Admira el precioso barrio de Montmartre
El barrio de Montmartre es una de las zonas de París con más encanto. Hay que ser sinceros y aceptar que con el paso de los años ha ido perdiendo aquel ambiente bohemio y de artistas que hicieron historia. Pero aun así, no perdió su encanto especial.
Este barrio de Montmartre tiene magia. De hecho, buen protagonismo lo copan las calles empredradas que dejan ver un pasado de mucha historia. En este lugar se come especialmente bien, y quien sube a la cima tiene la recompensa de unas vistas realmente bellas.
Además, Montmarte es uno de los barrios de mayor solera de París. Aunque pueda parecer decadente, y quizás haya perdido autenticidad por la llegada del turismo, sigue siendo una visita que merece mucho la pena. Para quien ame lo bohemio y el buen gusto por el arte, es un espacio singular.
“Ser parisino no es haber nacido en París, sino renacer allí”
-Sacha Guitry-
Al visitar la capital francesa, un destino obligado es tomar el metro hasta Montmartre, donde hay que bajarse en la parada de Pigalle en el Boulevard de Clichy (línea 2). Esta parada es famosa porque al bajarse de ella, el Moulin Rouge es lo primero que se ve. Durante muchos años fue centro de reunión de los parisinos, a los cuales les encantaba vivir el ambiente nocturno y de cabaret.
Además del famoso Molino Rojo, Montmartre tiene muchos rincones dignos de ver. Sin embargo, también es un sitio para evadirse y relajarse. Estamos ante un barrio especial que ha sido la cuna de muchos artistas. Esto puede verse en la gran cantidad de museos y espacios de arte que se pueden visitar. Son los casos de L’Espace Dalí, la Place de Dalida, Museo Montmartre o la Casa de Erik Satie.
En el exterior del Moulin de la Galette, se puede ver que en un principio fue un molino. Aunque con el paso del tiempo pasó a ser uno de los cabarets de más fama de la ciudad. Muchos grandes artistas, como Van Gogh, los representaron.
Una vez visto, puedes pasar por sus calles hasta legar a la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre. Cuando llegamos arriba, se puede divisar París. Y allí, no puede uno evitar la sensación de querer que no se pase el tiempo. Ver París desde las alturas es algo que uno nunca olvida.
Por su parte, entrar a la basílica en gratis y una buena oportunidad para ver la combinación del estilo romano con el bizantino. La basílica rinde homenaje a los franceses que cayeron durante las cruentas guerras franco-prusianas.
Bajando de las alturas, se pueden recorrer más estudios y talleres donde ver pintar a los artistas o diversas exposiciones. Algo más alejado está el cementerio de Montmartre, donde descansan muchos artistas. Por ello merece la pena recorrer las tumbas, cada cual personificada con formas diferentes o citas de la persona enterrada. No deja de ser un reflejo de un París romántico del pasado.
Algunas curiosidades del barrio de Montmartre
Fue una población de carácter independiente hasta 1.860, momento en el que pasó a ser el distrito XVIII de París. A finales del siglo XIX, el barrio tuvo mala fama por los cabarets y burdeles que se instalaron allí. A pesar de eso, los artistas pensaban que era un lugar encantador, trasladándose hasta allí para que se convirtiera en la preciosa barriada que es en la actualidad.
Debes tener en cuenta que es un barrio con dos zonas diferenciadas. Cerca de la Plaza Pigalle hay muchas luces de neón. Es donde los sex-shops y cabarets tienen gran protagonismo. Evidentemente, con el Moulin Rouge como gran atracción.
La famosa cuesta de Montmartre tiene 197 escalones. Una vez allí, se pueden subir, o recurrir al funicular. Este transporte llega a la Place du Tertre, que está en la parte alta de la colina. Es una zona muy agradable del barrio si se quiere cenar o disfrutar de las obras de arte de muchos artistas de la zona.
Esperamos que después de este paseo virtual por el barrio de Montmartre te hayas convencido de visitar un lugar que ya de por sí es bastante famoso. Lo más recomendable es que tengas señalada esta zona para pasar un día entero. De no poder ser, pasa una mañana o una tarde.
Muy aconsejables son los restaurantes de la zona, aunque es sintomático la cantidad de locales de comida italiana que proliferan, y no tanto de comida típica francesa.