torno a ella se han ido construyendo una serie de mitos y estereotipos relacionados con las altas tasas de inmigración y criminalidad, vinculadas al tráfico de drogas. De ahí que se emprendiera todo un proyecto de renovación de Marsella.
De Marsella se ha dicho que es el Bronx francés. La crisis de 1970 ayudó a afianzar esta idea, al producirse un descenso de la población, una caída del poder adquisitivo y un ascenso de los conflictos sociales.
Para revertir este conjunto de tópicos, las autoridades locales y nacionales emprendieron un conjunto de proyectos de renovación urbana para cambiar la cara de esta ciudad portuaria. Acompáñanos y juntos descubriremos cómo ha sido la renovación de Marsella.
La renovación de Marsella, Capital Europea de la Cultura
En 2013, Marsella fue nombrada Capital Europea de la Cultura. Este nombramiento supuso un gran impulso para limpiar la cara de la ciudad. Varios fueron los proyectos que se emprendieron, entre los más significativos, destacamos la remodelación del Vieux-Port (el puerto viejo) o la construcción del el MuCEM.
La remodelación del Vieux-Port
El puerto viejo de Marsella, con una superficie de 25 hectáreas y con una capacidad para más de 3200, embarcaciones es el puerto más grande, dentro de un núcleo urbano, de Europa. Ocupa una bahía natural en la que confluyen los barrios más céntricos de la ciudad.
El maravilloso marco geográfico y la centralidad del puerto no evitaron que en el siglo XX presentase un aspecto decadente. Los clubes náuticos ocupaban un 80% del espacio. El peatón no era bienvenido en los muelles. En el muelle central, Quai des Belge, había nueve carriles de tráfico rodado y seis en el Quai du Port y en el Quai de la Rive Neuve.
Con la remodelación del puerto se pretendía recuperar ese espacio como un lugar de encuentro para los ciudadanos y los turistas. Para ello, limitaron el acceso del vehículo privado y transformaron los muelles en espacio para el peatón.
Hoy, el Quai des Belge dedica un 60% de su espacio a los peatones. Mientras tanto, los otros dos muelles solo conservan dos carriles para transporte público y de mercancías. Y, para que se pudieran realizar las actividades náuticas sin molestar a los paseantes, se instaló todo un conjunto de muelles flotantes.
Entre tanto, para favorecer el encuentro de los ciudadanos, en el Quai des Belge se construyó una estructura, la Grande Ombrière. A modo de palio, protege a los viandantes del sol y ofrece un espacio para realizar espectáculos al aire libre.
El MuCEM, Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo
Uno de los lugares donde descubrir la renovación de Marsella lo encontramos al lado del viejo puerto: el MuCEM. Este museo pretende relatar, analizar y arrojar luz sobre los fundamentos antiguos de la cuna de la civilización. Y también se centra en las tensiones que desde entonces la envuelven.
El museo, con sus distintas edificaciones, cuenta con una colección permanente y ofrece a los visitantes una multitud de exposiciones temporales caracterizadas por su multidisciplinariedad. La institución también se ofrece como un espacio abierto para favorecer el debate intercultural.
[…] el MuCEM cambió la mirada sobre Marsella, ese Casimodo que estaba acostumbrado a recibir odio y necesitaba un poco de ternura. El MuCEM permitió apaciguar un poco esta violencia histórica contra la ciudad.
-Rudy Ricciotti-
Euroméditerranée, el proyecto para la renovación de Marsella
Cerca del puerto comercial y de la catedral de Santa María la Mayor, en el barrio de la Joliette, se ha emprendido la construcción de un megaproyecto para cambiar la zona. Este espacio, que antes carecía de lugares de ocio y que era mejor evitar a partir de ciertas horas, ahora quiere convertirse en un distrito financiero y de ocio.
Por ello, se han construido tres centros comerciales. En uno de ellos se podrá disfrutar de un restaurante cuya terraza tiene unas vistas espectaculares al Mediterráneo. También se han renovado muchos de los edificios del barrio y se restauró la catedral de Santa María la Mayor.
Estos centros comerciales, que están unidos por un amplio paseo con el MuCEM y el puerto, han renovado la cara de Marsella que mira al mar. Estas renovaciones ofrecen a los ciudadanos espacios de colectividad amplios y un mayor atractivo turístico, pero pueden tener un efecto negativo para los habitantes de la ciudad.
Aspectos negativos de la renovación de Marsella
El centro de Marsella es de los pocos que aún está habitado por clases populares. Las grandes ciudades europeas se han visto afectadas por un fenómeno de aburguesamiento denominado ‘gentrificación‘. En ciudades como París, Madrid o Barcelona la población con menos recursos se ha visto expulsada del centro de estas urbes.
En Marsella, probablemente, esta remodelación de la ciudad termine expulsando a los más pobres del centro para dejarlo a los turistas o clases más acomodadas. A todo ello, hay que destacar que los únicos beneficiados de estos cambios son los visitantes y los habitantes de los barrios céntricos.
Marsella es una ciudad muy desigual. En los llamados barrios del norte se concentran altas tasas de población inmigrante y se registran altos niveles de delincuencia. Los habitantes de estos barrios denuncian esta situación, ya que lo que ellos están viviendo, por el contrario, es una situación de pobreza, desempleo y sentimiento de exclusión.
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- Bravo, D. (2018). Remodelación del Puerto Viejo. Recuperado el 30 de mayo de 2019 de: https://www.publicspace.org/es/obras/-/project/h193-redevelopment-of-the-old-port